Me acordé que en este restaurante se sirven varios platos con cous-cous, así es que me decidí a volver y probarlos. No creo que vuelva más después de esta segunda experiencia.

Los mismo detalles de la casa y el mismo nivel del servicio: atento.

Cena para uno solo:

- Harira: Tradicional sopa marroquí muy contundente elaborada con cordero, tomate y legumbres (garbanzos y/o lentejas). En esta casa se prepara demasiado espesa, de sabor muy especiado y bastante picante. Si además digo que sigo buscando algún trozo de cordero y que los garbanzos estaban durísimos ... pues eso.

Curiosamente, mientras me tomaba la harira, me pusieron un platito con dátiles y un poco de chebakia (dulce elaborado con miel y semillas de sésamo).

- Royal couscous: El rey de los platos con cuscús. Llevaba unas chuletas de cordero y verduras (básicamente zanahorias y berenjenas). Por encima la popular tfaya que no es más que cebolla caramelizada y especiada con pasas. Lo he comido solo una vez hará como más de veinte años y lo recuerdo en conjunto más aromático y sabroso. No sé, pero me pareció muy sosote. El cordero demasiado hecho y la tfaya como muy emplastada. La verdad es que este plato me pareció un desastre.

No me quedaron ganas de probar suerte con los postres.

Como ya he comentado, este hotel no tiene licencia para alcohol. Esta vez acompañé la cena con un zumo de limón con menta bastante agradable. Cuando lo terminé, me pusieron encima de la mesa, sin pedirlo, un vaso de laban muy agradable de tomar (mezcla de yogurt y leche).

Precio total: 26€ (inc. tasas y zumo de limón con menta a

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con tasas y servicio incluidos y sin bebidas.

Restaurante marroquí perteneciente al encantador hotel Al-Jasra, a unos pasos del popular zoco Souq-Waqif. Salón con diseño moderno y muy colorido, de escasa iluminación, intentando dar una atmósfera íntima y relajante. Música popular marroquí de fondo que no molesta. Pocas y amplias mesas y bastante separadas.

Carta basada en la cocina popular marroquí con ensaladas, sopas, tajines, cuscús, etc

Servicio de sala joven, voluntariosa y con ganas de agradar.

Como atención de la casa, unos platillos con aceitunas aliñadas con pimentón, aceite de argan y amlou (crema muy fluida y dulzona para untar, hecha con almendras, miel y aceite de argan).

Cena para una persona:

- Zaalouk: Ensalada clásica elaborada con berenjena asada, tomate natural, aceitunas negras, ajo, aceite de oliva, pimentón dulce, comino y otras especias. Se la denomina también como caviar de berenjena (¿?). Se presentó todo muy picadito y fresquito como manda la tradición. El resultado es muy agradable, por su frescura y por los contrastes de sabores que aportan sus componentes.

- Tajine Makfoul: Unos de los clásicos de origen bereber. Un guiso hecho con buenos trozos de la pierna de un cordero joven, rodajas de tomate, cebolla y uvas pasas. Todo ello fuertemente aderezado con canela y azafrán. Se presentó en el propio recipiente cerámico de forma cónica donde se prepara. Para los amantes de los guisos sabrosos y muy especiados. El sabor del cordero suave. Me gustó, aunque luego el estómago…

- Msemen Rabati (también llamado rghayef): En casi cualquier esquina de Marruecos se preparan estos panes planos y cuadrados, hojaldrados y sin levadura (los llaman crepes marroquíes pero al menos estos no me lo parecieron). Se sirvieron tres unidades con una crema de leche y miel. No me gustaron, pues la masa me pareció muy pesada. Quizás aquí no los saben hacer correctamente, pero no me pareció algo que se pueda poner como postre. Me hace ajustar mi valoración final de la comida.

No hay oferta de bebidas alcohólicas en esta parte de la ciudad, por lo que no puntúo el servicio del vino. Solo tomé agua aunque había una amplia oferta de zumos naturales.

Precio total: 30€ (inc. tasas y botella de agua Evian de 1 litro a 4.50€)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con tasas y servicio incluidos y sin bebidas.