Nada en Moscú es barato, pero al menos aquí te dan calidad por tu dinero

Moscú sin duda es la ciudad más cara del mundo no porque se necesitasen trabajar más horas para comprar una Big Mac (quizá no este el caso), sino porque el precio que uno paga por bienes y servicios en muchas, muchísimas instancias, no se empareja con la calidad que uno recibe. Viviendo en Zurich algo sé de ciudades caras, pero al menos en ZH la calidad es evidente. No así en Moscú.
Este hotel, suizo por cierto, ofrece todo lo que un cinco estrellas puede ofrecer. Es un hotel de negocios, con una magnífica ubicación con vista al Kremlin y al río, muy cerca del metro y con todos los servicios.
La habitación es un poco estrecha, pero de bello diseño y muy cómoda en todos los sentidos, quizá hay demasiada tecnología para mí pero que va, es un lugar de negocios.
Los restaurantes y bares se defienden, cumplen y nada más. Pero la verdad es que los precios son tan demenciales que nadie en su sano juicio se quedaría a cenar comida de hotel, a menos que la empresa pague -- como en nuestro caso. La excepción es el restaurante en el ultimo piso, con una vista de Moscú digna de darle lectura, mientras tanto, a uno o dos capítulos de Solschenitzin.
Si mis dos lectores quieren gastar rublos, pero muchos rublos en Moscú (lo cual es una empresa demasiado fácil) este hotel es una opción para comenzar a derrochar pasta con estilo.