Lo primero que hay que describir es el entorno: en pleno campo manchego, un sitio que nos dice “tranquilidad”. El complejo consta de hotel, restaurante, bodega y tienda. Hay posibilidad de apuntarse a cursos variados, como cocina, caza, inglés, etc. Las habitaciones son de diseño, pero pecan un poco de sentido práctico (la nuestra por lo menos): se echa de menos una butaca para leer (hay solo una silla y un escritorio encastrado en la pared) y una mesilla de noche (hay una repisa con los mandos de luz y tienes que dejar tu libro, gafas, móvil, etc en el suelo). Muy bien el baño, en 2 cuartos separados. Encontramos revistas variadas por todo el hotel. Para comer está la carta o menús, uno muy completo con maridajes. Nos habían regalado la oferta de una noche hab.doble, desayuno y cena con maridaje.(140€) Este ”pack” es más que suficiente para cenar y muy interesante por la oferta de vino. Primero el blanco, un Talva 50% Chardonnay-50% Sauvignon blanco 2004. Luego un rosado 100% Petit Verdot 2009, elegido por la guía Michelin (creo) el mejor rosado de España. Luego un 50-50 excelente tinto 2007 (Cabernet-Tempranillo) y con el postre un Merlot Dulce 2008, bastante “potente” (14,5º). ¡Suerte tener la habitación cerca! El restaurante forma el primer módulo (o último, mejor dicho) de la bodega, es decir con vistas a una sala y una decoración que me recordaba el interior de una barrica.
El personal, fantástico: en recepción, en la cafetería (con terraza con vistas) y en el restaurante. Lo que si estimo imprescindible, es o bien llegar con tiempo, a media tarde, o no tener prisa en irse por la mañana porque no hay que perderse un paseo alrededor. Hay un sendero que bordea el río: tenemos por un lado la enorme extensión de viñedos, y al otro lado del río, un paisaje de campiña y dehesa, con montes al fondo. Hay 2 miradores, y en el segundo hay un interesante mapa de las parcelas con sus respectivas uvas. De allí se divisa la bodega que se asemeja a un catalejo abierto. De ruido de fondo (era sábado por la tarde) solo pájaros e insectos. En la tienda se pueden adquirir los vinos del Pago así como los del Bierzo, el delicioso Go de Godello y el sorprendente Men de Mencía, de Soto del Vicario, sin olvidar el 1500H, de Almeria, de los viñedos más altos de España. Un lugar par recargar pilas disfrutando de muy buenos caldos.

Todo empezo la primera vez que probe los vinos que se elaboran en este lugar,AGIOS,MONAGOS...etc.No pude resistir la tentacion de visitar este sitio magico en la mancha.Tengo que decir que nos quedamos gratamente sorprendidos por sus instalaciones,tanto bodega como hotel(destacar su limpieza)y por el trato recibido.

Hotel situado en el marco de la bodega del mismo nombre. Decoración moderna, minimalista. Dispone de unas 10 habitaciones en el primer piso y otras tantas en el segundo. Más bonitas las superiores, donde se encuentra una estupenda suite. Las habitaciones superiores tienen la cama en el centro de la habitación, resultando una distribución muy interesante. Baños y ducha de cristal blanco. Siento decirlo, pero la limpieza de la habitación distaba mucho de ser la deseable. Hilo musical, televisión de lcd, persianas eléctricas. Buenas instalaciones comunes (salón de televisión, disponibilidad de Internet, billar, etc.).Desayuno incluido en el precio, muy flojo, tanto por la variedad de los alimentos como por la calidad de los mismos. Zumos de brick, café en termo, bollería deficiente, servicio pésimo, mesas abandonadas, en algunos momentos solos en sala, y lo más triste abundancia de insectos voladores en el salón. Una verdadera pena. La primera vez que fuí volví con muchas ganas de repetir. En esta ocasión, se me han ido las ganas de volver.