Hotel de alta montaña en lo alto de la serranía de Cuenca. Tranquilo, agradable, trato espectacular. He pasado de los mejores fines de año de mi vida. Además poseen un hostal un calle mas para abajo, donde esta el restaurante. Nos han tratado a toda la gente muy bien, en especial a los niños pues se han preocupado de que pase las tarde y las noches ocupados con monitores que los ha cuidado y les han tenido ocupados con todos los juegos inimaginables. Pero lo mejor de todos ha sido el precio de la estancia, 3 noches, 4 días, con media pensión incluida la cena de noche vieja nos ha costado 470 € para dos adultos y dos niñas. Un lujo para nosotros claro. Después esta muy bien situada pues esta a 12 km del nacimiento del rio Cuervo, que esta lleno de agua y esos días estaba precioso con todo nevado una preciosidad. también esta cerca de la ciudad encantada y de todos los parajes que hay en la serrania de Cuenca. Hay que dar las gracias en especial a CARMEN y al señor Paco (nos hizo una queimada para todos los que estabamos alojados) por su buen hacer y preocuparse tanto de nosotros. Muchas Gracias. Espero volver pronto.