Una clásica que nunca decepciona.

Pues tampoco tenía esta cerveza catada y me habré bebido cientos. En fin, ahí vamos. Nos la sirven en botellín de 33 cls y en la copa apropiada. Está a unos 7°C por lo que nos esperamos un rato hasta que sube a los 9-10°C para su cata:

VISUAL: Tiene un impactante color roble con reflejos cobrizos. Su espuma marfil es densa, de burbuja mediana y persistente (92).

OLFATIVA: En nariz se muestra algo parca en aromas, de baja intensidad vamos. Apreciamos notas de maltas tostadas, apuntes frutales de melocotón, algo de caramelo líquido y de fondo unos sutiles aromas lupulosos y a levaduras pero todo muy ténue. La nariz no es su fuerte (83).

GUSTATIVA: En la boca es donde esta cerveza es especial. Ataque impactante, con mucho cuerpo, con el carbónico perfectamente integrado y de grado alcohólico notable. Cremosa y amplia, con un retronasal que nos devuelve de nuevo notas a maltas tostadas y apuntes lupulosos. El post-gusto es amargo e intenso, con una persistencia de casi dos minutos. La verdad es que es una cerveza que enamora, potente y golosa, con mucho carácter. Una clásica que nunca decepciona (93).

La RCP la considero excelente pues cuesta en torno al euro y medio en grandes superficies y para una cerveza sobresaliente es un gran precio.

En esta ocasión nos la pedimos para acompañar un almuercito después de un buen pateo por la Vía Verde Benicasim-Oropesa-Benicasim con la parienta, en la recientemente inaugurada nueva cafetería del Hotel "El Palasiet" con unas bucólicas vistas a la playa de Benicasim, una preciosidad de paisaje. Nos tomamos una tostada de pan con tomate con una tablita de jamón de bellota y queso al romero. Curioso el maridaje pero resultó excepcional, tiene tanto cuerpo esta cerveza que se puede codear perfectamente con un buen jamón ibérico y un aromático queso curado. Me encanta la Voll-Damm.

Salud-os!!