Se sigue manteniendo joven este vino en aspecto y en todo, de los matices olfativos a destacar su fruta roja, fresas y frambuesas y la nota de yogur de moras que posee, punto balsámico que lo hace fresco. Inicialmente tenía tufos de azufre que se le va con una buena aireación.

En boca el vino es de gran potencia, longitud y desarrollo en boca escaso, acidez correcta y un punto dulzón, sigue manteniendo aristas de alcohol y astringencia.

No voy a aportar nada a lo ya dicho de este vino, tan solo agradecer a su elaborador que gracias a él, y por lo que le gustó a las féminas de la cena en la que se abrió pude aumentar mi cuota de Carruades de Lafite, pues este Q2 gustó mucho a las mujeres, por su punto goloso, fruta roja, etc. Gracias Peter por hacerme disfrutar de ese Carruades.

Espera muchísimo más de este vino, elaborado con el asesoramiento de Peter Sisseck y que no cumplió con su obligación, que no era otra que la de convencer y dejarse querer. Sobre la cata diré que presenta un color rojo cereza intenso, capa media y bonito ribete. En nariz, trás una larga oxigenación y después de vencer timidamente la barrera del alcohol, se aprecian notas a fruta muy madura, cerezas en licor, xocolate negro, torrefactos y leves tostados derivados de su crianza en madera. En boca tiene un ataque potente, notable presencia de alcohol,el cual pesa como una losa, buena acidez y taninos dulzones. No sé si habrá que esperar mucho más para ver cual es su evolución, pero desde luego el vino no vale lo que cuesta. Confiemos en las las añadas venideras sean más equilibradas.

Rojo cereza de capa alta con ribete rojo cardenaliceo.
Buena intensidad, destacando notas de frutos rojos maudros compotados, especido, con notas de tabaco, cacao, con fondo marcado, aunque sin prevalecer, por el alcohol.
Buena carga tánica, marcada al inicio, con notas de frutos rojos, buena duración, con fondo ligeramete secante.

Picota oscuro muy cubierto con ribee morado, lágrima de recorido medio, delgada y transparente.

En nariz es de intensidad media, se abre con notas auvadas, fruta negra fresca, lácteo, maíz tostado, anís estrellado, recuerdos de hongos.

En boca tiene potencia media+, acidez equilibrada, taninos dulces, alcohólico (ese 15.5% pesa como una losa), café en retronasal, longitud y persistencia media, postgusto vegetal, herbáceo, astringente, secante. Con verdores.

No hace justicia a las espectativas que ha levantado.

Es el segundo vino de esta bodega de la que esta al mando Peter Sissek.
Es de color cereza intenso, limpio y brillante,en nariz en principio esta algo cerrado,pero a los diez minutos ya se puede disfrutar de su intenso aroma,mucha fruta roja madura,chocolate,tabaco y el olor a dulce del azucar quemado que se hace caramelo.
En boca es potente,mejor que en nariz que ya es decir,mucha fruta roja y muy buen equilibrio pese a los 15.5 grados de alcohol,llena la boca con un tanino dulce y un final largo. Muchas bodegas quisieran tenerlo como primer vino.