Ricciola y vermentino.

Nos hablaron bien de este restaurante y fuimos a buscarlo en nuestra visita a la bella localidad costera de Santa Teresa Gallura, ubicada en el punto más norte de la isla de Cerdeña.

No está ni cerca del puerto ni de la playa, sino en el interior del pueblo, en una zona de nueva urbanización, por lo que hicimos un acto de fe y allí nos dirigimos con un sofocante calor, agosto, mediodía.

Encontramos un restaurante con aire sereno, marinero, cierta elegancia, que emplea toda su energía en la terraza, terraza cubierta que pese a no tener vistas destacables está bien puesta y es francamente agradable. Está un poquito elevada, por lo que corría una deliciosa brisilla. Adiós al calor.

La carta es clásica de la zona, cocina italiana con especial atención a los pescados.

Tomamos de entrantes:

Antipasto Lampara. Sabroso mix de entrantes fríos: gamba aderezada con apio, pulpo cocido y anchoa en salazón.
Carpaccio di polpo. Buen pulpo, con una emulsión de limón muy balsámica.

De segundos:

Ricciola arrosto. Preguntamos por el pescado del día y era éste, caro comparado con el resto de referencias, pero ciertamente fresco. Una especie de pez limón, muy fino. Asado a la plancha.
Tagliata ai funghi porcini. Un buen pedazo de carne de vacuno, entrecot, presentado entero pero loncheado, con una salsa de champiñones y boletus. Rico.

De postre:

Panna cotta: suave, cremosa.

La carta de vinos era muy amplia, con preponderancia de los blancos entre los que brillaba con luz propia una buena representación de los vermentinos. Optamos por un Vermentino di Gallura divino: Karagnanj 2012. ¡Qué frescura pero con qué volumen! Acompañó la comida maravillosamente. Tratado nada más que con corrección.

El servicio, altivo y antipático, aunque con oficio. Nos cobraron dos botellas en lugar de una y cuando se lo hicimos saber se pusieron de todos los colores. Mientras abandonábamos el local oíamos como el dueño le echaba una buena reprimenda al camarero de marras…

Bien, un lugar que no enamora, pero donde comimos satisfactoriamente y en un entorno apacible.

  1. #1

    Fer B.

    Pues buena primera experiencia de tu periplo sardo. Bueno...excepto que te querían colar una botellita por la cara, ja, ja!.

    Esperamos tus próximos comentarios.

    Un abrazo!

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a Fer B.
    Ver mensaje de Fer B.

    Sí tío, y mira que yo que soy un dejao no repaso nunca las cuentas, veo el total y si no chirría, ahí lo dejo. Y a mi no me chirrió, pero a la mía dona sí, y menos mal.

    Un abrazo

  3. #3

    Fer B.

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Yo estoy cambiando y cada vez las repaso más. Aaaay... qué seríamos senza donna!!

    No contestes ;-)

  4. #4

    Hambrebuena

    La cuenta hay que repasarla SIEMPRE!!

    Siempre las repaso, incluso cuando vamos en grupo. Desde que hace años en un cumpleaños nos dieron la cuenta de la mesa de al lado que eran más del doble... Y, aunque algo alarmados por el alto precio, ya estábamos todos pagando!! Somos bobos!!

    Me alegro de tu escapada, ya nos irás contando... viajeeeeeeero!

  5. #5

    G-M.

    en respuesta a Fer B.
    Ver mensaje de Fer B.

    Chsssssssssssss

    ¿Felices?
    Juas juas juas

  6. #6

    G-M.

    en respuesta a Hambrebuena
    Ver mensaje de Hambrebuena

    Joe, yo ya te digo que jamás a no ser que cante un egg el total. Teresa tampoco suele.

    Pero... te voy a hacer una pregunta: de cada 100 veces que la repasas... ¿cuantas encuentras errores significativos?

  7. #7

    Hambrebuena

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Pues más errores de los que te imaginas. Significativos? Pocas veces, pero no cuesta nada, es un minuto y a veces hasta te encuentras con alguna alegría: que te han cobrado alguna cerveza de menos o que directamente te han invitado al postre... pocas veces pero pasa.

  8. #8

    G-M.

    en respuesta a Hambrebuena
    Ver mensaje de Hambrebuena

    Jeje ahí quería yo llegar... pues entonces no sé si merece la pena...

  9. #9

    Gastiola

    Con las cuentas suele pasar como con las nóminas, se confunden pero difícilmente a nuestro favor. :-)

  10. #10

    Gabriel Argumosa

    Lo de la botella doble de vino, fue porque te vieron pinta de turista, nórdico, esto lo apunto por tu estatura.

  11. #11

    G-M.

    en respuesta a Gastiola
    Ver mensaje de Gastiola

    Sí, pero pocas veces...

  12. #12

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Siempre que vamos al extranjero nos hablan en alemán, inglés... alucinan cuando decimos que somos españoles, y más que por mi, por Teresa, o quizás por la pareja

  13. #13

    Gabriel Argumosa

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Eso me ha pasado a mi siempre. Es más, una vez en Panamá capital un empleado del hotel me porfiaba que no podia ser yo español.

  14. #14

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Jaja, a nosotros hay veces, en el centro y norte de Europa que nos han preguntado turistas por direcciones y tal pensando que éramos nativos.

    Tú, alto, grande y ojos claros... ¿De qué color tenías el pelo? Jaja Yo... lo tenía castaño claro, era el orgullo de mi barrio Jajajajaja

  15. #15

    Gabriel Argumosa

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Muy rubio, pero sin ser albino je je

  16. #16

    Otilio Haro

    En este viaje tu bolsillo solvente ha aprendido una cosa ¿sabes cual?

    Respuesta: A revisar algo que jamás haces.

    Abrazos.

  17. #17

    G-M.

    en respuesta a Otilio Haro
    Ver mensaje de Otilio Haro

    Sí, pero no voy a importar la práctica.
    Se queda en Italia, pa cuando vuelva.

  18. #18

    oscar4435

    Igual es el carácter chichiliano , ojito , con lo que dices , que te la juegasssss.

  19. #19

    G-M.

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Otiá!
    Chsssssssssss

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar