Hotel de estructura típicamente tirolesa. Situado en el bello y tranquilo pueblo de Llanars, a unos 20km de las pistas de Vallter2000. Fantástica ubicación para recorrer todo el encantador Valle de Camprodón. Hab. Superior, espaciosa, limpia, con un gran balcón de madera, un bonito baño (recientemente reformado con muy buen gusto), TV de plasma. Tuvimos un problemilla con la calefacción que NO conseguieron resolver eficientemente (IMPERDONABLE para un hotel de estas características). La conexión wifi funciona correctamente. El spa, simplemente correcto. No probamos el restaurante. Desayuno (nuestro momento favorito del día), bueno pero con poca variedad. Los 4 pilares para un buen desayuno (emho): buen aceite de oliva virgen extra de la zona, jamón ibérico (había 1jamón ibérico para cortar a mano), extraordinario zumo de naranja natural, y buenos panes (pero con poca variedad). Bollería flojita.
Recomendable para un finde por la zona.

Chalet inspirado en los austríacos de la zona de Tirol muy confortable. Buenas habitaciones , espaciosas, luminosas y comodas. Esta perfectamente situado para poder visitar todo el valle de Camprodón y en invierno esquiar en Vallter 2000. Buenas instalaciones comunes, no siendo la mejor de éstas el Spa (pequeño y con excesivo olor a cloro). Muy buen trato, amable y profesional.