Nuestro buen amigo Juanjo nos regaló esta botella, un crianza de la DO Ribera del Duero, añada 2018, con 12 meses de crianza proveniente de viñedos plantados a gran altitud (920 msnm), y de hecho en su etiqueta se autodenomina "Vino de páramo". Contiene además un 5% de merlot y un 5% de cabernet sauvignon acompañando a la mayoritaria tinta del país. Bonita presentación en un estuche cilíndrico en tonalidades beige. Abrimos la botella y dejamos respirar por espacio de tres horas antes de proceder con su valoración a 17°C. Tapón largo, compacto y tintado tan solo en la base del corcho.

VISUAL: Su color es rojo picota, precioso, de capa alta, con un ribete cardenalicio, estrecho y muy luminoso. De lágrima esbelta, abundante, lenta y transparente (92).

OLFATIVA: A copa parada hay claros aromas de fruta roja fresca, fresa, frambuesa y cereza. Agitamos y asoma un puntito floral de flores rojas y azules para dar paso a un toquecito herbáceo de estragón e hinojo con apuntes de romero. Vino muy fresco, con algún repunte tostadito de la madera, pero con la fruta mucho más protagonista. Al final intuimos un curioso deje mineral arcilloso, un tanto peculiar. Complejo, de intensidad media-alta pese a llevar tres horas abierto (91).

GUSTATIVA: Un vino con carácter, con los taninos esculpidos en piedra, proporcionando un paso por boca astringente. Voluminoso, amplio y de alta acidez. Potente, con un retronasal marcadamente mineral, con ciertas notas herbáceas y de regaliz, ligeramente balsámico. Postgusto de tacto áspero, con los taninos a flor de piel, con mucho recorrido en botella. De sabores frutosos, muy carnoso y de alta extracción, se mastica en boca. Hay fruta muy acompotada, con apuntes de pan de higo y uvas pasas. También asoman notas tostadas y ahumadas claras de la madera. En plena fase ascendente, promete y mucho aunque en estos momentos los taninos están "bramando" ):. Potente, carnoso y de marcado carácter tánico, para guardar 5 o 10 añitos en el botellero y de seguro se convertirá en un gran vino (88).

La RCP no la puntúo por tratarse de un regalo.

MARIDAJE: Lo abrimos con unos bistecs de ternera al tomillo con all-i-oli. Otro día acompañó nuestro surtido de jamón, embutidos ibéricos y queso curado, y nos lo terminamos con una pechuga de pollo en masala y verduritas plancha. Acertadísimo maridaje con el surtido de ibéricos, esa elevada tanicidad y su alta acidez desgrasaron magníficamente los embutidos y el delicioso jamón, tal para cual... Rico, rico.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/48bwKcYG2ow

Salud-os!!