Comida en el restaurante PAIRAL, en Castellón capital, siguiendo el consejo de la recientemente publicada Guía de restaurantes en la Comunidad Valenciana. Restaurante situado cerca del centro pero en una calle poco transitada de una zona nada turística, el clásico sitio al que nunca irías si no te lo recomiendan. El local, en dos alturas es acogedor, bien puesto y decorado tipo asador marinero, mucha madera, mesas amplias, con buena separación entre una y otra, y aforo completo. De aperitivo de la casa unos chips de verduras y una rica crema de calabaza. 3 personas, pedimos unos buñuelos de bacalao con toque de escalibada, pequeños, sabrosos y ligeros. Mejillones de roca al vapor, pequeñitos y tiernos, para comerte varias fuentes. Como principal paella valenciana, verduras tiernas y buenas carnes (pollo, conejo y costillitas). El arroz con buen sabor, pero lo encontré demasiado seco para mi gusto, y la paella llegó un poco fría a la mesa, señal de que se habían pasado un poco con el tiempo de reposo (disculpable porque estaban a tope). De postre un crepe de crema de turrón con chocolate líquido para compartir que cumplió con creces como broche final del ágape. Para beber un verdejo Palacio de Bornos, bien de temperatura, servido en su cubitera y con copas adecuadas. Buena vajilla y mantelería de hilo. Servicio muy atento, de camareros de toda la vida. 84,04 euros todo. Todo muy correcto. Dejamos para otra ocasión probar el steak tartar, muy popular por lo que vimos en otras mesas y los arroces caldosos, que me da la sensación que superan a los arroces secos en esta casa.