Desde tiempo inmemorial como mínimo una vez al año aparecemos por este hotel. Cuando lo visitamos por primera vez ostentaba la insignia Novotel, que años después cambió a Mercure, ambos pertenecientes al Grupo Accor.

A pesar de la importante y variada oferta hotelera de Chamonix, siempre nos ha gustado éste hotel por varias razones.

La primera su excepcional situación, el hotel está situado a los pies del Glaciar des Bossons , una impresionante lengua que desciende directamente del Mont-Blanc, lo que garantiza unas vistas difícilmente superables.

Debido también a su situación a pocos metros de la autovía, nos garantiza una rápida evacuación en caso de fuertes nevadas, hay que tener en cuenta que hoy mismo día 27 de Octubre, está cayendo una importante nevada en Chamonix, y dependiendo de la situación del hotel hay que esperar la aparición de la máquina quitanieves para poder salir a la autovía.

Por lo demás típico hotel de la cadena, habitaciones con amplias camas, posibilidad de dos niños gratis y todas las comodidades básicas, Aire acondicionado, TV. Minibar, Wi-Fi gratuito, calentador de agua para preparar diferentes infusiones, y amenities reducidas a su mínima expresión, aunque suficientes.

Piscina cubierta con agua caliente , muy agradable ver la nieve mientras te das un baño.

Difícilmente cambiaré de Hotel en mis próximos viajes.