Gran birra, chiquita pero matona.
Nos agenciamos un buen surtido de cervezas belgas para este caluroso verano de 2022, y esta es una de ellas. La sacamos de la nevera y esperamos un ratito antes de proceder con su valoración a unos 7-8°C.
VISUAL: De color amarillo dorado, con una ligera turbidez. Presenta abundantes rosarios ascendentes de burbujas muy pequeñas. Espuma blanco marfil, bastante persistente (91).
OLFATIVA: Percibimos el puntito de miel de entrada, con notas acarameladas adicionales. También encontramos algún matiz de frutos secos, nueces en concreto, acompañado por recuerdos herbáceos medio anisados, como de hierbabuena. De fondo un punto frutal a ciruela amarilla. De intensidad media y bastante compleja (91).
GUSTATIVA: Espectacular en boca. Con una cremosidad bárbara, mostrando un carbónico perfectamente integrado. El puntito alcohólico sí se percibe, proporcionando un paso por boca cremosito, con notas amieladas y con un retronasal mentolado. Post-gusto dulzón, con apuntes de fruta tropical, a lichi y tamarindo, junto con recuerdos de nueces y avellanas. Fondo licoroso marcado, con una persistencia de 2 minutos y 20 segundos. Gran birra, chiquita pero matona (92).
La RCP incluso costándonos 2.59 euros el botellín de 33 cls, me parece muy buena. Los vale.
MARIDAJE: Nos la tomamos con una "butifarra" catalana con patatas fritas. Con el carácter necesario para lidiar con los intensos apuntes cárnicos y grasos de nuestra salchicha. Acertadísimo maridaje.
Salud-os!!
