Una atmósfera para sentirse muy a gusto

Segundo restaurante nocturno de Venecia. Mala experiencia la noche de antes y un cierto temor. Pero, ete aquí que rápidamente se me quita el miedo nada más ver el cartel del sitio elegido, que rezaba así: Ristoteca, esto es, a medio camino entre restaurante y enoteca. Mola el tema. Buenas sensaciones del local, confirmadas con posterioridad.

Ubicación y entorno: Ubicado en el campo San Barbana, un tanto apartado del circuito turístico del centro de la ciudad, pero no excesivamente alejado (a medio camino entre la Universidad Ca’Foscari y el puente de la academia -allí te deja un vaporetto- y en diez minutos llegas a la Ristoteca). Entorno exterior agradable. Una amplia plaza con una bonita iglesia enfrente del restaurante. En épocas de menos frío (ayer 2º grados y con aire) la ristoteca tiene una terraza que debe ser muy agradable, tanto más porque el interior no es muy grande.

El entorno interior es un auténtico encanto en decoración. Dos estancias: una al lado de la entrada y otra en una especie de saloncito. Todo en madera antigua -de la que cruje- pero excelentemente cuidada, adornado con un gusto, botellas vino limpias, ollas antiguas de cobre, jarrones con flores colgantes, cajas de botellas, cuadros minimalistas…Dispensadoras de vino por copas.. El vino como protagonista. Muy bonito; qué buen gusto con tanta sencillez. Por cierto, capacidad para unas 60 pax.

Mesas de madera -alguna, de tamaño un poco justo, pero suficiente- situadas en pequeños rincones (aprovechando el local), con sillas cómodas. Un tanto juntas, pero sin agobios, dando una buena sensación de calidez al local.. Por lo menos, donde estuvimos nosotros, no se apreciaba un ambiente ruidoso, y el restaurante estaba a rebosar (lunes por la noche) de parroquianos. Olvidaros de los manteles: son de papel de servicio individual (lo que impide una mejor nota), lo que contrasta, sorprendentemente, con la existencia de una buena cubertería, buenos platos -algunos de diseño- y un excelente surtido de copas muy a considerar.

Servicio y servicio del vino: El restaurante estaba lleno y, a pesar de ello, el servicio fue muy bueno. Perfectos en la atención, rapidez en la toma de la comanda y en el servicio, platos sacadas todos prácticamente a la vez. Muy bien en este aspecto. Y mejor aún en el servicio del vino: tenían una carta de considerable amplitud -lo vi por el grosor de la misma-. Tomamos dos vinos distintos: dos blancos del friuli, uno más afrutado, otro un poco más seco, ambos muy ricos, servidos a óptima temperatura. Hubo cambio de copas entre uno y otro vino. Servidos en alguna ocasión, con excelente corrección por el camarero. Dispensadores de vinos por copas manteniendo temperatura. En fin, un sólo un pero: al ir a los servicios vi que tenían al lado alguna caja con vinos tintos… pero hasta el mejor escribano echa a veces un borrón.

Comida: Tiene un un par de menús (uno de ellos vegetariano, ambos sobre los 25/30 euros). Buena y variada carta: Unos 8 entrantes, 10 primeros variados, 7/8, pescados y otras tantas carnes. El entrante estaba claro: había visto cómo el de la mesa de al lado se estaba comiendo unos mejillones con tomate en una cazuela enorme situada en el centro de la mesa con auténtica delectación (la mujer miraba a la hija de ambos como diciéndole “deja a papá, que éste está en la gloria”. Pues nada, el primero decidido.

Y qué buenos estaban: en realidad, en la carta se decía que eran mejillones y almejas, si bien estas últimas eran de un tamaño mínimo, asemejándose, mucho más, a lo que viene siendo las chirlas. Daba igual, los mejillones -perfectamente limpios y de tamaño medio (los que más me gustan)- estaban gloriosos con una salsa de tomate ligera y con un tono picantito que estaba divina. Presentada en una gran cazuela con 8 o 10 costrones de pan frito que, si bien en un principio dificultan comer el ingrediente principal, hay que intentar echar para abajo para que se mezclen con la salsa y empapen -que lo hacen-. Me comí sólo 4 -era el primer plato- y me supieron bien ricos

En cuanto al segundo, pues después de dudar, volví a repetir en un plato que sigue sin convencerme. Espaguetis al nero di sepia, los cuales me resultan un tanto pesados para cenar. Buena cantidad -la sepia, tierna y concentrada al fondo del plato-, si bien la pasta, a mi juicio, cocida “a la española”, esto es, un tanto pasado de cocción y perdiendo ese “dente” maravilloso que una buena parte de los italianos clavan a la perfección. Simplemente un plato justo. En su conjunto, la comida es algo más que correcta, pero sin llegar al notable, salvo mejor elección -como hicieron mis compañeros de mesa (lubinas/ fritura de pesce con buena pinta, espaguetis con verduras…)

El pan aceptable: presentado en unas canastillas, del tipo barra tradicional, pre-cortado en generosos trozos y acompañados de unos grissinis salados.

Postre: No tomé, aunque había alguno que me llamaba la atención, pero no podía más. Hay para elegir 6 ó 7, aparte de una buena selección de grappas y bebidas espirituosas. Nos sacaron al centro de la mesas con los cafés unos de los mejores biscottinis que me he tomado en Venecia.

El precio: 46 euros/pax. Ello incluye la comida de todos los que estábamos (todos pidieron postre menos yo), así como las dos botellas de vinos y 6 de agua y 4 cafes. Sólo 5 euros más que en el sitio ayer comentado y con un nivel de calidad -y calidez- infinitamente superior.

En resumidas cuentas: un sitio para ir con la pareja para estar tranquilos, o con algún niño en plan familiar y tranquilo. O, también, para montar una buena juerga con los amigotes/as, poniéndote bien de los vinos que allí te sirven (insisto, muy bien). Un todoterreno en el que me he encontrado de cine. Yo volveré seguro. Si os pilla cerca, haced parada y fonda, que no os arrepentiréis.

  1. #1

    Domenec_Segura

    ...i al salir un helado en Grom.

  2. #2

    Joaquin1965

    en respuesta a Domenec_Segura
    Ver mensaje de Domenec_Segura

    Ummmm.. En otra época vale, pero ahora.... Ciertamente, es de lo mejor en helados que hay por aquí (que hay bastante poco), aunque no sea, EMHO, para echar cohetes en comparación con otras muchas heladerías de italia.

    Aprovecho el mensaje para aclarar que en el vaporetto hay que bajarse en la parada de Ca'Rezzonico.

  3. #3

    Domenec_Segura

    en respuesta a Joaquin1965
    Ver mensaje de Joaquin1965

    Su helado de fresa es espectacular. Tienes otra heladería increíble, que no recuerdo el nombre, en los Zattere. Colas para pedir.

  4. #4

    Joaquin1965

    en respuesta a Domenec_Segura
    Ver mensaje de Domenec_Segura

    Bueno, bueno.. ya lo probaré... que de 8 veces que he estado por aquí este año parece que no he probado todos los gustos de GROM.

    En cuanto a la que se encuentra en los zattere, y dado que estos son 4, y la fondamenta del mismo nombre es bastante larga, la busco cuando haga mejor tiempo y tenga ganas de tomarme un helado.

  5. #5

    Domenec_Segura

    en respuesta a Joaquin1965
    Ver mensaje de Joaquin1965

    Cerca del squero

  6. #6

    Joaquin1965

    en respuesta a Domenec_Segura
    Ver mensaje de Domenec_Segura

    El bareto pequeñin de las tapas sencillas??

  7. #7

    Domenec_Segura

    en respuesta a Joaquin1965
    Ver mensaje de Joaquin1965

    No, donde reparan góndolas

  8. #8

    G-M.

    Debes estar de pasta hasta los....
    Ufff, cómo me cansa a mi, oye!

  9. #9

    Joaquin1965

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Ja, ja... no, que hoy ya no he tomado. Que me he apretado unas vierias y un rape como Dios manda. Pero es que si la pasta no te la comes aquí, pues ya me dirás.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar