Fuimos a comer a mediodiodía y nos recibión un maitre con aspecto de

Fuimos a comer a mediodiodía y nos recibión un maitre con aspecto de molestarle tener que atendernos. Le pedimos una aclaración respecto a un plato y pareció que hasta le molestaba dar la explicación y eso que el restaurante estaba medio vacío. El resto del personal correcto aunque desde luego no son de los que te sugieren. El local tenía zonas con escasa luz y mesas demasiado cerca unas otras. La comida bien sin más, sin alardes de ningún tipo. Lo mejor los postres. Vinos de corte moderno en la carta algo subidos de precio. Tomamos un AN 20 de Baleares que nos sirvieron subidito tambien de temperatura. En resumen, después de haber oido hablar tanto creo que llegamos tarde y que tiene todo el aspecto de restaurante en decadencia. El precio muy alto para lo que dan y el servicio que tienen: un primero para compartir, segundos, postré, café y vino 90 Euros.