Con el nombre Tomax y en el mismo lugar donde antes estaba el conocido Dento , podremos encontrar ahora el clásico " Hermanos Tomas " que antes estaba justo en el extrarradio de Barcelona , allí donde comienza la C -58. De hecho me enteré del traslado gracias al post anterior de "socdesitges"...

Siempre había escuchado elogios de este restaurante , que se inició en 1970, pero nunca me había decidió a ir, debido al lugar y las dificultades de aparcamiento . Y cuando me enteré del cambio, dije , "ahora toca" .

Ubicado en la calle Loreto , a pocos metros de Urgell , el local es confortable y con un servicio muy amable y profesional . Fuimos el último miércoles, mientras el Barça se lo hacía con el Milan, a no demasiada distancia y como es lógico , la falta de afluencia de público era desoladora .

La cocina , tal como lo indica la web, es cocina clásica castellana con sabores naturales y en el polo opuesto a la cocina de diseño . Aconsejados por la persona que en ese momento hacía de maître , empezamos compartiendo unos " Torreznos del alma" , " Morcilla " de arroz y unas " Pochas " con almejas. Y continuamos compartiendo el "1/ 4 de lechazo " al horno .

Todos los platos estuvieron excelentes. Quizás las " pochas " , era el más previsible y no conllevó ninguna sorpresa , pero los "torreznos " y "morcilla" , hubiéramos repetido y ya no diré del cordero que era excelente de materia prima y al horno ( horno especial), sin demasiados aditivos . Los mejores que he probado.

El servicio como ya he dicho muy agradable e incluso con algún gag gracioso , como el que hicieron cuando nos habíamos terminado el 1/4 de cordero y llega impasible y nos dice " los llevo la otra parte ya? " ... No estábamos para otra ración ...! .

Y aunque cueste de creer ( hablo por los que me conocéis ) , nos apeteció pedir postre. Quizás por lo clásicos y curiosos . Elegimos una " Tarta de Galletas de la Abuela " y unos Bombones de Higo " . Muy buenos los dos , como para repetir también.

Es de esos lugares que sales diciendo, "que bien hemos cenado ". Seguramente es más adecuado para un almuerzo, pero ningún problema en volver. Lástima de la sala vacía, pero esto del fútbol hace daño y más en lugares de esos que imaginando un estudio sociológico de su "target" de público, estoy seguro de que coincide con el público futbolero ... :) .

Nos ofrecieron chupitos que declinamos y optamos por el café y la cuenta . Acompañamos la cena con un Furvus DO Montsant, excelente como siempre .

Creo que la RCP es correcta , con un vino de 20 € (que en tienda está por 16/17 € y por lo tanto está muy ajustado)

Pero no acabaré sin soltar alguna de mis transgresiones: No entiendo demasiado como un lugar con su renombre, no han hecho una campaña más sonada, comentando el traslado. Hoy en día es raro ver una inauguración sin la troupe de los "so exited" , explicando posteriormente las maravillas de lugar.

Si yo abriera un restaurante (o realizara un traslado , que viene a ser lo mismo) , creo que acabaría tirando de los "so excited" para hacer difusión. Los alimentas, los preparas 3 mariconadas , los aguantas la conversación un rato y te dejan por las nubes . Me costaría por temas de conciencia, pero el negocio es el negocio y si hay que aguantar e invitar a algún iluminado, se hace ;). Aunque ahora que pensándolo bien, seguramente no me vendría ningun "so excited" , pues más de uno no me quiere ... #fent_amics .. ;).

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

La ubicación, la decoración y el nombre han cambiado pero se mantiene la esencia, la dirección, la materia prima y el tipo de cocina.
El cambio desde un barrio periférico de Barcelona a una de las zonas de negocio cerca de la plaza Francesc Macià y de varios hoteles hará que se amplie el publico objetivo de este restaurante.
De Hermanos Tomás a Tomax???, alguna explicación habrá. Julian Tomás Jr. si cabe con pasión renovada dirige este nuevo local cuyos cambios han afectado únicamente a la estética, puesto que continúa ofreciendo los mismos platos de cuchara de siempre las pochas y las alubias, la misma morcilla de siempre, los torreznos de siempre. Buena oferta de pescados y de carnes, para la mí el lechazo es uno de los platos que borda.
Ha mejorado la carta de vinos.
En esta ocasión éramos tres comensales y pedimos tres torreznos y seis rodajas de morcilla, tres raciones de "extendida" (hogaza de pan que sirven caliente) a la que a una de ellas dimos cuenta antes de que trajeran el primer plato mojandola con un exquisito aceite procedente de la comarca del Montsià.
Un cuarto de lechazo al horno compartido entre dos y pollo de corral guisado para el tercero. El lechazo horneado únicamente con agua y ajos, el pollo bien guisado pero lo sirvieron frío por el interior.
Destacar que al solicitar la cuenta no nos cobraron el pollo, detalle que es de agradecer.
Cayeron dos botellas de un D.O. Empordà, Clos Diana servido a temperatura correcta, dos cañas de cerveza y agua de litro.
Postre dos sorbetes de gin tonic y una pirámide de chocolate.
Tres cafés.
Servicio atento y agradable capitaneado por Julián, si no conoces el restaurante, déjate aconsejar por él, no te defraudará.