Teniamos ganas de probar Casa pachuco despues de las criticas que tanto aquí como en otras webs estabamos leyendo. Reservamos para comer con varios dias de antelacion y llegamos puntuales a las 14:00. La entrada nos gustó ya que la pequeña barra muestra una pizarra con interesantes vinos por copas . Pensamos: pinta bien ( y en efecto … el vino fue lo unico que “pintó bien”).
La carta es una papel a mano sobre un carton sujeto con una pinza. En el carton aparece escrito que no se admiten tarjetas ( ya me fastidia que un lugar publico no admita tarjetas).
Los platos son unos 8 o 10 y habia un par de ellos tachados.
Asimismo en otra hoja a parecen los vinos que eran los de la pizarra de la barra y alguno mas. Muy sugerentes y bien de precio. Nos decidimos por el ecologico de Barnabe Navarro : Tragolargo . Nos gustó bastante.
Nos tomaron nota enseguida y en ese momento solo una mesa estaba ocupada ( el local tiene 5 mesas).
Eran las 14:05 …. Y nos trajeron el vino y unos trozos de tortilla. Tras haber pedido, el primer plato (quinotto negro con sepia) apareció a las 14,25. Dimos buena cuenta de él porque ya teniamos hambre y hay que decir que estaba bien. Correcto y original. Y nueva espera, esta vez de 20 minutos para el steak tartar. Y decepcion total: el tartar se presenta en una pizarra sobre un charco (literal) de aceite que acabo resbalandose hasta el suelo y que contuvimos con unos diques de miga de pan. Desde luego no se puede decir que no estuviera cortado a cuchillo ya que los trozos eran de tamaño de un dado de parchis. Del tartar calculo que el 20% era carne y el resto alcaparras y pepinillos aderezados profusamente con mostaza antigua. Como acompañamiento una salsa tipo ketchup picante y una salsa bearnesa de nuevo con mas mostaza llena de granos. Malisimo.
Y ahora ya solo faltaba el curry rojo de rabo de ternera. Este llego a las 15:15 totalmente frio. Pedimos que lo calentaran y volvio poco mas o menos. Trajeron un bol de arroz reseco ( desde luego no era del dia) y sobre el curry nadaban unos 5 o 6 trozos pequeños de carne. El sabor del curry era bastante malo y nos dejó una pesadez de estomago mas alla de la hora de la cena. El arroz era imposible comerlo.
Con esto ya eran las 15:40 . Pedimos la cuenta y salimos pitando.
Lo unico aceptable fue el vino y que la cuenta fueron 39 €. Aunque claro 39 € por no comer o mal comer tampoco es barato.
En resumen, pesima experiencia para olvidar ( aunque aun despues de 24 horas es dificil de olvidar porque el curry aun sigue dando guerra en el estomago)