Local agradable situado en la zona de la Finca Roja al que nunca habíamos acudido y al que, animados por las críticas y al ser el único abierto esa noche, decidimos a entrar.
De primero tomamos las papas con mojo que realmente estaban buenas, sobre todo el mojo rojo con un toque picante.
Continuamos con un saco de pasta brick relleno de queso y jamón que estaba correcto; de plato principal, ambos optamos por solomillo de ternera al que le acompañaba una guarnición de verdura a la plancha y que nos dejó indiferentes; los entrecots que sacaron para una mesa contigua, tenían mejor pinta.
Carta de vinos muy corta y, en mi modesta opinión, a precios elevadísimos.
Opte por un Viña Sastre marcado en carta a 21 € en la creencia de que se trataba del crianza, teniendo en cuenta que en tienda cuesta sobre 14 € y que a la vista del resto de precios, (Cune a 17 €, cuando en tienda no llega a 6, miracle a 15 y en tienda sobre 5, etc.), se trataba de la mejor opción. Me lo dan a probar y lo encuentro bueno, -en realidad lo está-, pero al finalizar la primera copa noto que no me sabe tan bien como los que compro en una bodega cercana. Cojo la botella y al giralra me doy cuenta que se trata del Viña Sastre Roble.
Me dirijo al que ejercía las funciones de Jefe de Sala y le pregunto si el que se ofrecía en la carta no era el crianza; se gira, ojea la carta, se vuelve a girar, me dice que no y se va.
Los precios de los vinos prácticamente triplican los de tienda, -el Viña Sastre Roble cuesta sobre 8 €, 13€ de recargo-; si llego a saberlo, pido el Muga crianza al que "sólo" le metían 11€ de recargo; no entiendo esta política de precios con los vinos, sobre todo con una carta tan corta.
Trato muy amable por parte de cocinera y ayudante, no así del Jefe de Sala que ni se interesó del por qué de mi pregunta, ni nos dirigió la palabra durante el resto de la cena.
En fin, local al que no pienso volver por dos motivos: en primer lugar, por ese precio, existen mejores opciones por la zona y en segundo lugar por que a mi me gusta comer o cenar con vino, no con cerveza, pero no estoy dispuesto a pagarlo a esos precios.
P.D.Quizá debí mirar que no se especificaba claramente que se trataba del crianza, -mea culpa-, pero en la carta tampoco se señalaba que era el roble por lo que, por el precio, no me cupo duda de que se refería al crianza; fallo mio.