Redondo y soleado

El vino en un primer momento nos apareció algo apagado, con un color algo turbio, y leves toques de evolución.
Nariz de tono medio, con notas importantes de madera, para mi, recuerdos a roble francés.
Respecto a la boca, comenzó algo cerrado - cosa que me sorprendió para un vino de esta zona - pero enseguida se abrió con un marcado carácter de tostado, pero también con un fondo de fruta interesante.
El vino está ya comenzando su cuesta abajo, pero todavía se muestra agradable para acompañar una comida.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar