Impresionado por la cocina tradicional de este restaurante que nunca había visitado. Reformado hace poco , resulta agradable y acogedor, incluso íntimo, a pesar de encontrarse en un subterráneo y de que no le sobra espacio. Servicio , eficiente, instruido , con experiencia , educado y profesional. Buena carta de vinos con opciones interesantes y servicio correcto. La comida es sencillamente excelente. Es una cocina tradicional ( callos, txangurro horno , rape, arroz con leche, etc..), pero con un nivel de ejecución y precisión únicos. La salsas, las texturas , el guiso en sí es realmente bueno. Comida gustosa y plena. Es como comer en casa , pero mucho mejor..Ah y ojo..no perderse el huevo poché sobre crema de calabaza y txangurro de mejillón ..a ver quién lo supera como la vizcaína de los callos.

Hablando con un conocido por unos asuntos de trabajo, habría que comer luego algo. Nuestra debilidad es el Kate, pero ambos no íbamos a beber y luego íbamos a mirar cosas por Bilbao. El gran recuerdo que guardaba de este establecimiento hace que se lo proponga, reserva y arreglado.

Llegada puntual.

El aperitivo de la casa, un trocito de chistorra. Muy, pero que muy rica.

De entrantes:

- Media ración de croquetas. Buenas no, lo siguiente y espera que me quedo corto...
- Huevo poche, sobre puré de patata trufado.... Un clásico del establecimiento. Muy rico!
- Salmón ahumado, ali olí con piparra.... Que decir. Es mantequilla pura!

De segundo nos lo estuvimos pensando, pero habiendo atún rojo poco hay que pensar. Generosa ración de la cual no quedó ni el resto, los platos limpios a la cocina...

Nos animamos con el postre, dos cuajadas caseras. Una con miel. Otra con azúcar. Muy buena.

¿Beber? Agua. No me crucifiquéis, pero la climatología no acompaña, todos conocemos la A8...

Dos cafés culminaron la comida.

Como dije la primera vez que vine, esto es para repetir y repetir y repetir.... Una pasada lo bien que se come y lo bien que tratan.

¿Defectos? Para mí la mesa de dos personas que hay en la entrada sobra, vamos que me dicen de sentarme ahí y voy hasta un supermercado cercano, compro dos cosas y me hago un bocadillo.

Hay restaurantes tremendamente bonitos, con un entorno excepcional. Hay restaurantes donde se come de cine. Hay restaurantes con bodegas de envidia. Hay restaurantes de buen trato. Hay cocineros geniales. Hay muchas cosas pero lugares donde volverías a comer todos los días. Donde se unen unas cuantas cosas que hacen la experiencia inolvidable en todos los sentidos, de esos no hay tantos. Al menos para mi. Y desde luego que este es uno de ellos. Si algún día “la presión” de tener que probarlo todo deja de acuciarme, este será un sitio donde acuda habitualmente.
Pasamos a reservar mesa, por si las moscas y nos reciben Marian y Aitor que están terminando de cenar para luego ponerse manos a la obra. El recibimiento de Marian es tal que dan ganas de volver a salir para entrar de nuevo. Es un encanto esta chica.
A la hora convenida volvemos. Nos acomodan en una buena mesa y le digo a Marian que no quiero ver cartas. Que nos de de cenar y de beber. Quiero que Marijo pruebe alguna de sus cosas más representativas.
Un par de buenos panes, de los que tienen esa corteza crujiente y esa miga consistente. Un pan puede estropear o enriquecer una cena.
Hoy hemos bebido un albariño. Marian sabe mucho de vinos. Además le digo que aunque yo los prefiero más “viejos”, mi compi es más “frutera”. Así que ni para ti ni para mi. Un Quinta do Couselo. Un albariño que lleva un pequeño porcentaje de alguna otra uva para controlar un tanto la acidez. Aunque en nariz no nos ha dicho demasiado, en boca nos ha encantado. Es casi… cremoso. Muy contralada la acidez. Pero sabroso. Gana mucho a medida que va pasando la noche.
De aperitivo unos trozos de una estupenda txistorra.
Nos ofrece unas navajas, servidas en platos individuales. Media docenita de algo que nos gusta mucho a ambos. Están en su punto. Aquí la arena se ha quedado en la playa. No “crujen”. Han pasado el tiempo exacto en el calor. Ricas, muy ricas.
Pasamos a uno de sus productos estrella. El salmón ahumado. Excelentes trozos de un pescado magistral. Con un aceite cojonudo y un ali-oli de piparras que no se como demonios lo prepara pero que está para comer a cucharadas. Yo no lo mezclo con el salmón. Me gustan tanto ambas cosas que disfruto de cada una a mi manera. Marijo está encantada. Rico.rico, me dice. Más que eso. Tal es así que no dejamos que la amable camarera se lo lleve. Déjalo aquí que seguiremos untando un poco en el pan.
Unos hongos,salteados, de nuevo emplatados individualmente. Después les pregunto que como los hacen. Aitor se ríe….. él sabe tratarlos. Parece que huelen y saben a leña. Da la sensación de haber pasado por alguna brasa. Los médicos, los bomberos…. Salvan vidas. Los cocineros, muchas veces, salvan “almas”. Que cosas más exqquisitas. Y encima, digan lo que digan, esto es comer sano. Muy sano.
Pasamos ahora a los pescados propiamente dichos. Ella se decanta por un taco de bacalao sobre piperrada y yo por un atún rojo asado. Como nos gusta probar de todo, lo compartimos. El bacalao con unas lascas de las que se sueltan fácil. De las que después te “complican” los dientes. Eso es buena señal. Está riquísimo. Este pescado tiene un sabor tan especial…. Además los maravillosos pimientos rojos asados, que están a la altura del pescado, le dan un toque inmenso al plato. Producto de diez.
El atún no desmerece precisamente. Con el toque de “sellado” puntual y ese color rojo por dentro. No confundamos con mal hecho, esto está como debe ser. Jugoso interior.
De postre quiero que mi compi pruebe su torrija y yo, como nos queda un poco de albariño, les pido que me saquen media racioncita de algún queso que tengan por ahí. Un queso de Zamora que bien pudiera ser un Idiazabal. Curado pero sin pasarse. Está para comerse un kilo pero uno ya no tiene edades de comer demasiado queso. Que vicio.
La torrija enamora de nuevo a mi amiga. Esto está que se sale, dice. Es buena comedora, es comedora agradecida pero no es tonta. Tiene criterio y sabe lo que está rico y lo que está “más que eso”.
Una infusión y un buen cafecito y nos despedimos. Como siempre, una genial cena, un precio ajustadísimo y una amabilidad poco común.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/10/restaurante-trueba-bilbao-como-en-casa.html

Aunque al comentario del amigo Joan, no le falta un detalle de la velada que aconteció, no podía dejar pasar la grata sorpresa que me he llevado tras visitar este escondido restaurante , la verdad es que nos trataron muy bien y es que ir de la mano de Jon , depende a que sitios , no esta nada mal .

Local no muy grande, pero que se lleno y la verdad es que por el trato, me pareció que de clientes mas bien habituales, por lo que se percibía el buen hacer.

La entrada hasta el local no es la típica a pie de calle, el local se encuentra en una pequeña galería, la decoración, la pertinente para lo que se cocina, y para quien lo visita, sin estridencias, sobrio y pulcro, se encuentra uno a gusto.

Empezamos con un rico aperitivo de txistorra Navarra, que ya daba a entender el cariño que a lo la zona se da en esta casa.

A continuación, el para mi, mejor salmón ahumado que se hace por estos lares , los ahumados de keia , son hacedores del cariño que le ponen en su elaboración , otro dato importante , para mi , de la búsqueda del buen producto por parte del equipo del Trueba y además de esa mayonesa de piparra , aporte del chef , que casaba de maravilla.

Huevo Poché sobre crema de patata trufada y pimiento morrón, este plato y no pretendo quitar merito a nadie, pero es muy difícil que defraude, dado la perfecta combinación o mas bien matrimonio entre el huevo la trufa y la patata y si es el caso , que lo es , de que se mima el producto , poco mas hay que decir.

Arroz con beguihaundi y verduritas, seguimos con producto de la tierra, elaborado con mimo.

Taco de bacalao asado sobre piperrada y su refrito, suma y sigue en la línea de buen hacer y buen producto.

Y para rematar los salados, Carrilleras de ternera guisadas y braseadas en su jugo y como comenta Joan, pura mantequilla.

Tostada casera y su helado de yogurt griego, creo que fui uno de los que repito, buen contrate del yogourt, de normal me gustan mas dulces, pero si repetí, será por algo.

Luego unos quesazos, espectaculares de los amigos del otro lado de la muga y los vinos ya comentados.

En resumen una bonita velada, basada en el buen producto y la sencillez en su elaboración y además una bonita reunión de amigos gastronomicos o mas bien reunión de tragones .

Hacia ya mucho tiempo que Gastiola y yo queríamos organizar un encuentro en Bilbao para poder materializar lo que hasta el dia de hoy solo había sido un intercambio de escritura. Por una cosa y por otra y sobre todo por la distancia que nos separa, no había sido fácil poder organizarlo. Al fin decidimos hacerlo en este pasado fin de semana, nunca mejor escogido en cuanto a la climatología, que nos brindó lo mejor de su menú : lluvia, viento, granizo y todo lo que se tercie, pero que no eclipsó en ningún momento el disfrute de conocernos y asimismo el de conocer a celebridades tales como JoseAngel en compañía de Rosa, JotayB acompañado de Begoña y Oscar4435(aparición por orden alfabético). Ahora puedo decir, alto y fuerte que tengo unos cuantos amigos en Euskadi.

Me han encomendado la difícil tarea de comentar nuestra comida en el Restaurante Trueba, elegido por Gastiola, organizador del encuentro y alma mater del menú establecido con Aitor y Marian, propietarios del establecimiento. Hay que decir que antes de ir al restaurante nos encontramos primeramente con Gastiola, quien nos vino a buscar al hotel y nos llevo de la mano al punto de encuentro general, la Bodega Urbana, donde degustamos un par de Txacolis acompañados de unas buenas tapas de chorizo y salchichón de la Rioja... Ya nos conocíamos todos. Un magnifico primer contacto...

Llegamos al Trueba, a las 14 horas, en donde una gran mesa rectangular, bien preparada y bien vestida nos estaba esperando para degustar todos los platos que iban a sucederse unos a otros hasta bien pasadas las 19h00.

Comenzó la fiesta con unas Txistorras caseras de Arbizu (Navarra) Muy ricas, sin pizca de aceite. Muy buen comienzo.

Siguió :

Salmón de origen escocés ahumado por Keia, con su ali-oli de piparra de Ibarra Tanto MC como yo somos amantes del buen salmón ahumado y este se las traía, estaba ex-ce-len-te...

Huevo Poché sobre crema de patata trufada y pimiento morrón Muy bien elaborado, tal vez un poco por debajo del que elaboran en el Zarate, sobre todo en cuanto a la trufa (esencia/lascas) pero en conjunto muy rico, yo hubiese continuado a untar el plato, pero al final ya no quedaba nada que untar... y MC mismo de lo mismo, le encantó.

Arroz con beguihaundi y verduritas En su punto. Gustoso y bien hecho.

Taco de bacalao asado sobre piperrada y su refrito Perfectamente cocinado, aun uno de esos platos para untar pan y mas pan, hummm... En conjunto muy bueno, a MC le pareció un puntito pasado de sal... a mi personalmente este pelin salado no me molestó.

Carrilleras de ternera guisadas y braseadas en su jugo Gran calidad, muy bien cocinadas, pura mantequilla, se deshacían en la boca. Excelente

Antes de pasar a los postres, siguieron los quesos, que trajimos de nuestra región "Languedoc-Roussillon", una variedad de quesos afinados por "Fromagerie Bou" de Montpellier. Habían diferentes quesos de cabra, oveja y vaca ( Pelardons des Cevennes, Cantal, Roqueforts...etc ) Oscar4435 nos aportó también un buen queso azul italiano de bufala. Pienso que los quesos gustaron, pues no quedo ni una miga, jajaja...

Ah, se me olvidaba algo importante, el pan, que durante toda la comida fue excelentísimo.

De postre tomamos Tostada casera y su helado de yogourt griego Que decir sino que estaba riquísima, hummm... Gustó tanto que hubieron 2 que no citaré, que repitieron. Me dieron mucha envidia... pero yo ya no podía ingerir nada mas.

En cuanto a los vinos, como no soy un gran conocedor le dejo la tarea a JoseAngel, que si lo es, yo solo me limitaré a mencionarlos y a dar unas grandes lineas.

Maridamos la comida con los siguientes vinos :

Blancos y espumosos :

TxaKoli Aguirrebeco DO Bizkaiko Txacolina de bodegas Berroja, variedad de uva Hondarribi zuri. Descubro los Txacolis de Vizcaya, hasta hoy solo conocía los de Guipuzcoa, totalmente diferentes. Vino acidulado, muy cítrico, parece que es un "clásico". Me gustó.

Quinta do Couselo, Rosal 2013, DO Rias Baixas Varidades de uvas de Albariño, Loureiro y Caiño blanco. No lo conocía, me pareció distinto de los albariños clásicos a los que estoy acostumbrado. Me pareció elegante y fresco. Me gustó.

Laietà Gran Reserva Brut Nature DO Cava Agricultura Biológica de Bodegas Alt Alella -Tiana. Uvas Chardonnay y Pinot Noir. Me gustó bastante.

Domaine du Clos des Fées Vieilles Vignes IGP Côtes Catalanes 2012 Domaine de Hervé Bizeul-Vingrau, cepajes 90% Garnatxa blanca, 10% Garnatxa gris. Este vino lo aportamos nosotros, es un vino de nuestra región.

Tintos :

Campesino 2012 DO Toro de Bodegas Burdigala, de François Lurton, uva 100% Tinta de Toro (Variante de tempranillo). Me pareció un vino potente y equilibrado, muy fácil de beber.

Prima 2012 Crianza DO Toro de Bodegas y Viñedos maurodos, cepajes 90% Tinta de Toro y 10% Garnatxa. Vino muy equilibrado y largo en boca... Me gustó

Jarrarte 2010 DOC Rioja de Bodegas Abel Mendoza Monge, cepage 100% Tempranillo. Vino potente y estructurado. Me gustó.

Finalizamos la comida con unos buenos cafés y la rematamos con unos excelentes Gin tonics y otros combinados.

La RCP que consiguió nuestro maestro de ceremonias me parece muy buena, 75,61 €/persona. No haré aparecer el precio en la valoración ya que se trata de un precio acordado. En conclusión, una excelente comida, un excelente producto y una excelentísima compañía. Restaurante recomendable.

Si queréis ver mas fotos y otra versión de esta visita os recomiendo que visitéis el blog de Gastiola : http://gastiondo.blogspot.com.es/

Si, encanto tiene el sitio, el local reformado respira calidez, pero sobre todo sus gentes, estás en tu casa pero perfectamente atendido. Amabilidad y una gran profesionalidad. Además se come muy bien.
Tradición y buen producto.
Aperitivo de croquetas de chipirón, cremosas y muy sabrosas.

Salmón ahumado con mahonesa de piparras, en tacos, meloso un bocado muy intenso. La mahonesa, el ácido de las piparras acompañan muy bien.

Mollejitas rebozadas, pedimos media para probar, lastima no haberla pedido entera, cierto el comentario anterior, como pipas, rebozado perfecto nada aceitoso jugosas por dentro, por poner un pero, un punto menos de fritura mejor.

Huevo poche con parmentier de patata con trufa y pimientos. Muy bueno, huevo en su punto,quizas un poco falto de sabor la trufa.

Boletus. Todo sabor, mínima manipulación golpe de plancha aceite y sal, muy ricos.

Tomate con ventresca y cebolleta, para engañar al cuerpo con algo de ensalada. Buen tomate pero lo mejor del plato la ventresca, sensacional, nada seca, con toda su grasita.

De segundos pedimos, bacalao dos salsas pil pil y vizcaina, carrilleras, morros y callos de ternera, taco de atún con cebolla y rape al horno.Todos debian de estar buenos, después del festín de entrantes no quedó ni las migajas de ninguno y las raciones no son pequeñas que digamos.

Probé dos,los callos y el atún. Los callos con una salsa untosa, potente de sabor, muy sedosos. Un plato para pasear bien luego.

El atún, buena materia prima y como los boletus un golpe de plancha y al plato, buen sabor.

Postres? Por supuesto!!, no queriamos perdernos ninguna de las partes de la carta. Y si hay torrija pues a por ella, una generosa ración de ........ Su versión de la torrija, cremosa,crujiente el caramelo,no excesivamente dulce, como si hubieran hecho un mihojas de torrija y cortaran porciones, sensacional.
Helado de chocolate, tres contundentes bolas de buen chocolate negro.

2 Albariños y un Rioja alta( lamento no recordar los nombres) buen pan casero, buen café.
Pacharanes y orujos varios.

En resumen, tradición,técnica,con muy buena materia prima y una atención con mucho cariño. Me lo pasé muy bien.

Hay días en los que me digo que soy “injusto”. Injusto con algunos locales que se merecen mucho y que uno descuida por ese ansia de probar todo lo desconocido. Este es uno de esos restaurantes a los que me refiero.
Simple y llanamente el recibimiento es ya suficiente para que a uno le den ganas de ir todas las semanas. Ya hablé en mi anterior comentario de Marian, una persona que, lo repito, fue nombrada mejor jefa de sala hace unos años y que no me extraña en absoluto. Eso no fue un regalo.
Hay veces que sabes que la alegría de recibirte es natural, no son sonrisas forzadas, y anoche llegamos los primeros y no era pronto y nos dimos cuenta de que el resto de las mesas fueron recibidas de la misma manera.
Aitor, el responsable de las cosas del comer es más “tímido” pero igual de atento. Atento a la satisfacción del comensal que aquí, es total.
Como curiosidad, aunque nada tenga que ver, hoy, estando tomando un txakoli antes de cenar, he visto pasar a una persona y al mirarla me he dicho: “yo a este tío le conozco”. Y claro, esa mirada ha supuesto que él se fije y enseguida, le he dicho: “Mikel Zeberio”, ¿verdad?. Pues efectivamente, muchas fotos vistas. Me ha hecho ilusión saludarle. Una de esas personas que no conoces pero que te genera muy buen rollo. Un saludo, Mikel.
Algunos que yo me sé no han podido disfrutar de “la prima prometida”. Me alegro infinito de ello. Hay injusticias tremendas y esta era una de ellas pero yo en cambio sí he podido hacerlo. Hoy mi acompañante era mi prima Arantza. tiene muy buenos gustos en cuestiones gastronómicas y además buen paladar y con este tipo de personas parece que al ser tú el que elige el restaurante, siempre vas como un poco “preocupado”. Que conste que yo sabia que era difícil, pero que muy difícil “pinchar”.
Aunque cada vez lo hago con más frecuencia, aquí no tenía duda alguna, no quiero ver las cartas, sé que no hacéis trampas. Danos de cenar y de beber.
Por supuesto que nos va cantando la propuesta, por si nos parece adecuada y no hemos tenido problema alguno.
Se que Marian es amante de los vinos y siempre anda por ahí buscando propuestas nuevas y además, cosa que agradezco inmensamente, no intentará jamás engañaros. Siempre os ofrecerán vinos ricos pero que no van a causaros un sufrimiento en la cartera. Hoy nos ha ofrecido un vino de Cariñena, un chardonnay, concretamente el Care, cosecha 2013.
Nariz tremendamente afrutada, por mucho que lo “mareéis” siguen saliendo esos aromas. En boca también aparecen esas frutas frescas. Será joven pero esto no es agua, tiene cuerpo y un beber destacable. Nos ha gustado mucho y eso que Arantza no es, o ¿no era? de vinos blancos. Yo tampoco hasta hace cuatro días.
Repito que muchas veces no es necesario gastar demasiado para disfrutar de un buen vino y este me parece de una relación calidad precio muy destacable.
Allí que nos traen el pan, un pan de los “míos”, corteza crujiente y bien hecho. Acompaña al pan un pequeño aperitivo en forma de txistorra. Esto es txistorra y lo demás es cuento. Rica, muy rica.
Comenzamos con un plato que me enamoró la vez anterior y que hoy ha conseguido el mismo efecto. Miguel sabe muy bien de lo que hablo.
Salmón ahumado. Sobre una base de un aceite excelente, nos aparece el salmón. Tiene un color espectacular y de esto uno se comería medio kilo sin problema alguno. Lo acompaña un cuenco con un co-jonudo alioli.
Presentación notable, producto sobresaliente y resultado de matrícula de honor.
Como mi acompañante es la primera vez que visita el local, prefiero repetir yo platos ya probados y que ella pueda disfrutarlos y de nuevo le toca el turno a uno que por mucho que me lo saquen, por mucho que lo coma, por mucho que repita, no terminaré nunca de aburrirme.
Huevo poché. Sobre una base de puré de patata y acompañado de unos pimientos rojos asados. De nuevo jugamos con materia prima de calidad superior y el resultado es simple y llanamente de los de coger pan, dejar de lado el tenedor, dejar de lado las “educaciones” y darte una alegría untando sin mirar a ningún otro sitio.
Está bien “relajarse” un poco y ahora nos traen una ensalada de pimiento y ventresca. Poco que decir de ella, rica, muy rica. Pero como volvemos a “jugar” con calidad de primera pues el resultado de algo tan “simple” no puede ser otro. De nuevo plena satisfacción y de nuevo “necesidad” de pan para “rematar” .
Como platos principales, mi prima ha comido un taco de bacalao sobre piperada. He probado un trozo y estaba en su punto. Pero los puntos son cosas muy particulares por los diferentes gustos del comensal y ella dice que, las piparras necesitaban un poco más de fuego. Yo en esta ocasión le llevo la contraria. Me gustan las verduras “tiesas”, creo que pierden menos sabores. Permiten disfrutarlas más en su justa medida. Pero repito que sobre gustos no hay nada escrito.
Yo, como he oido lo de begihaundi en su tinta pues de cabeza me he tirado a por ello y la verdad es que no me arrepiento en absoluto.
El color lo dice todo. Negro pero de los que de noche pasaría por tu lado y ni te darías cuenta. Sabor y sabor. Aquí el punto sí que está perfecto, Esto tiene que estar exacto para no resultar duro pero no resultar un puré. Incluso ella, poco amante de este plato, lo prueba y le coloca un sobresaliente.
Me parece un pecado mortal dejar esa salsa y me parece un pecado más mortal aún pedirme otro pan y ponerme allí a untar sin conocimiento, así que le digo a Marian que necesito otra “herramienta”. Me entiende a la primera y allí que, con una cuchara, me meto entre pecho y espalda hasta la última gota. Generalmente cuando lo ves negro no es buen presagio, en este caso verlo de ese color es plena satisfacción.
Mi compi es golosona y necesita un buen remate así que nos aconsejan una torrija con helado. Y allí que nos la sacan, de nuevo en platos individuales.
Pues riquísima y ese helado natural que es pareja perfecta para “desempalagar”.
Un par de txupitos de PX que siempre vienen bien con lo goloso, una infusión y mi cortao de turno y terminamos la función. Gracias chicos por todo, hasta pronto.
Para verlo con fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Después de nuestra visita veraniega nos habíamos prometido volver. Han quedado cosas que probar en el tintero y con las ganas es malo quedarse. Viernes noche, además noche de perros, frío, incluso en Bilbao y agua, mucha agua. Al parecer los "ángeles" deben tener una tremenda depresión y no paran de llorar.
Tres cuartos de entrada en el pequeño pero bien amueblado restaurante.
Nada más entrar y como si de toda la vida nos conociera, nos recibe Marian, sin lugar a dudas una de las mejores atenciones que hemos recibido nunca. Amabilidad a diestro y siniestro y nada de superficialidades, no. Naturalidad cien por cien.
Nos acerca las cartas pero yo hay sitios donde sé lo que hay que hacer, si ellos no saben lo mejor que pueden ofrecernos......
Antes de nada elegimos vino y como la vez anterior salimos encantados pues repetimos. Valdesil.Godello sobre lías esta vez es añada 2012 y teníamos noticias de que igual no estaba a la altura de añadas anteriores pero a mi me ha vuelto a enamorar. Nariz muy intensa y en boca se muestra serio, con acidez marcada, con largo trago. No creo que este inexperto bebedor fuese capaz de diferenciarlo.
En la mesa ya tenemos dos panes muy ricos, crujientes, como recién horneados.
Como aperitivo nos sacan Croquetas de carne cuatro bolitas que se deshacen en boca. Sabrosas de ganas. Con materia en el interior, el punto de sal que me gusta y esa masa cremosa. Excelentes.
Comenzamos con Sopa de pescado, a esto no lo llamaría yo sopa, es una crema en toda regla. Espesa, acompañada de una almeja de buen tamaño y un buen trozo de atún. Puro sabor. Hoy el cuerpo pide algo así para atemperarlo. Hay veces que faltan palabras para describir algunos platos. Yo suelo repetirme y no me importa: co-jonuda.
Salmón ahumado con alioli emplatado individualmente de nuevo. Miguel nos había recomendado pedirlo y no ha hecho falta pues ha sido un menú a su "libre albedrío" y allí que nos lo han presentado.
No te preocupes Miguel, yo también puedo asegurar que es uno de los mejores salmones que he comido jamás. Producto puro, calidad superior. Sin tonterías. Aceite rico y el alioli presentado en cuenco separado. Este plato es de matrícula de honor, sin duda. Excelente, supremo. Así da gusto. Tres hurras por los cocineros.
Pimientos rojos asados como andamos en plan degustación, nos sacan cuatro pimientos enteros. Con una base de buen aceite de oliva. Volvemos a comprobar que en este restaurante el producto es sensacional. Ricos, pero que muy ricos.
Taco de atún sobre cebolla pochada dos medias raciones de un excelente pescado. Mi chica que es más de "medio hacer" dice que le sobra un poco de punto. A mi me parece que este plato tiene que ser así. Es uno de mis favoritos sin duda. Bien sellado en su parte exterior y poco hecho en la interior. Acompañado de unas guindillas que le dan un ligero toque picante pero muy suave. Siento repetirme hoy pero producto, producto de calidad y sabor, mucho sabor.
Carrilleras al estilo de "siempre" el título es un poco de cosecha propia pero es que son así. Con sólo ver el color uno ya se imagina lo que va a ser en boca. Explosión de sabor. Carne perfecta de punto y textura. La salsa ha hecho que la "cocinera" que me acompaña en mis andanzas (es madre y como buena madre es también buena cocinera), me haya dicho que ese plato tiene que tener algún truco. Que como demonios se puede conseguir semejante salsa. Después de una larga charla con Aitor, el cocinero, se ha dado cuenta de que el verdadero truco son horas y horas de trabajo. Horas de trabajarlas, de sacar de ellas lo mejor que pueden darnos. Otro plato para quitarse gorros y txapelas. Un aplauso para la cocina.
Acompaña al plato un puré de patata fino, muy fino y con sabor a patata, a nada más.
Aunque hambre precisamente no hay, algo dulce habrá que comer y nos aconsejan Torrija, mira que me gusta a mi este postre y mira que lo como en cuanto tengo ocasión. Pues vuelta a lo mismo, muy rico, dulce pero sin resultar pesado. Dos medias raciones que nos dejan un sabor de boca maravilloso en una de las, sin duda, mejores cenas que me he metido yo en tiempo.
Un cafecito rico y al pedir algún vinito para rematar la faena, nos saca un Porto Rozes, reserva especial. Yo no soy el más indicado para valorar este tipo de vinos. Soy de otras cosas y no me van. Mi chica se ha bebido el suyo y el mío y ha dicho que está de puturrú. Como han visto que no me hacía mucha gracia a mi me han sacado un PX que es más de mi agrado.
Pues señores y señoras, les recomiendo encarecidamente que si pasan por Bilbao este sea uno de los restaurantes elegidos, hay más y muy buenos pero aquí van a comer bien, muy bien y no van a dejarse la herencia.

Después de leer el comentario de Miguel y sabiendo que es un tío de buen comer, nos hemos animado a visitar este céntrico local de la capital bizkaina.
Habíamos cenado en él pero hace ya unos años y yo tenía en mente sus txerripatak (manos de cerdo). Para ser julio y noche, el local tiene una medio lleno que no está nada mal.
El local tiene 9 mesas con correcta separación, buen tamaño, buenos manteles y vajilla y copas schott. Un par de correctos trozos de pan.
El buen rollo con la jefa de sala ha sido inmediato y como nadie mejor que ellos saben lo que mejor hacen, nos ponemos en sus manos sin echar ni medio vistazo a su carta.
Una tía encantadora que después hemos sabido que fue nombrada mejor jefa de sala por la Academia Vasca de Gastronomía en 2003 cuando trabajaba en el Goizeko Kabi de Bilbao.
De aperitivo nos han sacado unas croquetas finísimas, muy ricas.
Hemos empezado con una Ensalada de tomate y cebolleta un señor tomate, con una "carne" sabrosa y un aliño perfecto, como dice mi chica, el "solomillo de la huerta".
Después media ración de Antxoas fritas con guindilla y ajos hacía tiempo que no las comía así, qué recuerdos de antaño. Muy buen producto.
El plato estrella de la noche sin duda ha sido el Huevo poché con pimientos rojos simple y llanamente espectacular. Los he comido ricos, muy ricos y las comparaciones suelen resultar odiosas pero si no ha sido el mejor sí que tengo que colocarlo en mis platos para el recuerdo sin lugar a dudas. Co-jonudo, ni más ni menos.
De plato principal hemos pedido una ración de Bonito al horno emplatada individualmente en dos medias raciones que aún así resultaban generosas, un pescado que está en temporada y se nota. Muy buen producto, jugoso, con el toque ideal de picante, estupendo.
Los de la mesa más cercana han pedido cangrejos y mis cinco sentidos han sufrido un impacto. Así que como uno es un puñetero envidioso y por si no puedo volver otro día, le he dicho que si me puede sacar uno para probar. Dicho y hecho.
Cangrejo en salsa bizkaina dios mío. Ha sido un flechazo. El animal no es más que una simple excusa para chuparme los dedos una y otra vez con una salsa de las de quitarte el sombrero y pedir que salga el cocinero para darle un par de besos. Si vuelvo me pediré una ración y media hogaza de pan y después daré un par de vueltas al ruedo en hombros. Impresionante.
Para refrescar un helado que no recuerdo de qué era exactamente pero de la heladería de Santutxu, la que conoce Oscar y que ya hemos tenido la oportunidad de catar en alguna ocasión. Rico-rico.
Un cortao muy bien hecho y una copita de PX Robles un estupendo PX, nada empalagoso, denso y con el sabor característico a pasas y miel. Temperatura ideal.
Toda la cena la hemos regado con un Valdesil Godello sobre lías un vino que me ha gustado mucho. Muy fresco, aunque no tiene una nariz demasiado marcada, tiene una correcta acidez, un toque muy frutal y una estupenda persistencia en boca que me deja ligeros toques a fruta madura. 18 euros que me parecen un buen precio.
Como no había mucha presión, el servicio del vino ha sido muy bueno, con presentación, dado a probar, explicado, rellenado de las copas en todo momento y con una temperatura ideal.
Pues gracias Miguel por haberme vuelto a la vida a este restaurante que Aitor y Mirian han relanzado hace poco más de un año y que espero que tengan el éxito que merecen pues lo hacen muy pero que muy bien.

Bueno, visita hoy a Bilbao y una vez acabado el trabajo fuimos a comer 4 comensales a este sitio ubicado frente a juzgados y a su vez cerca de Ledesma, Plaza Moyua, etc.

Había reservado uno de los comensales, la verdad es que fuimos los primeros en llegar pero no los últimos en salir. Casi lleno absoluto para ser un jueves.

Al lío, que aquí venimos a hablar de comer. Somos cuatro y esto es lo que comimos y bebimos:

Entrantes.

Croquetas de bacalao por parte de la casa. Muy ricas y eso que el bacalao es lo que menos me gusta del mar.

Espárragos blancos. Muy muy buenos, pura mantequilla!!!

Salmón ahumado con ali-olí. No se si esta mal que lo diga, pero es probablemente el mejor salmón ahumado que he comido en mis 28 años de existencia. Ole, ole y ole!!! El ali-olí también, espectacular.

Bocarte frito. Si ya lo se, mucha gente lo llama anchoa, pero para mí son bocartes. Los cene la noche anterior en casa, picotee unos cuantos en ledesma y luego los comí aquí...¿se nota qué son mí debilidad? Pretendo ir al Palacio en Tanos, que están en jornadas.

Acabados los entrantes... esto es lo que nos pusimos de segundo:

Chuleta para dos. Tenía muy buena pinta, yo no la probé.

Manos de cerdo. Solo la salsa llamaba y mucho la atención.

Atún rojo a la plancha. Es lo que pedí, con un poco de cebolla pochada, dos tacos de generosa proporción y perfectamente cocinado. Muy bueno.

Postre, compartimos un plato de piña porque la verdad comimos sin demasiado control....

¿Qué bebimos? Pues dos botellas de La Imperial. No se deciros el precio, ni siquiera mire la carta porque salvo el atún yo no seleccione nada de ello, no era mí turno. El servicio de vino se basa en descorche, al menos con nosotros pero dos de los comensales son grandes bebedores de vino, aparte de clientes cotidianos, así que todo puede variar.

Cafés y a la calle Ledesma a tomar una tónica antes de volver para Noja. Que mejor que un jueves en Bilbao, deberes hechos y una buena comida en grata compañía.

Si me cuadra otro dia por Bilbao, lo tengo más que presente. No se deciros el precio porque ni siquiera vi la cuenta, pero sabiendo lo que vale el vino y lo que comimos me puedo hacer una idea...