Bonita hacienda

Estancia de cinco días en el puente de diciembre, en régimen de alojamiento y desayuno.
Este establecimiento es una hacienda del siglo XV, de un antiguo terrateniente. Dispone de 12 habitaciones en torno a un patio interior, en un edificio cuadrado que también tiene varios salones para reposar, cafetería y un restaurante, al parecer, de uso exclusivo para los clientes alojados.
La casa, dadas sus características, bien podía pasar por parador, además está ubicada en un extremo de una urbanización en pleno campo.
Bonitas habitaciones, decoradas con gusto, típicamente andaluzas. Tranquilidad garantizada.
Camas no demasiado cómodas y almohadas a mejorar, ambas desentonan con lo descrito anteriormente. Baño amplio y exterior, con todo tipo de comodidades.
El desayuno consta de zumo de naranja natural, buen café con leche, mermeladas caseras, tostadas, fiambres, mantecas y dulces. Buena opción.
Para comidas y cenas en el restaurante hay que realizar reserva con antelación. Precios razonables (18€ el menú, sin IVA), no así las bebidas: por una copa de fino Tío Pepe se paga 5€, la botella de Viña Sol, 15€, siempre sin IVA. Hay que pensárselo dos veces, pues, a la hora de pedir vino.
Personal amable y servicial, con información sobre actividades a realizar por la zona. Hay Wifi aunque fuimos incapaces de conectarnos.
Servicio amable y atento por parte del personal.

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