Color granate oscuro, ribete rojo-granatoso, capa tirando a alta con una cierta turbiez y bastante poso, gruesa lágrima algo tintada. Buena intensidad en nariz con una fruta roja bien madura que recuerda la mermelada de fresa y fresones silvestres que le aporta una leve sensación dulzona muy agradable, toques de madera húmeda de cedro y encina, eucalipto húmedo, pimientas en granos y molidas, canela húmeda, suave y fresca mineralidad y un suave fondo de hierbas aromáticas del monte. En boca tiene una muy buena entrada y sin apreciarse astringencia alguna su recorrido es equilibrado y goloso, buena estructura carnosa, amplio, una fruta roja sabrosa y carnosa (vuelve la mermelada de fresa con pequeños trozos de fresas) que le aporta volumen, tanino dulzones, la madera de la barrica bien integrada y aporta cremosidad, suaves balsámicos y ligero especiado, agradable y buen paso, se disfruta y persistente. Final medio-largo, postgusto de fruta roja madura y retronasal de pimienta molida.
El vino se muestra redondo y en un gran momento. Ha necesitado una decantación de 30 minutos para ir abriéndose. El peor dato ha sido su corcho que no ha estado a la altura del vino.

Más información en: www.elvi.net/2016/03/22/espelt-comabruna-2003/

de color cereza granatoso de buena capa, borde amplio, no muy brillante. Aromas de gran potencia, abierto, amplio, con mucho acento mediterráneo (hierbas aromáticas). Hay notas tostadas elegantes y una enorme paleta de especiados que acapara el conjunto (toda clase de pimientas, clavo, ahumados, nuez moscada) acompañada de un espolvoreado de cacao en polvo junto a un recuerdo de fruta negra en sazón, que le cuesta emerger. Ni un atisbo de sobremaduración ni calidez. No parece un 2003. En boca sorprende por su buena acidez. Sin excesos de extracción, seco, suave, sabroso y especiado, con bastante fruta negra y roja en compota y esa acidez del todo integrada que sostiene el conjunto. Reposado, comedido, con taninos aún ligeramente marcados en un conjunto muy grato de beber. Hay una buena cantidad de chicha y es muy agradable de beber. En un momento de consumo excelente.

El vino en un primer momento nos apareció algo apagado, con un color algo turbio, y leves toques de evolución.
Nariz de tono medio, con notas importantes de madera, para mi, recuerdos a roble francés.
Respecto a la boca, comenzó algo cerrado - cosa que me sorprendió para un vino de esta zona - pero enseguida se abrió con un marcado carácter de tostado, pero también con un fondo de fruta interesante.
El vino está ya comenzando su cuesta abajo, pero todavía se muestra agradable para acompañar una comida.