De color dorado pálido, limpio y brillante.
La nariz es de gran intensidad, notas salinas, yodados, levaduras, notas amieladas, elegante y de gran complejidad.
En boca es fresco, amplio, con muy buena acidez que forma el esqueleto del vino, de muy buen volumen, cierta untuosidad acompaña su paso mineral, salino y de fruta blanca madura. Vino de gran longitud y persistencia que en retrogusto nos devuelve toda su complejidad sumando notas de frutos secos.
Un vino diferente que se bebe muy bien, con gran complejidad y cambiante a cada sorbo.
Amarillo pajizo con reflejos dorados, limpio y brillante.
En nariz se muestra enorme, con una personalidad que desborda.
Notas yodadas, notas muy marcadas de velo de flor, frutos secos, flor blanca y notas amieladas.
En boca es donde creo que muestra todo su potencial , estructura, potencia, elegancia, llena la boca, acidez muy elegante que mantiene en todo momento la estructura del vino, salino, mineral...ETERNO...
Una barbaridad de vino!!!
De color amarillo dorado, limpio, brillante
En la fase olfativa se perciben claramente yodados, salinos. Aromas a frutos secos, ahumados y minerales. Recuerdos a mar.
En boca es extremadamente amplio, complejo y cambiante. Buen volumen, fruta blanca, ahumados, sabroso, fresco. Ahumados y yodos. Muy largo en boca y persistente.
Un vino único porque, al tratarse de una Serie, tan sólo se han producido 600 botellas magnum que no se repetirán, por lo que le otorgan el calificativo de exclusivo. Y un vino excepcional porque al estar elaborado con la variedad Pedro Ximénez es la única excepción dentro de todos los vinos finos adscritos al Consejo Regulador Jerez-Xérès-Sherry que están elaborados con la variedad Palomino.
A la vista se muestra con un color dorado pajizo, limpio, brillante y con buena lágrima. En nariz, nada más escanciar el vino en la copa, desborda aromas típicos del velo de flor y la crianza biológica (levaduras, miga de pan, heno) pero, con aireación, van apareciendo nuevas notas de manzana asada, miel, sensaciones salinas y ligerísimos tostados. No es tan punzante en nariz como otros finos del Marco. En boca tiene una entrada agradable y amplia, es un vino bastante "horizontal" (a diferencia de la mayor verticalidad de otros finos elaborados con palomino), con buena untuosidad pero con paso fácil, salino y con una marcada acidez que hace salivar, con el alcohol muy bien integrado. En retronasal reaparecen las notas amieladas y de manzana, dando paso inmediato a notas más terciarias de frutos secos (avellana tostada) y sensaciones balsámicas.
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