Veo elefantes rosa.

Esta cerveza supo ser eligida la mejor cerveza del mundo en los noventa. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde esa época. Es sin duda una excelente cerveza, lo de mejor del mundo, me parece exagerado. De apariencia dorada con algo de turbidez, espuma blanca, sedosa y duradera, carbonatación media/baja que la hace increiblemente fácil de beber. En Nariz algo de manzana/sidra, levadura, notas sutiles de albaricoque y melocotón. En boca entrada un poco dulce que se equilibra con su final corto pero elegante, más de lo mismas nota que en nariz. Una rubia fuerte que se inscribe en la tradición belga de la Duvel y la Judas, pero en mi humilde opinión superándolas. Buena cerveza. Y mi primer amor entre las cervezas belgas