Hotel situado cerca de la plaza de Marques de Pombal hacia la salida a la circunvalación de autovías y frente a un gran centro comercial. Uno de los edificios más visibles desde cualquier punto de Lisboa por su altura y su ubicación en un pequeño cerro. hay que coger taxi para el centro salvo que conozcas la red de buses.
Instalaciones amplias, cómodas, elegantes aunque de decoración antigua (tipo palaciega), muy buen servicio en todos los puntos, como cabe esperar de un 5 estrellas. No hay wifi gratuito salvo en suites. Buen spa y asequible de precio.
Tiene aparcamiento propio; se puede aparcar (pago de hora 9-19 h) en las cercanías sin problemas.

habitaciones muy espaciosas, con cama matrimonio de 2x2, buena ropa de cama, almohadas, albornoz y paraguas para usar (no para llevar), a falta de zapatillas de baño (sobre todo para spa). Mesa de trabajo amplia y cómoda además de mesa auxiliar y sillones. Televisión nueva y de gran tamaño en carro desplazable por la habitación.
Baño amplio con decoración clásica pero elegante, gadgets justos.

Desayuno, incluido en el precio, bueno, fiambre algo más pobre salvo los quesos que bien, buena opción de pastelería incluso los clásicos pastelitos de nata (de Belem) muy bien elaborados, zumos, algo menos de opciones calientes, etc .. Buen café descafeiado personalizado.