Restaurante Fabiola en Motril
Restaurante Fabiola
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
6.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Coulant de chocolate
Tartar de atún
Cabracho
Opiniones de Fabiola
OPINIONES
2

Animados por el comentario del forero Eugenio, nos decidimos a probar su oferta culinaria previa reserva, aunque a decir verdad no hubiera hecho falta para el restaurante (prácticamente vacío), aunque sí para el gastrobar (abarrotado y con gente esperando). Situado a escasos metros de la Playa Granada y del campo de golf en una zona basta chic. Comedor espacioso y bien climatizado con una decena de mesas bien separadas y correctamente vestidas en un ambiente moderno con tonos blancos y plateados.

Carta muy atractiva incluyendo platos que buscan la fusión entre las últimas tendencias culinarias y la tradición de la cocina mediterránea, además de la promoción de platos típicos y productos de la Costa Tropical. Incluye un menú degustación por 41€ con maridaje opcional por 10€.

Desafortunadamente, el camarero que nos tomó nota no está a la altura de la cocina. Se limitó a tomar nota, con total apatía, sin advertirnos de la generosidad de los platos, con lo cual ya adelanto que cuando terminamos los entrantes ya estábamos bastante saciados. Sin embargo el maitre, bastante más atento, cuando vio la mesa con los tres entrantes, nos aclaró que la vocación de los entrantes era de ser compartidos en vez de ser servidos individualmente como fue nuestro caso. Nos dio la opción muy amablemente de eliminar alguno de los platos principales de la comanda, que fue de agradecer especialmente por parte de mi mujer, que tuvo que renunciar, no sin pena, a su rissotto de solomillo de cerdo, pera y queso gorgonzola.

Pero lamentablemente hubo un problema aún mayor: más de 35 minutos de espera por los platos principales es excesivo. El maitre se disculpó un par de veces comentando que uno de los platos se había pasado y lo estaban repitiendo. Lástima pues cuando llegaron ya habíamos perdido el apetito.

Cestita de panes variados; nos decidimos por el de tomate bastante bueno.

Como único detalle de la casa, un salpicón de marisco bastante flojo de aliño y con la sorprendente presencia de trocitos de naranja.

Cena para tres personas:

- Ensalada de queso de cabra, chutney de mango y aguacate con vinagreta de yogurt: Muy buena ensalada en la que el grueso tronco de rulo de cabra se ve bien acompañado del resto de ingredientes. Sabrosa al mismo tiempo que refrescante.

- Milhojas de foie, queso de cabra, carne de membrillo y manzana caramelizada: Un entrante frío con diferentes capas dando un resultado magnífico gracias a la combinación equilibrada de sabores.

- Tartar de atún rojo con aguacate y mango: Buen tartar de atún cortado a cuchillo y bien aderezado con el aguacate y el mango. Al final se hizo un tanto aburrido dado el tamaño de la ración. Presentado con rebanaditas de pan crujiente.

- Magret de pato con paloduz, arroz cremoso de setas, frutos rojos y reducción de su jugo: Taquitos de pechuga de pato nuevamente pasados de cocción sobre una señora montaña de arroz de textura cremosa con generosos trozos de setas. Bien pero no entusiasmó.

- Taco de presa ibérica marinada en soja con verduritas salteadas, tocino y crema de boniato: Buena materia prima pero excesivamente hecha. Una pena pues estaba tierna y sabrosa a pesar de haber sido maltratada en la cocina (estoy convencido que el plato a repetir fue el magret y ésta situación le pasó factura a la presa ¿recalentándola?).

- Crème brúlée de violetas con frutos rojos: Correcto postre con una crema con nítidos sabores a flores y acompañada de frutillos del bosque.

Al final de la cena, el maitre, un tanto contrariado, quiso invitarnos a una copa que declinamos al tener que conducir.

Carta de vinos no especialmente larga pero con opciones bastante interesantes, tanto nacionales como internacionales. Ante el pinchazo con el Allende 2009, nos decidimos por un flojísimo chenin-blanc: Château de Fosse-Sèche Arcane 2011 (AOC Saumur) (28.00€ IVA inc), servido en copas adecuadas y perfecto de temperatura. No hizo falta pedir la cubitera y estuvieron siempre atentos a rellenar.

Precio total: 127.75€ (incluido IVA, un refresco a 2.00€, botella de agua de 1 litro a 1.75€ y la botella de vino). No cobran pan ni servicio.

Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría compartir en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas

Nota 2: Aunque la valoración final de la experiencia no es alta, tenemos claro que es un restaurante con una cocina con suficiente potencial, pero con problemas debido a la demanda tan exigente del gastrobar anexo. Dos horas y media para una comanda tipo standard es mucho tiempo. Si repetimos vacaciones por la zona, no dudaremos en volver.

Playa Granada es la urbanización “chic” de Motril, edificada junto al primigenio pueblo del Chirimoyo y al Palacio de la Reina Fabiola, una zona en crecimiento y donde hace unos pocos meses se ha abierto este interesante restaurante que recuerda a la que fuera reina consorte de los belgas. Local espacioso y moderno, con un amplio comedor de líneas discretas y mesas bien vestidas y separadas. En verano esta zona es más de cenas y comimos prácticamente solos, muy tranquilos.

Cocina de mercado, basada en un selecto producto y apoyándose en las frutas tropicales de la zona, sin olvidarse de las carnes de la sierra y de los arroces, completando una carta bastante completa, con mucho donde elegir. Comenzamos con un aperitivo de tartar de salmón con queso y rúcula muy refrescante y unas croquetas variadas presentadas una pequeña cesta de freidora y todas francamente buenas, hechas como mandan los cánones.

Como primeros platos pedimos un ajo blanco de pepino con sardinas marinadas (10€) que le gustó mucho a mi mujer (no lo probé porque no puedo con el pepino) y un risotto de setas con tacos de magret de pato y trufa negra de verano (20€) que nos encantó, perfectamente ligado y cremoso, con el marcado sabor del pato, las setas y la tuber aestivum, un plato contundente que más sería un segundo, pero bueno, hicimos el esfuerzo. De segundo, dos platos de pescado, un tartar de atún rojo con aguacate y mango (16€) muy rico, fresco y perfectamente macerado, con el curioso contraste que aporta el excepcional mango de la zona y el cabracho en harinas de hierbas con topinambo y crema ligera de tomillo (21€), un generoso lomo de cabracho muy bien frito, crujiente por fuera y jugoso por dentro, con el sabor montaraz del tomillo y al que solo le sobraba el topinambo, un tubérculo que no conocíamos y que parece ser muy escaso y apreciado pero que a nosotros nos pareció que estaba a años luz de una buena patata. No solemos hablar mucho de los panes en los comentarios, pero en este caso y entre otras opciones, nos ofrecieron uno de tinta de calamar realmente curioso. De postres pedimos una torrija de coco caramelizada con helado de nata (6€) y el coulant de chocolate con helado de frambuesa (7€), ambos bocados golosos y muy ricos, nos quedamos con los dos. Rematamos con una selección de bombones de Oriol Balaguer sin ningún desperdicio, excepcionales. Platos todos muy bien presentados y una cocina de muy buen nivel pero con un tema que deben revisar y es que las raciones nos parecieron enormes, aunque claro, peor sería que ocurriera lo contrario. Disponen igualmente de un menú degustación de 6 platos (aperitivo, dos entrantes, pescado, carne y postre) por 39 euros, 55 con maridaje.

Carta de vinos sumamente interesante, completa, con algún error tipográfico del que avisamos pero elegida con criterio, incluso con la presencia de algunos vinos extranjeros, bien dimensionada entre espumosos, blancos, generosos, tintos y dulces. Precios muy variables, algunos vinos caros, otros bien de precio y otros a precio casi de derribo, auténticas oportunidades. Magnífica la selección de vinos de Jerez y así pedimos la extraordinaria Bota de Manzanilla Pasada Nº 30 “Capataz Rivas” (18€), una de las mejores manzanillas que conocemos y auténtico vino de clase mundial, que acompañó toda la comida de maravilla. Vinos servidos en buenas copas, con varios modelos para elegir. Servicio de calidad, bien formado y preocupado del tema vino, algo cada vez más escaso y de suma importancia para nosotros.

Pues nos ha sorprendido muy gratamente este restaurante, la base es muy buena y simplemente deben ir poco a poco puliendo detalles, pero la cocina es de calidad y con sabor y la apuesta por el vino más que notable, así que seguramente dará que hablar aunque no sabemos cómo funcionará esta zona fuera de los meses de vacaciones, en cualquier caso nos ha gustado mucho y repetiremos. Precio medio, unos 50 euros.

  • Coulant de chocolate

    Coulant de chocolate

  • Tartar de atún

    Tartar de atún

  • Cabracho

    Cabracho

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