Restaurante La Tegala en Macher (Lanzarote)
Restaurante La Tegala
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
42,70 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
51 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
Opiniones de La Tegala
OPINIONES
3

Cuando estuvimos en el 2013, el restaurante acababa de abrir y el servicio estaba un poco dislocado. Dos años después, hemos vuelto a visitar el bonito restaurante del chef German Blanco y esta vez está en pleno vuelo y bien estabilizado.

No voy a describir de nuevo el restaurante, pues prácticamente nada ha cambiado ni en su situación ni en su decoración interior y exterior. Para la descripción pueden leer mi comentario del 02/09/13 (www.verema.com/restaurantes/102694-tegala-macher-lanzarote/valoraciones/1113433-buen-restaurante-pleno-despegue)

Reservamos un dia al avance y fuimos a cenar el miércoles 06 de mayo a las 20h30. El restaurante estaba casi lleno.
El servicio de sala me pareció bueno, cordial y sobre todo profesional. El servicio de vinos es bueno, aunque la carta no es muy amplia y está basada sobre todo en vinos de las islas.
La carta de primavera/verano, y el menú degustación de Mayo presentan platos de temporada preparados con productos ecológicos suministrados directamente por agricultores y ganaderos de Lanzarote.

Optamos por el menú degustación :

Formado por 5 entrantes :

Guisantes, acelgas, consomé vegetal
Arroz suflado, tartar de atún y jengibre
Frambuesa crujiente, queso ahumado de Uga
Sopita de fresas, tomate y sardina ahumada
Espárragos blancos y verdes

dos platos principales :

Chipirón, arroz meloso de langostinos y setas de temporada
Paletilla de cochino, papa y vainilla

y un postre:

Chocolate, café y orujo

Antes que nada, decir que todos los platos estaban muy bien presentados y los productos eran de excelente calidad. Entre los entrantes lo que mas nos gustó a ambos, fue la sopa de guisantes y acelgas, sabores naturales de productos naturales... muy buena, los espárragos blancos y verdes, también puro producto y el arroz suflado con tartar de atún y jengibre, muy bueno. Los dos otros platos no nos acabaron de convencer, la mezcla de sabores y productos nos pareció demasiado rebuscada y al final no sabias realmente lo que comías... pero eso es nuestra humilde opinión.
Lo mejor indiscutiblemente fueron los dos platos principales, tanto el chipirón como la paletilla de cochino autóctono fueron las estrellas de la cena. Disfrutamos.
No recuerdo las sensaciones que sentí con el postre... ni MC tampoco.

El pan artesano que acompañó la comida era bueno. Finalizamos con 2 buenos cafés y unos "Petits Fours", que tuve que reclamar porque habían olvidado de servirnoslos,... como a todo el resto de comensales...

Para beber, escogimos un vino blanco DO La Palma, Albillo Criollo 2012 crianza sobre lias creo recordar que se trataba de la bodega Matias y Torres de Garafia, cepaje 100% Albillo Criollo. Me pareció fresco y estructurado. Me gustó.

La cuenta ascendió a 60,25 €/persona, buena RCP para nosotros, tal vez caro para la isla. La conclusión es prácticamente la misma que en el año 2013, excelente restaurante con un excelente producto, perfecta elaboración y sofisticada presentación de los platos. Se come muy bien y ahora que ya está rodado, el servicio es bueno. Sigo encontrando a faltar la presencia del Chef German Blanco en sala, al menos al final de la cena. Recomendable, es uno de los restaurantes a visitar en Lanzarote. En nuestra próxima visita volveremos.

Recien “aterrizados” y dada la proximidad al aeropuerto llegamos a comer a este bonito restaurante. El local es muy agaradable pero la sala principal acristalada que es preciosa estaba a una temperatura insoportable ya que el sol da de lleno y las mesas en sombra estaban ocupadas. Con gran acierto nos cambiamos a un pequeño comedor que tambien tiene grandes ventanas y alli se estaba de maravilla.

El servicio es muy atento y salvo una cierta lentitud ( que luego vimos que es muy habitual en casi todos los locales de la isla) se porto con correcion y amabilidad.

Como ya he dicho que llegamos desde el avion, no estabamos muy espabilados y para el vino nos dejamos aconsejar y el acierto fue pleno. Vulcano malvasia que es de una bodega del pueblo de Tias y que nos encantó. Tengo que decir que todos los malvasia secos que tomamos en nuestra estancia ( que fueron muchos) nos han gustado bastante.

Como aperitivos nos trajeron:
• Crema de zanahoria con trufa: la trufa ni se apreciaba. La crema corecta
• Esferificacion de aceituna . Perfecta (me acordé de El Bulli)
• Aceites de arbequina y picual con panecillos caseros de cebolla y hierbas. Muy buenos
Pedimos para compartir una ensalada crujiente de langostinos con aguacate, manzana y miel que nos parecio realmente buena. Muy equilibrada y refrescante

Como segundos:
• Taco de cherne con tuberculos y polvo de algas y crustaceos. Muy buen pescado y bien presentado
• Cochinillo crujiente con salsa de remolacha y manzana. Un racion abundante de muy buen sabor y perefecto punto de asado

Pedimos unos cafes que en mi opinion habrian quedado de maravilla con unos petit fours pero los sirvieron sin nada mas dejando una sensacion algo pobre en la mesa habida cuenta del nivel del servicio y la cocina.

Pero en resumen, nuestro bautismo gastronomico lanzaroteño fue muy muy bueno.

La Tegala (nombre aborigen de Atalaya) se encuentra ubicado en el pueblo de Macher, en un promontorio, a pie de carretera entre Arrecife y Playa Blanca. Es un restaurante de diseño muy vanguardista, con un amplio parking, desde donde se accede subiendo unas cuantas escaleras a un bar muy bien decorado para seguidamente entrar en el comedor principal, sala rodeada de cristaleras con unas bonitas vistas panorámicas sobre el paisaje de Lanzarote y en los días claros de la Isla de Lobos y Fuerteventura. Tiene 2 salones privados y una bodega con sala de cata.
El restaurante está dirigido por el Chef German Blanco, antiguo responsable de los fogones del restaurante Amura. Las mesas están bien presentadas y bastante bien separadas aunque esto no impide que la sala sea, para mi gusto, un poco ruidosa (tal vez su concepción acústica). Buen servicio de copas.
Reservé el mismo día y fuimos a cenar a las 21h. La carta, la cambian cada temporada con productos frescos de la zona e igualmente proponen un menú degustación. Optamos por comer a la carta ya que el menú degustacion que presentaban en esta ocasión no nos apetecía.
Comenzamos con unos snacks, que ahora mismo no recuerdo, pero que estaban buenos. El camarero no fue capaz de explicarnos lo que nos servia...
Para beber tomamos un Grifo Colección (Malvasía volcánica seco fermentado en barrica) muy agradable al paladar, frutal y mineral. El servicio muy flojo...
De primeros, tomamos :
Ceviche de mero, con verduritas agridulces, caviar de lima y coco y toque de recula, muy bien elaborado. No puedo compararlo con otros ceviches pues es el primero que pruebo, pero estaba delicioso.
Ensalada de bacalao (plato del día no figurando en la carta) con anacardos garrapiñados y otros componentes que no recuerdo exactamente ( frutos secos y diferentes hortalizas y verduras)
M.C. la encontró excelente, para ella una de las mejores ensaladas de bacalao que ha comido en su vida y a sus cincuenta y tantos años ha comido muchas.

Seguimos con :

Cherne (familia del mero) acompañado de un puré rústico de tubérculos (ñame, papa y batata), matices de coco , vinagreta de tomate osmotizado y cilantro. Perfectamente cocinado en su punto. Excelente
Raviolis de bogavante, chipirón y setas, jugo batido del consomé y aromas de malvasía. Mi mujer lo encontró excelente.

Los camareros fueron incapaces de cantar los platos.

El pan, artesano, hecho en cocina, sin ser excepcional era bueno. El camarero no supo decirnos de que estaba echo cada uno de los 3 panes (nueces, olivas, campesino) que nos propusieron.

Compartimos de postre una torrija empanada, con leche de cabra que estaba deliciosa y finalizamos con 2 cafés acompañados de mignardises. Para variar el camarero fue incapaz de describírnoslas.

Pagamos 51,25 € por persona. La relación calidad-precio es buena (hablo únicamente de calidad de la comida, el servicio no lo tengo en cuenta). Sorprendidos por este servicio que no corresponde en absoluto a este tipo de restaurante, recomendado entre otros por la guía Michelín, le preguntamos a uno de los camareros el tiempo que hacia que el restaurante estaba abierto y nos explico que hacia únicamente 2 meses. Eché de menos la presencia del cocinero, que no apareció en ningún momento.

En conclusión, excelente restaurante con un excelente producto, perfecta elaboración y sofisticada presentación de los platos. Vamos que se come pero que muy bien, pero el servicio tiene que despegar y rápidamente... le falta mucho rodaje

Volveré cuando vaya de nuevo a Lanzarote, para ver su progresión. A pesar del servicio actual, la cocina es altamente recomendable.

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