Si buscas algo único, éste es tu hotel. Se trata de burbujas transparentes que te permiten estar aislado del mundo y con sensación de dormir al raso pero protegido por la burbuja.

Hay, creo, 7 burbujas diferentes con precios algo diferentes (250-365€) con diferentes opciones, una con piscina climatizada exterior, otra con jacuzzi y cama redonda, etc. Todas tiene en común una parcela privada de unos 200 m2, aislada por un tupido seto, y en mi caso con jacuzzi exterior y tumbonas y sillas de terraza.

La habitación consiste en 3 espacios: la entrada que da paso al vestidor con un espacio abierto con perchas y dos estantes a altura media para depositar maleta y utensilios; tiene una puerta de descompresión para entrar a la burbuja donde una ca,ma redonda de buen tamaño preside el espacio; a su espalda unas plantas artificiales disimulan un enorme aparato de aire acondicionado necesario por el día (frío) y por la noche (calor). Todo cubierto por la burbuja transparente que asombrosamente por la  noche parece que desaparece de la visión, quedando la vista como si no hubiera nada; un telescopio, de difícil manejo, te permite profundizar en el espacio nocturno. Una pasada, pero queda un tercer espacio con un enorme lavabo y espejo en cuya trasera está el WC y la ducha cubierto de la burbuja pero esta vez no transparente salvo en el techo y en un lateral en lo alto fuera del alcance de vistas indiscretas. Todo diseñado para el placer.

El desayuno te llega obligatoriamente de 9-9.30 dejado en una cabina de doble puerta para no incomodar; abres la puerta de tu lado y te encuentras una cesta de camping de diseño cargada de cubiertos y utensilios con unas viandas y zumos de calidad. Quizás el único punto algo débil ya que con el precio el desayuno se merece que no sea con jamón de York sino con Jabugo, además de algún producto caliente (ahí hay complicación) como tortilla o revuelto o algo así, sobre todo para el invierno.

Hay además otras pequeñas burbujas comunes para un jacuzzi y para una sala de masajes, ambos privados y previa reserva.

La experiencia es de las más bonitas y románticas que puedes tener en un hotel, desde luego en España.