Después de un tiempo queriendo comprar este vino, al final me he hecho con unas botellas para probarlo. Lo cierto es que últimamente estoy algo vago en el tema de subir las notas de cata y no subo más que los vinos que no he probado o aquellos que considero que merece la pena dejar constancia de la cata.
Vista: Bonito picota, muy brillante de capa media – alta, ribete violáceo y lagrima fina y lenta que tinta ligeramente la copa.
Nariz: De intensidad media, algo reducido al inicio, precisa de aireación, tras unos meneos en copa, empieza a mostrar su potencial, fruta roja y negra, mineralidad muy presente, ahumados y alguna nota floral.
Boca: Ataque sedoso, muy buena acidez, hay que controlar la temperatura para que no dispare esos 14,5º de alcohol, frutal hasta la saciedad, muy buen paso en boca, retrogusto ahumado y frutal y persistencia en boca larga.
De momento me gusta más el estado de este que el de “su primo” Ultreia Saint Jacques 2009, que he abierto una botella y los aromas reductivos de orujos no me han permitido disfrutarla como se merece.