Al fin !!

Hace ya varios años que queríamos visitar el restaurante Cofiño, pero por una cosa o por otra, no habíamos podido hacerlo, ya porque estábamos alojados lejos de Caviedes, o porque y sobre todo nos había sido imposible contactarles para reservar  y esta vez, mira por donde, llamé por teléfono 10 días antes del dia que  teníamos previsto ir para comer y milagro, me descuelgan el teléfono y además puedo reservar una mesa para ir a comer el dia 04 de agosto.

No voy a hacer una nueva descripción del restaurante pues ya hay muchas en Verema y en su interior todo sigue igual. Cuando llegamos, a eso de las 13h, teníamos mesa reservada a las 13h30, nos fuimos a tomar un vermouth a la barra del bar que cohabita con la tienda  de delicatessen  y dos mesas de comedor.

Nos instalaron en la sala donde se encuentra la bodega, en  una mesa desde la que divisábamos toda nuestro comedor y el adyacente, situado tras una cristalera. Las mesas, de buenas dimensiones, y bastante bien separadas las unas de las otras están desnudas. Vajilla y cubertería correctas y buenas copas, si no recuerdo mal, Riedel. El servicio de sala fue bueno y agradable, sin tiempos muertos (el restaurante estaba lleno), el servicio del vino se ciñó al descorche y primera cata. Tienen una bodega interesante tanto a nivel de contenido como de precios.

Tras leer la carta detenidamente optamos por compartir los siguientes platos :

Rejos de calamar con alioli. Crujientes y perfectamente cocinados. Fresquísimos y buenísimos.

Gamba roja ahumada con ceviche de tomate y aguacate. Para repetir. Una verdadera delicia.

Albondigas en salsa. Enormes como pelotas de tenis, sabrosas y jugosas con una salsa para acabarse el pan y acompañadas de un plato de patatas fritas caseras buenisimas. Un plato icónico de la casa

Cabrito al horno. Guiso bien cocinado y rico. Casi no pudimos terminárnoslo ...

No tomamos postres, el cuerpo no daba para mas.

Para beber tomamos una botella de agua de 1l y una botella de vino blanco Albariño do Ferreiro Cepas Vellas 2020 DO Rias Baixas. Bodegas Gerardo Mendez - Meaño. Cepajes 100% Albariño. Viñedo de mas de 200 años. Vendimia manual. Agricultura respetuosa. Producción muy limitada. El vino reposa sobre sus propias lías finas en depósitos de acero inoxidable unos 12 meses. Color amarillo brillante, Muy elegante, fresco con muy buena acidez muy equilibrado y largo en boca. Un viejo conocido que probé por primera vez en las Rias Baixas hace ya algunos años y  que no dudo en pedirlo cada vez que lo veo en una carta de vinos a precio razonable.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 45,60 €. Muy buena RCP. Muy buena cocina tradicional. Como nos gustó volvimos a reservar in situ para dos días después y cuya crónica publicaré en breve. Recomendable, pero muy difícil de reservar, vía telefónica (única manera de hacerlo), si no se hace personalmente en Caviedes.