Restaurante La Luna en Valencia
Restaurante La Luna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
No
Precio desde:
11,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabados y domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
16 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
sopa
garbanzos
verduras
pelota
flan
tarta moka
bandeja de cocido
cremaet
postre
la sopa y los garbanzos
MENUDO COCIDO!!! OMG!!!
Opiniones de La Luna
OPINIONES
4

Vuelta al cocido, esta vez con compañeros del colegio, mayoritariamente jubilados al sol, que nos fraccionamos en dos grupos (no hay forma de fijar fecha buena para todos aunque en este caso el tamaño del local lo agradece) porque el local, ahora mejor decorado y espaciado de mesas, sigue estando lleno hasta la bandera, y eso que con la postpandemia las mesas en la acera se han incrementado notablemente.

Sigue habiendo buen servicio y rapidez y más que esta vez vamos con clientes muy frecuentes, como muchos otros de los asistentes que se tratan con gran familiaridad porque el contacto debe ser bastante habitual. Lo que sí ha cambiado es el precio que sube a 24€ (más del 30% en menos de 3 años) y también ha cambiado la cantidad porque, aunque sobró fue más porque ya no somos tan comedores como antes; por ejemplo pollo había poco más que un muslo y entremuslo para repartir y la ternera que había, que no era garreta, estaba difícil de manejar siendo casi todo hueso. Afortunadamente la calidad y elaboración se ha mantenido pese a la crisis.

En la bebida hubo variedad (cerveza, coca cola, agua) aunque los más nos quedamos con el clásico vino, Abadía del Roble, con gaseosa.

El cocido valenciano (por los ingredientes) se sirve en 3 vuelcos en teoría pero en la práctica nos van poniendo las bandejas sobre la mesa. El primero con la sopa de fideos en buena cantidad, buen punto de la pasta (textura de consistencia mantenida); acompañan unos cuencos de barro con garbanzos, normales, algo de más cocidos rompiéndose algunos de ellos bien de sabor. A continuación viene la bandeja con chorizos, blanquet (no hay morcilla) y la pelota todo ello bien cocido manteniendo buena textura con una pieza de  cada por comensal. Casi al mismo tiempo viene la bandeja con las carnes, patatas y verduras con buena presencia de abundantes carnes de manetas (y pierna) de cerdo estando perfecta de cocción; muy poco pollo (no me llegó) y la ternera algo pasada de cocción que casi nadie probó por el tipo de pieza; la patata, una por persona de tamaño ajustado, demasiado cocida; la verdura también en escasa cantidad (lo mismo se pondría para 2 personas: una pieza de cada, salvo zanahorias) para repartir entre 6 comensales, estaban bien de cocción y sabor; esta vez no había huesos de rodilla (o vértebras) que supongo, por el sabor, que sí se utilizaron.

Rematamos con los postres caseros que fueron variando: flan de café, tarta de moka (esta vez sin café espolvoreado por encima), natillas (con su galleta), etc.. en un buen nivel aunque más que tarta de moka debía llamarse puding de moka.

Unos cafés o cremaets finales bien preparados, más un rato de charla amenizaron la sobremesa. Alguno se llevó sopa para cenar y varios ni probaron (¡error!) ni el chorizo ni la pelota.

  • sopa

    sopa

  • garbanzos

    garbanzos

  • verduras

    verduras

  • pelota

    pelota

  • flan

    flan

  • tarta moka

    tarta moka

Reserva anticipada de una semana (casi fue insuficiente) para probar ese cocido cada vez con más fama en la ciudad. Hubo que ajustar la hora para poder tener sitio en un segundo turno. Ni que decir de que estaba todo lleno (25 comensales) con un único plato en el menú: el cocido.

Unos minutos de espera mientras se cuecen los fideos (hechos en el momento) en un caldo tan desengrasado como sabroso, en cantidad a demanda y con la opción de garbanzos perfectamente cocidos y mantecosos para la sopa o para esperar a las carnes; la verdad es que le viene bien a la sopa y podría haberse repetido ración.

A continuación, y con el único defecto de no estar lo suficientemente caliente, viene la bandeja del cocido donde cada elemento tiene su buen punto de cocción estando todos ellos completamente íntegros, pero bien cocidos. Poca presencia de pollo compensada por manetas y rabo de cerdo (sabrosísimo), variedad de verduras, sin exceso de patata, relleno, buen chorizo y blanquet, algo de jamón y ternera. Noté a faltar morcilla negra y taco de tocino, aunque no sé si hubiera "cabido" y eso que ni probamos el pan (muy básico).

De los postres caseros, tres optamos por la tarta de moka, a modo de crema servida en vaso de cristal, muy bien de sabor. La cuarta opción fue el flan de café descafeinado referido como bueno. Rematamos con un par de cremaets, más un cafe del tiempo y un café con Baileys.

Para beber copa de vino blanco traido servido desde cocina en ración más que cumplida, vino con gaseosa y una cerveza. Todo ello con un servicio amable, cercano y eficaz, con la familiaridad del bar de barrio de siempre, aunque su fama de cocido empieza a extenderse por la ciudad.

Lo mejor de todo: el punto de cocción de cada uno de los elementos del cocido y la sensación de haber comido mucho pero no de estar pesado en la digestión, lo que también habla de buena calidad de los elementos. Sin duda, muy recomendable sabiendo el tipo de local en que estamos.

  • bandeja de cocido

    bandeja de cocido

  • cremaet

    cremaet

  • postre

    postre

  • la sopa y los garbanzos

    la sopa y los garbanzos

Tras varios comentarios favorables a la cocina y en especial a sus arroces y cocido se imponía una visita prospectiva. Se trata de un local esquinero con algunas mesas de terraza en la acera y una zona interior con unas pocas mesas a ambos lados dejando un pasillo central que llega hasta la barra que cierra al fondo con la cocina. Mesas, sillas, vajilla sencillas, con mantel individual.

Servicio en la sala muy cercano, rápido. Funciona con menú siendo los lunes el día de cocido, el martes, con ese caldo, el arroz al horno, fideuá es frecuente en miércoles y el viernes funciona con plancha ya que los encargos para fuera suelen ser muy numerosos. Eso sí, reserva con tiempo porque para este lunes y martes ya está todo lleno.

No ví carta de vinos porque allí el vino no es importante, allí manda la cuchara. Las opciones de comida se cantan a pie de mesa para elegir entre varios primeros, segundos y postres caseros. Decidido por:

. arroz de magro, alcachofas y jamón: bien de sabor, abundantes tropezones (especialmente alcachofas), buen punto de cocción, ración correcta. Arroz propio de La Mancha, incorpora algo de pimiento rojo.

. hígado con tomate: solo en cocinas muy caseras encuentras este tipo de platos. Tomate de elaboración casera y un hígado cortado fino y pasado por la plancha sin excesos. Muy correcto.  

. tiramisú de naranja: presentado a modo de potito; algo denso en ración amplia.  

. café: básico sin nada destacable.

Unos trozos de pan de barra del día. Para beber opté por cerveza. La mayor parte de los comensales son clientes habituales y de día laborable (cierra sábados y domingos). Otros optan por encargar comida para llevar. Aquí se funciona con cocina de toda la vida y con el trato familiar como hace 40 años en los bares de barrio. ¡Y a mucha honra!.

El pasado lunes y por recomendación de varios amigos decidimos ir a probar el cocido que hacen todos los lunes de menú en el bar la luna.

Tengo que decir que me habían dicho que tenia que ir con hambre, menos mal que me advirtieron porque ademas de ser sin duda de los mejores que me probado en mi vida, las raciones son mas que copiosas.

Se trata de un bar pequeño ( avisar antes para reservar mesa mejor ) y de política de cocida tradicional, nada de delicatessen de cocina de mercado, aquí se viene a comer como antes, platos de cuchara de verdad.

Tengo orígenes manchegos y castellanos en mi familia y reconozco que nunca he probado cocido igual en la comunidad valenciana.

calidad precio es un 10, no dudéis en probarlo porque repetiréis, la dueña Esther es la que atiende las mesas y ademas se encarga de realizar tan espectaculares guisos, es un encanto de persona y tremendamente amable y profesional.

Ya he reservado para volver con mis amigos y sin duda repetiremos en mas ocasiones.

  • MENUDO COCIDO!!! OMG!!!

    MENUDO COCIDO!!! OMG!!!

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