Había estado comiendo muy bien este verano y ganas tenía de hospedarme aquí; se me presentó la oportunidad para celebrar el Fin de Año en forma de pack incluyendo cena, cotillón, alojamiento y desayuno.
Estuvimos de maravilla, rápido trámite de entrada, habitación espaciosa, cómoda en su clasicismo, bien preparada para el frío con grandes radiadores y aparato de aire frío/caliente. Cama grande y confortable, 2 almohadas, terraza con vista al jardín.
Armarios espaciosos, baño amplio con bañera e inodoro separado, cuidado con algunas humedades que aparecen en la bañera. Adminículos de aseo los justos, si bien hay posibilidad de pedirlos en recepción. Toallas de calidad, incluyendo albornoz.
TV de pantalla plana de buen tamaño.
La gastronomía es uno de los puntos fuertes del establecimiento, la cena estuvo fenomenal y el desayuno bien, con un servicio profesional e impecable a la vez que amable, decoración de Nochevieja muy acertada.
Está muy bien situado a la entrada del centro urbano, no vi que tuviera párking pero no hay problema de plazas en la calle a poca distancia.
Es un sitio fenomenal para hospedarse y hacer enoturismo por la zona, de hecho la presencia de varios extranjeros ese día así lo atestigua.
Tuvieron el detalle de dejarnos un obsequio en el cuarto.
El paquete salía a 174€ por persona -lo único que no incluía eran las copas de la fiesta pero su precio era muy asequible- lo cual visto el trato, atención y calidad de la oferta me parece una RCP muy buena.Creo merecería la pena una puesta al día de los baños.