Clasicismo, calidez, calidad, en un entorno en el que predominan las

Clasicismo, calidez, calidad, en un entorno en el que predominan las maderas y el trabajo perfectamente ejecutado. Como cliche se le adjudica el título de restaurante gallego, pero la sensación es de mucho mas que eso, se trata, en realidad, de un restaurante con mayúsculas.

El pulpo a feira, con su patata casi hecha puré; el bacalao del chef, prodigioso, homérico; el rodaballo al horno,umm, si cierras los ojos crees estar saboreandolo en Elkano (Guetaria).

Pero y ...la carta de vinos? Que? Posee vinos de un clasicismo probado y unos cuantos vinos valencianos. Algún champagne y paré usted de contar, es la gran falta de esta casa de comidas; su reválida generacional será ponerla al dia, como, en cierto modo, nos reconoció Michel, alma mater actual del negocio.

Muy recomendable si se quiere presenciar el trabajo de una brigada eficacísima, la calidad de producto indudable y cierto aroma demodé/decadente que a algunos, lejos de no gustarnos, nos encanta y apasiona.

Si visitan uds. Valencia y quieren comer bien, no duden en visitarlo. Eso si, no busquen innovaciones hidrogenadas ni modernidades vácuas, que les garantizo, aqui no las encuentran.