Acudimos a este restaurante atraidos por las buenas críticas.
Cena para cinco, y menú de noche a 30 € por comensal bebida no incluida..y pan tampoco; podían especificarlo en la web como por ejemplo lo hace Saiti....no sé, seré yo el raro pero me sigue sin gustar que me cobren el pan con sobreprecios exageradísimos, con lo poco que cuesta más si cabe teniendo en cuenta que en esta ocasión el servicio se limitaba a rebanarlo y ponerlo en la mesa, sin aceites, sales, etc.....pero bueno.
Es cierto que en la puerta del restaurante figuraba copia del menú y se indicaba que el servicio de pan no estaba incluido en el precio, pero no en la web y ya estábamos los cinco allí.... ¿qué íbamos a hacer?
A lo que vamos, la cena estuvo buena, evidenciándose una muy buena técnica en la ejecución de los platos pero sin resultar sorprendentes, excepto dos; unos espectaculares raviolis de calamar, y el plato principal, papada de cerdo con una ligerísima salsa de mostaza envuelta en hojas de plátano....deliciosa, qué buena estaba.
Carta de vinos muy corta, centrada sobre todo en vinos valencianos. Tomamos dos botellas de Baigorri, servidas en copas Schott...muy bueno y a un excelente precio, 17 €.
El problema surge con las cantidades; no se puede pagar 30 € por una cena y más, si como se deduce de la filosofía del certamen, es para que podamos tener una impresión de lo que se cuece por Valencia y tener que echar constantemente mano del pan para no quedarte con hambre...y eso que no soy muy comedor.
No digo que tengan que perder dinero, ni muchísimo menos, pero estos certámenes para algo están y si con el servicio de pan, dos botellas de vino para cinco, cervezas, y tres orujos te cobran 45 € por persona,sales como si hubieras ido un día cualquiera a cenar.
En comida se merece el 8,5 ya que estaba muy buena, pero en mi opinión si paso hambre debo reflejarlo en la puntuación.