Buen lugar, pero creo que ha bajado

Hacía más de un año que no me dejaba ver por este local. Aprovechando que salía más pronto del trabajo y que no me caía muy lejos decidí pasarme para probar alguno de sus famosos sandwiches.

Llego a las 14:15 y está a tope (treintañeros mayoritariamente, gran éxito del sitio) pero al ir solo puede sentarme al momento. Pedí para beber una cerveza artesana local llamada Poblenou (3.50 eur), en el nivel de este tipo de bebida tan de moda en Barcelona. Un punto negativo, que no haya carta (y mira que tienen variedad...), con lo que la contestación de la camarera (tampoco lo encuentro mal de todo pues no tiene culpa de lo de la carta) es que mire lo que hay en la nevera y lo pida.

Escogí el bocadillo Gran Pastrami, que viene con dos láminas de pepinillo al lado, queso scamorza ahumada, mostaza de miel y pan de centeno. El pan, demasiado poco consistente para tanto bocata, se rompía. El pastrami, como hasta 20 lonchas, tipo americano, estaba... como es el pastrami. Igual es mi gusto, pero no le encuentro la gracia a este embutido de ternera y creo que tiene éxito en USA porque al ser Kosher lo pueden comer los judíos. En mi modesta opinión, el fuet, el bull (no ya el jamón ibérico) le dan mil vueltas. Eso sí, ración considerable a precio correcto (8.50 eur).

De postre (ya estaba muy lleno) pedí un cheescake (4.5 eur) del día, de ensaimada (ninguna maravilla aunque reconozco que soy más de carrot cake, pero quería probar). Por desgracia, ya no hay posibilidad de media ración (el tamaño de la misma, muy bien para compartir, pero para una persona es demasiado; sumado al pastrami tardé como 3 horas en hacer la digestión y necesité una buena caminata para recuperarme...). El pastel estaba bueno, pero demasiado cargante. La ensaimada se notaba en la textura pero no en el sabor. Es un dato importante que cuando (ver mi crítica en Verema de febrero 2014) lo visité por primera vez, la media ración estaba a 2 euros y poco... Esto le hace empeorar mucho la relación calidad/precio, aunque es justo reconocer que hay menú ejecutivo (bocata butifarra+bebida+postre por 10,50 y otro vegetariano por 9,50).

Hago notar que TAMPOCO hay carta de postres con los precios, lo que encuentro aun más lamentable que lo de las cervezas, pues es una de sus especialidades. No me he quedado muy satisfecho con la visita, pero quizá es culpa mía porque debería haber ido a por un bocadillo caliente. Tampoco es un lugar cómodo cuando está tan lleno (quizá 60 personas entre sala y terraza, luego se fue vaciando). Las mesas están demasiado juntas. El personal, de trato correcto, hay que valorarlo porque no ha de ser fácil atender a tanta gente. El tiempo de espera de las comandas fue bastante corto. Para repetir de vez en cuando, pero mejor no en hora punta.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar