Opiniones de Guimaro
OPINIONES
5

Una mencía estupenda para que comiencen los que no la conocen. Una mencía para repetir (y repetir) los que ya la conocen. Todo lo que puedes esperar y una paso en boca totalmente sedoso.

(PVP: 7.9 EUR)

Después de un tiempo queriendo comprar este vino, al final me he hecho con unas botellas para probarlo. Lo cierto es que últimamente estoy algo vago en el tema de subir las notas de cata y no subo más que los vinos que no he probado o aquellos que considero que merece la pena dejar constancia de la cata.

Vista: Bonito picota, muy brillante de capa media – alta, ribete violáceo y lagrima fina y lenta que tinta ligeramente la copa.

Nariz: De intensidad media, algo reducido al inicio, precisa de aireación, tras unos meneos en copa, empieza a mostrar su potencial, fruta roja y negra, mineralidad muy presente, ahumados y alguna nota floral.

Boca: Ataque sedoso, muy buena acidez, hay que controlar la temperatura para que no dispare esos 14,5º de alcohol, frutal hasta la saciedad, muy buen paso en boca, retrogusto ahumado y frutal y persistencia en boca larga.

De momento me gusta más el estado de este que el de “su primo” Ultreia Saint Jacques 2009, que he abierto una botella y los aromas reductivos de orujos no me han permitido disfrutarla como se merece.

Cereza, buen color, denota juventud.
Aroma inicial de fruta roja, de estilo jovencito. Con el aire gana en complejidad, con fruta negra, toque mineral, cereza negra...al final salen las violetas.
en boca, toques dulces, buen volumen, bien de acidez, mucha fruta.
Con el tiempo, se impone en nariz y boca un sabor de cereza negra imponente, con un punto final de violetas(la botella vacía, también olía a violetas).
Va ganando desde el principio al fin de la cata.
Al subir de temperatura, sube de aromas, pero se dejan notar sus 14.5ªC, mejor algo más fresquito.
Excelente materia prima, que habrá que seguir en sus hermanos mayores.
comparado con su primo Saint-Jacques, el berciano es más redondo en estos momentos, dando más placer, pero este gallego tiene un toque más misterioso. Anyway, muy buenos los dos.

Vino encerrado en botella borgoñona y con etiqueta moderna y original.
A la vista se manifiesta rojo picota de capa alta, buena y persistente lágrima y con el menisco violaceo.
En nariz me dá muchísima fruta del bosque fresca y algunos ahumados de reducción noble. Necesita un buén jarreo y aireación y así percibo mejor su enorme frutosidad.
En boca es corpulento, elegante, carnoso, fresco, ligera acidez, muy frutoso, cierto verdor, muy bién integrado el alcohol, taninos domados, mineralidad, buén paso de boca y me dá una permanencia en boca de 3,00 minutos. Pura golosina.

Atención a esta añada de Guimaro en la Ribeira Sacra. Pura mencia, fresco, afrutado (fruta roja) complejo, flores azules, violetas, mineral, con acidez y recorrido inmejorable y final con el amargoso vegetal justo. Un vino para disfrutar y beber sin parar y sin cansarse.

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