Hoy abrimos este Valtuille 2018, Vino de Villa, que sigue la nueva clasificación por zonas de la D.O. Bierzo y que está elaborado a partir de varias parcelas situadas siempre dentro del municipio de Valtuille. Hemos leído que las viñas tienen más de 100 años y que es el primero que obtiene la calificación de "Vino de Villa", la cosa promete así que veamos qué nos depara. Dejamos respirar la botella por espacio de 45 minutos y procedimos con su valoración a 17°C. El corcho fantástico, largo, compacto y tintado 1 mm en su base.

VISUAL: Presenta un color rojo picota de capa media-alta, con el ribete rubí, brillante, limpio y cristalino. Su lágrima es abundante, fina y transparente (91).

OLFATIVA: Los primeros aromas que percibimos son florales, con fragancias de flores tanto rojas como azules (rosas y violetas) acompañadas por notas de fruta fresca, grosella y frambuesa. Al agitar encontramos unos frescos balsámicos de eucalipto mentolado así como un toquecito especiado a clavo y pimienta negra. De la madera... todo muy sutil y bien integrado, con recuerdos de ebanistería fina de fondo. De intensidad media (88).

GUSTATIVA: Ataque potente, de alta acidez, con el tanino marcado, amplio y carnosito. El paso por boca es golosote, con un puntito dulzón a compota de frutos del bosque. En retronasal asoman aromas florales de violeta y en el post-gusto se aprecian unos taninos de gran calidad que se va suavizando sorbo a sorbo y dejan paso a recuerdos acompotados principalmente y amaderados de modo más sutil, como toque final. La persistencia de 2 minutos y 40 segundos. Este tipo de viñedos centenarios con esos frutos de tan alta calidad, proporciona realmente un vino de una elegancia exquisita y de armoniosa estructura. Está por supuesto en plena fase ascendente y seguro en tres o cuatro años alcanzará su clímax, aunque sin duda en estos momentos resulta un vino sobresaliente (93).

La RCP la considero excelente. Por unos 13 euros tenemos un espectacular vino.

MARIDAJE: Abrimos la botella con un guisito de ternera con papas y zanahorias. Otro día acompañó nuestro habitual surtido de embutidos ibéricos y nos lo terminamos con un arroz de "pilotes y carxofetes". Nos quedamos con este último maridaje pues la frutosidad de nuestra rica mencía armonizó maravillosamente con las notas cárnicas del arrocito y con las difíciles alcachofas, aunque en esta ocasión se entendieron fabulosamente. Qué vinito más bien hecho y que rico en todos los maridajes.

VIDEOCATA:  https://www.youtube.com/watch?v=nLzgg9R4JBM

Salud-os!!