Muy recomendable

Local que ha pasado numerosas vicisutudes y que es recogido el testigo por Quique, también con amplio bagaje de cocinas de renombre, y que aquí parece haberse quitado el corsé para liberar su creatividad sin ataduras.
Redecorado con ambiente moderno con una entrada a zona de banquetas altas muy estético para comida más rápida, para catas o para aperitivos a la espera de mesa, si es que se llena el comedor. Hoy eramos dos parejas, uno comensal solo, una mesa de 4 y la nuestra redonda de 3 con perspectiva hacia el comedor y hacia el pasillo.
No describo más de las características de copas, cuberteria, manteleria, pues ya están descritos; solo decir que cuencos oscuros me sigue pareciendo que la comida pierde fase visual.

Carta de vinos corta pero suficiente: 3 cavas, 2 champagnes (¡¡la viuda y moet, poca originalidad!!), 1 rosado, 5 blancos, 5 riojas, 4 riberas, 5 testimonios de otras DO aparte de los 11 valencianos. Precios entre los 12€ de Balbas y los 45€ de Mauro.
Mientras se completaba la mesa un Entreflores verdejo y un par de cervezas Heineken para dar cuenta de los chips de patata de los que cayeron varias raciones.
Ante el calor de la calle optamos por cava: Tantum Ergo rosé (no estaba en carta más que el Chardonnay) bueno en su punto y perfecto para los calores estivales; al final fueron dos botellas.
Muy buen servicio de Darío en sala, manteniendo las copas con suficiente cantidad sin excesos para que estuviera siempre bien de temperatura. Una de agua completó la parte líquida de la comida.

Carta de menús de varios precios ya comentados, pero optamos por conocer la creatividad de Quique en un dia sin agobios:
. gazpacho de sandia con sardina ahumada y albahaca: refrescante, sabroso y una buena entrada, bien conjuntada la mezcla de sabores
. crema de queso de casoleta con almendras y tramuzos: sencillez y resultado, bajo costo, buena elaboración, estupendo complemento
. tartar de gambas con velo ibérico con su cabeza crujiente: un plato en el que el conjunto tierra y mar se enlaza a la perfección, con una sutileza del velo sobre una sabrosas láminas de gambas y una cabeza que es puro mar.
. caballa muy poco hecha, casi cruda a medio salazon y con encurtidos: extraordinaria de sabor.
. sepionet de mar con migas de perejil y mahonesa de coco: el sepionet (tuvimos suerte con un tamaño medio) con su tinta es pura delicia y un contraste del ácido de la mahonesa y el sabor dulce del coco; curioso y sorprendente.
. pez sable con verduras y con hinojo: un plato de sensaciones asiáticas por la salsa y que se sale del guión de la cocina mediterránea. ¿?
. costilla de cerdo deshuesada, con huevo a baja temperatura con un leve curri no picante sino con tendencia dulce: muy curioso.

Ya habiamos acabado en teoría pero quisimos rematar:
. civet de anguila medio hecha (solo la parte superior) y cocida con su sangre que recuerda mucho a la elaboración de la lamprea gallega.
De postres:
. tinto de verano: granizado de sangría con gelatina y sorbete de mango: la sensación de comer de la gelatina no me convenció pues ni se integraba con el sorbete ni el sorbete la mejoraba.
. torrijas de horchata con helado de canela: extraordinaria e imprescindible.
Todo ello se acompañó de un buen pan blanco y otro de pistachos muy bueno, con buen aceite de oliva virgen Lágrima que hacia más corta la espera entre platos que nunca fue larga.
Unos cafés y bombones para iniciar la sobremesa fueron un buen complemento.

Luego estuvimos departiendo experiencias gastronómicas con Quique y Darío, experto en la coctelería, el cual estaba preparando unos gin tonics suavitos más un ron ginger ale; al final le regalamos el instrumento que no conocía bien, para sacar la piel del limon.
A nuestro pesar y por decisión más bien nuestra, nos levantamos porque aunque la conversación era muy enriquecedora, ellos tenían que pensar ya en la preparación de la cena.

Sitio muy recomendable.

  1. #1

    JoseRuiz

    Al menos en mi caso, siempre quedan en el recuerdo las comidas que enlazan con la hora de cenar. No hace demasiado nos pasó en Maralba (Almansa) nos fuimos del restaurante a las 21:00 horas.

  2. #2

    Abreunvinito

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    Son comidas que se viven más allá del hecho en sí.

  3. #3

    Aloof

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    os ibais o os ayudaban a iros.saludos.

  4. #4

    Aloof

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    fijate que la mayoria de cavas que estan hechos con las variedades del champañ,que buenos que estan y con precios comedidos.en casa yo suelo(solemos) beber:tantum ergo b.y rosado y el dominio de la vega el de la etiqueta naranja nos gusta mas que la et.roja y el rosado que tambien esta muy bueno.saludos y tu como siempre,que no te lo cuenten.

  5. #5

    Abreunvinito

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    muy bueno el matiz.
    Alguien tiene que ir, y yo me sacrifico y voy a probar

  6. #6

    Francescf

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    Sólo discrepo en lo de "la mayoría", al menos según mi experiencia, pero estoy de acuerdo en que hay cavas (y espumosos que no son de la D.O. Cava) elaborados con chardonnay y/o pinot noir que me gustan mucho y suelen costar menos que sus primos franceses. Dicho lo anterior, no olvidemos que son vinos diferentes y no me gusta compararlos :-)

  7. #7

    Aloof

    en respuesta a Francescf
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    al decir la mayoria me refiero a las que yo he probado hechs con esas variedades explicado esto continuo
    bebiendo muchas mas veces cava que champañ.saludos.

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