Día "complicado", mañana intensa, diferencias de criterio que hacen que algunos se froten las manos mientras los "tontos" nos enfadamos entre nosotros. Va a ser verdad eso de que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece.
Aprovechando la tarde tan "bonita" que hace nos desplazamos hasta Cantabria donde hoy es un día normal. Intensa lluvia que nos acompaña todo el camino. Parada en Castro con la intención de comer en un restaurante que he visto recomendado pero mi "gps" particular me falla, jajajaja y como siempre, me pierdo. Me encanta ser así, no quiero cambiar, no quiero hacerme viejo y mucho menos metódico.
Terminamos en el mismo centro de Castro Urdiales y como la hora se nos echa encima pues a la aventura. Me suena de haber leído algo de este local y además.... para qué estamos? Pues para descubrir cosas nuevas.
Bar con el comedor al fondo, mesas de tamaño reducido y con no demasiada separación entre ellas, mantelería de papel y vajilla normalita. El coperío sí merece la pena, de tamaño como a mi me gusta, grandes y bonitas.
Ofrecen un menú de 12,50 euros y vino de año que si cambias por un crianza o blanco sube a 15 euros.
Pero al ver una carta no muy amplia que tienen, leo que ofrecen una tabla de mar y una tabla de tierra, ambas para dos personas.
Nos decantamos por la de tierra, llevamos mucho pescado ingerido últimamente. Un par de buenas txapatas de pan.
Para beber pedimos un Albariño, Condes de Albarei 2011 pues me ha sorprendido y mucho. Si hubiese tenido los ojos cerrados, al meter la nariz casi hubiese pensado que me estaba bebiendo un Verdejo. Cítrico sin duda e incluso a pera sí que me ha olido. Resulta fresco y el final, aunque mi chica dice que no, a mi me resulta bastante amargo. Pero lo que importa es que me ha gustado, la verdad.
La tabla en cuestión se compone de:
Jamón, paleta ¿ibérica? pues aunque quizás a la vista no lo parezca, estaba rica, con la grasilla esa que gusta mucho de comer.
Croquetas de morcilla también ricas, crujientes por fuera, bien hechas por dentro y con materia prima, gustaban a lo que eran.
Alitas de pollo sabor barbacoa bien preparadas también, crujiente la piel y hechas por dentro. Es la moda este sabor pero yo las hubiese preferido al ajillo.
Cazuelita de carrilleras tiernas y con una salsa muy sabrosa.
Cazuelita de berenjena rellena no estaba mala pero la piel demasiado dura, la salsa sí estaba para untar pan.
Patatas fritas caseras cada día le doy más importancia a que sean sin congelar. Estaban muy ricas y me las he comido yo todas.
Como nos queda un tercio de botella pues vemos que tienen en carta un Queso manchego en aceite de oliva tengo experiencia y sé que tiene sabor, quizás demasiado para mi gusto pero me animo. Un cuenco con una ración generosa de queso que al final a mi me llega a cansar pero que está bien rico.
Un cafecito rico, ofrecimiento de algún orujo que declino por no ser demasiado amigo y además hay que volver a casa.
Servicio atento y agradable y sin demoras pero sin prisas.
Pues me ha gustado y me parece una buena opción con un precio asequible. Volveremos a probar esa tabla de mar.
Que viene la ola.
Queso en aceite
Tabla de tierra
Jo-pe con la tabla! Qué completita! Y esas croquetas de morcilla tenían que estar de vicio, no?
Ale pues chaval, a disfrutar! ;-P
Exploradores valientes como tu es lo que hace falta, jeje. Pues oye, esa improvisación no dio mal resultado, la verdad sea dicha es que mala pinta precisamente no hace.
Saludos
Añadirïa yo más lugares dentro de la península. :-) Pero no vamos a entrar en ello.
De todas maneras es injusto puesto que al tener tú la bola negra no puedo darte la caña que quisiera.
Así que aceptamos pulpo como animal de compañía. :-))
O sea, que a la siguiente vas a atreverte con la tabla de mar. No sé, no te veo yo surfeando, pero bueno, tú sabrás. Por cierto, hace unos años, cuando tenía yo el morro quizás algo menos fino, estuve comiendo una paella que me gustó mucho en uno que, creo, se llama Mesón Don Quijote. Pagamos cuatro duros y comimos muy bien.
Ten en cuenta Ana que me he tirado toda la vida comiendo carne, yo el pescado como que no podía con él y eso que he tenido en casa dos cocineras de quitar el hipo. Ahora que he aprendido a comerlo y a disfrutarlo pues como que me estoy "quitando la espina". :-) Qué aburrida sería la vida si todo fuese matemático, hay que sorprenderse de vez en cuando. Gracias Ana, un abrazo.
Muy bien Aurelio eso de guardar tradiciones porque ya llevas...60 años haciéndolo,no???
Felicidades
Tú, tú, tú chaval lo que eres es un.....
¡Eso!
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