Tenía ganas de repetir desde mi primera visita hace ya un año. Insistiré en la ilusión, simpatía del servicio y buen hacer de la cocina de este pequeño local. El viernes pasado, lleno absoluto.
Esta vez, cena para tres personas:
- Como detalle de la casa, una cremita de brócoli muy rica.
- Navajas a la plancha: 9 piezas de buen tamaño, muy fresquitas y limpias. Ligeramente pasadas por la plancha. Muy buenas.
- Lomos de caballa escabechada: Carne prieta y jugosa. Quizás echamos en falta un escabeche un poco más potente.
- Solomillo de ibérico en escabeche trufado sobre crema de batata: Excelente carne, muy tierna y jugosa.
Segundos:
- Bacalao fresco al gratén de mostaza verde: Muy buen taco de bacalao con un punto de cocción insuperable. Riquísimo.
- Mollejitas de ternera salteadas con ajetes: Soberbia ración de mollejitas. De rechupete.
- Chuletero de ciervo: Un carré de ciervo parcialmente deshuesado. Carne tierna y jugosa. Se presentó con un puré de castañas con frutos del bosque (moras y arándanos). Me encanta el tratamiento de la caza en esta casa.
Postres:
- 1 x Ración de tarta de zanahoria: Sorprendentemente jugosa. Gustó muchísimo.
- 1 x Tarta de queso: No es de las tartas de queso que más me gustan, pero tiene un buen nivel.
Invitaron a copas de patxarán en la sobremesa.
Carta de vinos no muy amplia pero lo que tienen está bien. Nos comentaron que la estaban cambiando, así es que nos dejamos llevar por Marian. Primero tomamos Tragaldabas 2014 (24€)y luego un desconcertante cabernet franc: Domaine de Pallus Messanges Rouge 2014 (Domaine de Pallus Messanges Rouge 2014) (21€). Buena temperatura de servicio y copas aceptables.
Cuenta final: 176€ (incluido impuestos, pan/servicio a 2€, tres copas de manzanilla y las dos botellas de vino).
Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un entrante, un segundo y postre, sin bebidas.