Terraza al olio.

En San Teodoro, una bonita localidad que marca el final o el comienzo, según como se mire, de la famosa y glamurosa Costa Esmeralda, en el noreste de Cerdeña.

No teníamos pensado comer en esta población, pero se nos hizo la hora y no nos quedó otra.

Sin referencia alguna, entramos en Le Due Isole, un establecimiento que nos atrajo por su terraza acristalada colgante en el primer piso. Se accede a ella desde la calle por una escalera metálica en espiral.

Es un local alargado, con las mesas dispuestas perpendicularmente y pegadas al cristal en forma de módulos con capacidad para 4 personas. Perfecto, éramos 4.

Ése es el único encanto del restaurante. Las vistas… creo que a lo lejos se divisaba el mar, pero lo más próximo era un solar en obras. Por otro lado, no se percibía nada cuidado. Pero se estaba relativamente fresco y nos daban de comer (eran casi las 15.00 y en Cerdeña comen prontísimo y cierran cocinas también prontísimo).

El primer camarero que nos atendió era de gesto adusto e iba literalmente rebozado. No sé si es que era el que amasaba las pizzas, pero el tipo llevaba un uniforme negro que se había convertido por arte de magia en blanco.

A mitad de servicio entró en escena otro camarero que tampoco era la imagen de la pulcritud, pero al menos era simpático y hablaba con cierta soltura el castellano.

La carta de este ristorante-pizzeria era la propia de la cocina tradicional italiana enfocada al turismo.

Los “mayores” tomamos, para compartir, siempre compartimos (compartir es vivir, ¿no?):

De entrantes:

Frittura mista. Un mix de fritos de calamares, gambas, anchoas y algún otro pescadito.
Bavette San Teodoro. Una especie de espaguetis con cigalas, almejas y pistachos.

De segundos:

Baccala e coda di gamberoni in pastella. Bacalao y colas de langostinos rebozados.
Scaloppine ai fungui. Escalopines en salsa de champiñones.

La frittura estaba rica: buenos pescaditos y el calamar, era calamar. La pasta (bavette… ¡hay que ver la cantidad de nombres que le dan los italianos a los espaguetis!, para mí -en mi ignorancia que asumo y reconozco- son todos iguales) nadaba literalmente en aceite, pero estaba buena. El bacalao era como un buñuelo, aceitoso, aunque también sabroso, acompañado de langostinos enteros fritos y rebozados, con la cola pelada. Y los escalopines, se dejaban comer. Quedamos algo empachados de aceite, como las mesas, las sillas, los camareros…

Pero… ¡ahí estaba nuestro héroe, el audaz vermentino, para salvarnos de la grasa y ahogar nuestras penas! En esta ocasión, un Costamolinos 2012, un Vermentino di Sardegna de Argiolas, una de las bodegas que más presencia tienen en los restaurantes de la isla, con estupendos blancos como éste. Copas pésimas. Sin embargo la carta de vinos tenían alguna cosita como el mencionado Costamolinos.

El postre y el café, preferimos ir a tomarlo a alguna heladería artesanal de la zona de playa.

Bueno, pues algo pringosos… pero de alguna manera salvamos el break.

  1. #1

    Nowhereman

    Por lo que deducimos de tus comentarios relativos al "periplo sardo" los paisajes preciosos y la gastronomía no llega al aprobado... ¡Qué lástima que no esté a la altura!

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a Nowhereman
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    Jaja, bueno, aún no ha acabado el relato íntegro de mi periplo...

    Pero sí, ¡ande vas a comparar!

    ;-)

  3. #3

    Jeronimo

    Si os dieron de comer a las tres de la tarde, daros por satisfechos.

  4. #4

    Emili

    Pues vaya con Cerdeña. Hace poco, en el Discovery Max vi un reportaje de Andrew Zimmern en el que daba un recorrido por la isla visitando sus locales. La mayoría un poco penosos, sólo hubo uno (no recuerdo el nombre) que parecía bastante normal.

    Saludos.

  5. #5

    G-M.

    en respuesta a Jeronimo
    Ver mensaje de Jeronimo

    Po zí!

  6. #7

    G-M.

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Locales, te refieres a restaurantes o a pubs y tal?

  7. #8

    Isaac Agüero

    Como está el profesorado de exigente....sin parar de suspender....

  8. #9

    Emili

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    La verdad es que mas que restaurantes, lo que salían eran bares donde se servía comida típica de la zona. Sólo apareció un restaurante donde el personal atendía uniformado y se apreciaba un cierto nivel.

    Saludos.

  9. #10

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Y aún no he acabado.
    Y modérese, Sr Agüero, a ver si voy a tener que suspenderle a usté también.

  10. #11

    G-M.

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Muy curiosa Cerdeña, muy curiosa. Ojo, que yo volvería, y si puedo, volveré.
    Saludos

  11. #12

    Joseangel

    Como recomienda el Gran Jefe, ante la falta de referencias lo mejor los restaurantes de los centros comerciales.

  12. #13

    G-M.

    en respuesta a Joseangel
    Ver mensaje de Joseangel

    Jaja, pero aquí no hay centros comerciales!!!
    Son todo pequeñas localidades costeras.
    Saludos

  13. #14

    Joseangel

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Bilbao también es una pequeña localidad costera y tiene muchos.

  14. #15

    G-M.

    en respuesta a Joseangel
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    Ya, pero los mejores están es su capital, Zaragoza

  15. #16

    Otilio Haro

    ¡Pinchaste, nananana...nana...nana!

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