Después de 9 años en el grupo El Alto Quique Barella por fin se ha embarcado en un proyecto en solitario. Formado en la escuela de Hostelería de Castellón si mal no recuerdo , su trabajo le aupó como uno de los cocineros punteros de la capital con platos históricos como el Canelón de arros amb fesols i naps o la torrija de horchata con helado de canela.
Desde mediados de año ocupa el antiguo local de Torrijos y Apicius en la calle Finlandia. Una completa reforma lo ha dotado de dos espacios. El primero a la entrada más informal con 3 mesas altas pero cómodas para 6 comensales cada una y una sala muy agradable con decoración cálida y moderna.
No hay carta pero dispone de 4 tipos de menú: Arroz (22e) Tapas (25e), Jocs de Cuina ( 29.50e) y Jocs de cuina XL (39.50e). El servicio de pan (muy bueno de Paco Roig) y petit fours se cobra a 2.50e por comensal.
Nosotros cansados un poco de los menús de arroz optamos por el de 5 tapas y postre recomendado por un amigo bloggero.
.Crema de hervido valenciano con migas: Entrando en calor
.Bonito en escabeche con alcachofas y habas de soja tierna: El plato de la comida. Tremendo. Producto de primera y un escabeche suave, delicado.
. Sepionets de playa con mayonesa de coco y migas de perejil: De nuevo respeto por el producto. Mucho sabor en este plato con una curiosa mayonesa. Buena combinación.
.Vieira con romesco y tallarines de judías verde: Este plato no entraba en el menú pero ante mi interés al elegir los platos llegó a la mesa sin pedirlo y sin coste alguno. Un gran detalle. En apariencia sencillo, el contraste entre el sabor de la viera y un romesco suave pero exento de dulzura es perfecto. Otro para el recuerdo.
. Crema de calabaza con sardina ahumada y sésamo negro: calabaza en dos texturas, buena combinación. El plato menos sorprendente.
. Huevo a baja temperatura con papada y espuma de patata trufada: Contundencia para acabar. Aunque la yema no acabó de salir todo lo líquida que debiera, la combinación de sabores es muy potente.
. Piña colada; Muy refrescante. Interesante.
.Torrija de horchata con helado de canela: uno de los históricos de Quique Barella y que han tenido que recuperar ante la demanda de los clientes. El postre perfecto sin excesiva dulzura y homenajeando a su tierra.
Cafés y petit fours (roca de chocolate y financier) además de invitación a un chupito de Pacharán terminaron la comida.
El servicio de sala está impecablemente dirigido por Elsa Fuillerat amable, cercano pero sin agobios. Buen servicio del vino con continuo rellenado de copas. Como ya citó Dani C. adolece de referencias en el apartado sobre todo de espumosos cuestión esta a revisar. Tomamos un cava muy correcto Antique Millesime..
Un menú con buenas sensaciones al igual que su cocina que no conocíamos. Basada en el producto valenciano, por lo visto prima éste con no demasiada manipulación y jugando como máximo con 3 ingredientes respetando así la esencia del mismo. Son tiempos complicados pero estos proyectos en solitario que persigue todo buen cocinero donde desarrollar su trabajo sin presiones se agradecen.
Torrija
Vieira
bonito en escabeche
Un espectáculo visual y en boca, especialmente la mahonesa.
A mí me parece también que todos los platos están en un nivel alto. La mahonesa de coco te sorprende, pero el huevo y la viera son platos conseguidos; la torrija como en pocos sitios.
Un buen equipo de trabajo, además del lider.
Con lo de máximo me he colado ahora al releerlo. Lo bien cierto es que en el menú ofrecido los platos no tenían más de 3 ingredientes. Lo que quería dar a entender es que no le gusta recargar mucho sus creaciones. Prima el producto sobre la mezcla de demasiados sabores.
Me temo que ahí nunca triunfará ese tipo de menús, porque para cenar un menú de tapas os vais y os tomáis 5 pintxos deliciosos que los hay por muchas partes. Al menos, eso es lo que yo haría y no soy de Bilbao ( aunque creo que ya deberíais de darme un empadronamiento o algo...)
Lo que pasa es que los que tenemos ya una edad.... pues nos hacemos más cómodos y preferimos sentarnos tranquilamente a degustarlos. Si vas de pintxos, la mitad de las veces terminas un poco "tocao" pues bebes más de lo recomendable. Vamos a ver, los de Bilbao nacemos y vivimos donde nos da la gana así que date por empadronada. :-)
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