Guinda picota tapado, muy extraído con una lágrima tintada. Inconmovible, monolítico, telúrico, misterioso y difícil tinto. Cerrado, le cuesta comenzar a expresarse. Lentamente ofrece a cuentagotas notas minerales junto a sensaciones de hojarasca, sotobosque, trufa, turba, brea... Sin embargo es en boca donde mejor se expresa, con un paso que aúna frescor y firmeza a partes iguales. Especiado, muy seco, sabroso y nada dado a las concesiones. Profundo y oscuro como un pozo, telúrico, apasionante y dotado de una acidez cortante. Ojalá todos los vinos fueran como Les Manyes. PVP: 145 euros aprox.

Color picota muy cubierto con irisaciones violáceas, ribete capa alta, lágrima fina, densa y tinta. Nariz inicialmente muy cerrada, pero abriéndose surgen las notas de fruta roja bien madurada (moras rojas), y negra (arándanos), surgen notas húmedas (hojas húmedas de otoño), de sotobosque, notas terrosas, cacao, torrefacto, fondo mineral muy agradable (calcáreo), ligeras notas especiadas, baslsámico y taninos bien marcados. En boca tiene buen ataque, recorrido bien expresivo, taninos algo secantes pero bien pulidos, bien estructurado, sedoso, fruta muy madura, acidez correcta, notas amargosas con ciertos apuntes algo dulzones, persistente. Largo, postgusto especiado y retronasal húmedo.

Precio en bodega: €125

Es un vino del que se han producido 1.388 botellas para la cosecha del 2006. Un claro vino de guarda que aún tiene años de vida para pulirse.