Krug Grande Cuvée Brut
Krug Grande Cuvée Brut
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
Francia
Tipo de Vino:
Espumoso
Graduación (vol):
12,00%
Varietales:
Pinot Noir 50%, Pinot Meunier 15% y Chardonnay 25% y provenientes de viñedos de Premier Cru con más de 95%. 15 ha. de viñedos propios. Compran uva a productores de calidad de la zona.
Precio aproximado
Precio Aprox:
Más de 100 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.32
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
5,6
Opiniones de Krug Grande Cuvée Brut
OPINIONES
38

Intensidad alta, fresco, potencia, elegancia, sinfonia marca de la casa.
Nariz compleja: cítricos muy maduros/corteza de cítricos confitada, ligeramente nota de orejones y piña muy madura. Bollería finísima, croisant, sutil nota a mantequilla, frutos secos (avellana, nueces) y tostados finisimos. Muy ligero toque floral y a champignon fresco. Gran equilibrio entre fruta, crianza y barrica.
Boca muy carbónico integrado, con intensidad aromática enorme, sabrosísimo, equilibrado. Final muy largo, ligeramente cremoso con un punto secante. Para gozar sin comer...
Un grandisino NV, quizás en nariz menos intensa que en otras ocasiones pero con una boca espectacular.

Grande Cuvée de aromática más contenida que en anteriores ocasiones, que emociona y sorprende por su equilibrio y elegancia más que por la complejidad e intensidad en nariz y boca a las que nos tiene acostumbrados.

Color oro viejo, burbuja finísima, cae en copa con ligereza, formando abundante espuma.

Nariz inicialmente muy discreta; decantación. Perfil olfativo elegante y profundo: café, cacao, tostados y maderas finas. No aparece la sinfonía variopinta de nueces, galletas y cítricos de otras ocasiones. Vino más delineado, más definido. Otro estilo, dentro de la Grande Cuvée.

La boca es perfecta: ligero, redondo, ácido, equilibrado y muy sabroso. Vuelven los aromas a la boca. Muy largo.

Nunca defrauda.

Nueva botella de Grande Cuvée y de nuevo nos dejamos transportar por esas sensaciones vínicas inigualables que siempre nos transmite Krug. Esta vez estaba algo más tímido en nariz pero como siempre donde arrasa este vino es en la boca, resultando realmente cautivador por su fuerza, su potencia perfectamente medida y su encantador final de frutos secos y frutas maduras. Todo un clásico inmortal que hay que revisitar de vez en cuando, aunque como dice Joaki, la calidad de ahora no sea la misma que la de antes. Consecuencias de subir la producción.

Bebemos el último ejemplar de este lote, con aproximadamente diez años en botella después de su salida al mercado. Nos esperábamos algo parecido a la última botella (cata: 16-03-2010) pero la diferencia con ésta fue ostensible…

El color amarillo dorado intenso, límpido y brillante; denso, glicérico –parecía aceite de oliva con burbujas-, untuoso…ya intuyes que lo que tienes entre manos es algo muy especial…
La nariz es arrolladora: complejo, intenso, equilibrado y elegante. Muchísima personalidad; nueces caramelizadas, crema tostada, azúcar quemado, pan grillé, vainilla, higos secos, fruta blanca muy madura, cítiricos, piel de limón. Bouquet cambiante cada vez que acercas la copa a la nariz…

Congruencia absoluta entre fases olfativa y gustativa: te encuentras con todo lo olido de nuevo en la boca. Equilibrio perfecto entre acidez y azúcar; fresco, potente y distinguido. Nueces, galleta, limón, vainilla, maderas…etc etc…un sinfín de sensaciones. Increíble.
Larguísimo posgusto, extraordinario.

El mejor Grande Cuvee que he probado y uno de los vinos del Olimpo de mi memoria. Suscribo rotundamente las palabras de Serena Sutcliffe : “aquel que bebe Krug contribuye de alguna forma a crear un clima más inteligente entre los hombres” (sic).

Magnífico trabajo de ensamblaje; monumento al equilibrio y al arte de la mezcla que los Krug llevan ejerciendo desde el inicio y que desafía el paso de los años…eterna juventud.

La única apreciación negativa –siempre desde la subjetividad- es que la concentración, densidad, extracto, potencia, Terruño y experiencia sensorial de los que este elixir nos hace partícipes, difícilmente se encuentra en las partidas actuales… ¿cuestiones de mercado? ¿política de Holding?
Yo me quedo con el de antes.

Amarillo dorado, con burbuja constante y abundante.
En nariz aparecen notas de bolleria (brioche), levadura, mantequilla y notas herbáceas, y alfinal toques cítricos.
En boca se muestra fresco, pero al mismo tiempo untuoso, cremoso, con un carbonico perfectamente integrado. Vinoso, muy elegante,... sencillamente exquisito.

Repetimos botella del lote de la catada el 28/02/2008, con dos años de evolución; el vino mantiene la línea básica de lo expuesto entonces aunque con algún ligero matiz. El color oro viejo es más intenso; la burbuja finísima y escasa. Gran vinosidad.

La intensidad de la paleta aromática ha disminuído, en cambio la complejidad es mayor, haciendo que el bouquet sea más fino, más rico en sensaciones y que haya que buscarlo más... cada vez que te acercas a aspirar las notas son distintas.

Hay maderas finas, champiñón fresco, nuez y miel. Flores (pétalo de rosa seco), vainilla y turrón. En boca conserva la seña de la casa: acidez y longitud a partes iguales, que son la garantía de longevidad y de que el vino esta robustamente elaborado. La textura es sedosa; cremoso y envolvente. El posgusto increíblemente largo... Un vino fabuloso. Sin comida. Nos quitó el hambre. Nos dejó sensaciones sápidas durante un buen rato.

Para tener en casa un grifo por el que solo salga Krug toda la vida. Mucho mejor que el sueldo de Nescafé.

Nueva botella de este enorme champagne, esta vez con algo más de un año de guarda tras el degüelle.

Se muestra más asentado, con esa profundidad y esas notas de frutos secos que le caracterizan, amén de un complejo tono balsámico. En boca es poderoso y profundo, de marcada acidez y carácter vinoso, con el carbónico perfectamente integrado. Persistente y encantador.

Sin duda a este champagne le sienta perfectamente la guarda y seguro que con más tiempo estará todavía mejor. Lástima de los precios y de la poca paciencia que tenemos. Un grande.

Amarillo palido con burbuja muy fina y elegante. Aspecto cremoso, limpio y brillante.
En nariz aroma medio pero con una elgancia sobresaliente. Hay bolleria, mantequilla , lacteos. Poco a apoco va girando y sobresalen los citricos con un fondo mineral mezclado con bolleria. Es complejo, sutil y envolvente

Su paso por boca es cremoso, elegante y contundente. Cuando se mexclan esos tres adjetivos el resultado no puede ser otro que un placer para los sentidos. Es potente por su estructura y por su sabor , lo que conjuga frescura y sabor. Postgusto muy largo y denso.

Vuelvo a probar este soberbio champagne y todavía me gusta algo más que la vez anterior, hay que tener en cuenta que cada año sale una cuvée diferente.

Es dorado intenso, con una burbuja fina y abundante.

Su nariz es medianamente intensa pero con una complejidad y una sutilidad que enamoran. Con el tiempo en copa se va abriendo y se muestra cambiante dando siempre unas finísimas notas de bollería recién horneada, cítricos maduros, especias orientales, toques oleosos, anisados, frutas maduras y unos sutiles atisbos minerales.

La boca es potente, vinosa, con una plenitud extraordinaria. Dotado de una finísima acidez, tiene un paso cremoso y un delicioso final, largo y profundo, que nos deja recuerdos de cítricos, minerales y especiados. Vuelve un toque de fruta amarga por retronasal. Carbónico perfectamente integrado.

Hablar de Grande Cuvée es hablar de la más grande de todas las cuvées “básicas” de champagne. Krug comienza donde los demás terminan. Un vinazo. Es muy caro (unos 140 euros) pero por lo menos estamos ante un mito vinícola. Un grande.

Corcho en perfecto estado, algo encogido por la prolongada estancia en botella. Vino de extraordinaria densidad, untuoso, con bellísima caída en copa y formación de espuma abundante. Burbuja minúscula y no muy abundante. Color amarillo dorado intenso, con leves reflejos cobrizos. Aromas a bollería, croisant de mantequilla, lácteos, avellanas y almendras tostadas, nuez, mucha miel, albaricoque, vainilla, cedro, trufa, cáscara de limón... En boca es delicioso, extremadamente cremoso, fino y potente; un gran cuerpo no exento de elegancia. No es un champagne fácil, su grado de sofisticación sensorial puede no ser del agrado de todos, pero se aprende rápidamente a apreciarlo. Un poco caro, aunque su cata es toda una experiencia. Yo lo prefiero sin comida.

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