Tras contemplar y fotografiar hasta la saciedad el atardecer en el paraje natural de la Costa del Granito Rosa, alrededor del Faro, nos dispusimos a cenar en este restaurante.

Pedimos un carpaccio de vieiras (Noix de Saint Jacques, espectacular! y Moules frites a la créme, estilo bretón.

No tomamos postre tras el hinchazón de mejillones. De bebida, un vino rosado de la zona próxima de Anjou y agua Perrier.

Restaurante con unas preciosas vistas al puerto de Ploumanac'h y sus impresionantes molinos de marea. Después de ver los comentarios del amigo Luís decidimos para a comer allí.

Tomamos el menú del día (20€)y la Marta un "menu enfant" (10€) de lo más currado que hemos visto.

De primero los dos adultos tomamos un refrescante y sabroso gazpacho con pincho de langostinos. Muy bueno el gazpacho, tenía alguna hierba que le daba un toque diferente y que no acerté a adivinar. El primer plato del menu enfant consistió en media docena de langostinos.

De segundo yo me pedí mejillones con crema de bacon y risotto. El plato más flojo, los mejillones los encontré un poco fuertes quizás por el ahumado del abundante bacon del plato. Y el risotto, como acompañamiento, estaba bien de sabor pero un poco empastrado. El segundo plato del menú enfant consistió en bacalao con "écrasé" de patatas y salsa de marisco. Desde luego, casi me hubiera comido yo el menú de la peque, jeje, menuda pinta que tenía todo.

De postre tarta de manzana con helado de vainilla, combinación clásica que nunca falla. El postre del menú enfant era un helado con ratones de membrillo (eligió chocolate, claro) con una presentación de lo más original (ver foto).

Para beber, agua y una copa de vino blanco en copa mejorable, como ya explica Luís en sus anteriores comentarios.

En el precio por persona pongo el precio del menú y la copa de vino blanco.

En definitiva, pequeño claroscuro en el segundo plato de los adultos compensado por un menu enfant de categoría.

Me dejó muy buenos recuerdos este buen restaurante y no dudé en comer una vez más. Lógicamente, no voy a decribir de nuevo ni el local ni el servicio.

Esta vez no recuerdo muy bien el detalle de la casa que me ofrecieron (me lo dijeron en francés y como que no me enteré).

Comida para 1 persona:

- St Jacques marinées: Ración de carpaccio de vieiras marinadas con aceite de vainilla, vinagre de mango y huevas de lumpo. Ligero y refrescante entrante. Me gustó muchísimo el resultado tan equilibrado de sabores.

- St Pierre en chlorophylle d´herbes: Buen lomo de pez San Pedro (curiosa coincidencia que en el sureste español utilicen el mismo nombre para este pescado). Preparado al horno de manera magistral, conservando jugos y sabor. Llevaba una salsa verde hecha a partir de hierbas frescas que le iba muy bien, además de una divertida guarnición utilizando el tomate de diferentes tipos y en diversas texturas. Lástima que la ración fuera un pelín justa.

- Camembert roti au miel: Queso camembert hecho al momento en el horno y con un hilo de miel de caramelo. Tradicional apuesta que no defraudará a los que les gusten los quesos.

En cuanto al vino, esta vez me decidí por una botella de 37.5cl de Vignoble du Chateau Bois Benoist 2010 (AOC Muscadet Sévre et Maine sur Lie). Vino muy sencillo pero alegre y elaborado con la variedad melon de bourgogne pero que le fue bien a la comida. Servido perfecto de temperatura pero no están atentos a rellenar. Lástima una vez más las copas.

Precio total: 60.50€ (incluido pan y servicio, vino a 11€ y botella de agua de 50cl a 3.50€)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con servicio incluido y sin bebidas.

Después de tantear la Michelín, una de las opciones que más seguridad me daba era este pequeño retaurante situado en el puerto de Ploumanach a unos 3km del pueblo Perros-Guirec en Bretaña.

Salón acogedor con buena separación entre mesas discretamente vestidas y luz natural a raudales, gracias a los enormes ventales a través de los cuales se divisan unas bellas panorámicas del puerto y del bellísimo entorno natural.

Servicio en sala en manos de tres jovencísimas señoritas: simpáticas, atentas y eficaces.

Como atención de la casa me ofrecieron un agradable chupito de gazpacho con un par de mejilloncitos y un par de almejitas. Además, una bandejita con tres riquísimos panecillos con la tradicional mantequilla salada.

Cena para uno:

- 6 huitres creuses Nº 2 "Ile Grande": Media docenita de ostras de la zona que no destacaron por el tamaño de los bichos, pero si por su frescura y sabor. La verdad es que por 11€, no creo que se pueda pedir más y menos en este país.

- Bar de ligne à la plancha et lardons: Estupendo lomo de lubina salvaje presentado en su punto de plancha; fresca, jugosa y con sabor. La guarnición consistía en unas cebollitas y patatitas nuevas de la tierra glaseadas con unas tiras de bacon sin ahumar (lardons). De nota muy alta.

- Macaron au chocolat: Un único macaron de buen tamaño relleno de frambuesas y crema de pistaño realmente riquísima. Además, una buena bola de sorbete de frambuesa digna de elogio. Otra nota alta.

En cuanto al servicio del vino, la carta no es para nada digna de recordar. Más bien corta y con vinos solo franceses y convencionales, todos ellos con precios bastante subiditos. Tomé una botella de 37.5cl de un agradable sauvignon blanc La Mercy-Dieu 2011 (Domain de Bailly-Reverdy, Sancerre AOC)(19€). Buena temperatura pero servido en con copas solo regulares y mantenido en cubitera. Aunque durante el descorche te ofrecen probarlo, no están atentas a rellenar las copas.

Precio total: 67.50€ (inc. tasas, servicio, vino y botella de medio litro de agua a 3.50€.

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con impuestos y servicio incluido y sin bebidas.