Opiniones de Ximénez-Spínola
OPINIONES
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Color ambar oscuro.

En nariz es intenso, con mucha complejidad, en principio dominan los aromas de fruta citrica (naranja confitada), higos pasificados, azúcar tostado, toques de barniz, frutos secos, combina de maravilla la salinidad con la dulzura.

En boca la acidez hace que no sea empalagoso como otros PX, además le aporta un plus de frescura, es denso, con recuerdos de frutos secos, cítricos, cacaos, chocolate y un final eternamente largo, sin duda es peligroso y adictivo.

Color caba muy oscuro, ribete yodado hacia marrón, lagrima de gran densidad y untuosidad.
En nariz gran intensidad de aromas de uvas pasificadas, caramelo, torrefactos, chocolate negro, frutos secos.
En boca es lo mejor una presencia de dulce de uva pasa pero manteniendo un buen equilibrio con la acidez (leves cítricos como naranja) que permite beber sin saturar, café, chocolate negro, frutos secos tostados, denso, untuoso, goloso a más no poder, complejo...una maravilla. Extraordinaria persistencia final.

Un grande entre los PX, de lo que su elaborador original (Peter Siemens) que tradujimos a Pedro Ximenez. Botella numerada 4770.

Botella estilizada, elegante vestida con preciosa etiqueta repleta de texto. Volumen Alcohólico 15%. Temperatura de consumo 14º. Botella Número 0303.

Visual: Precioso color caoba con reflejos ambarino-verdosos. Brillante y limpio. El recorrer de la lágrima en la copa es una paso de procesión de Semana Santa.

Nariz: Ataque goloso, amplio, elegante, no deja indiferente a nadie. Las notas a pasa reflejan el sacrificio que dio la uva en el soleo como una preciosa letanía, siguen las notas de higos secos, dátiles, frutos secos (avellanas), bombón de licor, café ristretto, minerales (carbón vegetal), barnices, a tienda de antigüedades donde descansan muebles antiguos y a cueros viejos.

Boca: Arte hecho seda, terciopelo que te inunda la boca con untuosidad, que siendo goloso no cansa, no empalaga. La madera y el alcohol fusionados en el global con brillantez, muy equilibrado entre las notas dulces y ese sutil amargor, esa acidez que como un funámbulo subido en la cuerda floja, tiene cogido el punto perfecto de equilibrio. Siguen apareciendo las notas de frutas secas (pasas, higos, dátiles), cacaos y frutos secos. Su final es una estela en el mar que se pierde por el horizonte. Complejo, elegante, adictivo.

Los 45€ que cuesta tiene una excelente RCP para tanto arte y amor por el trabajo bien hecho que tienen esas 12.000 botellas numeradas.

Hablamos de un mito en Jerez, de unos PX viejos que son asignados por cupos dado su corta producción y su calidad que año tras año son demandados con listas de espera y dejando a muchos restauradores sin su cupo. Esto es un acontecimiento bien esperado cada año por el anfitrión donde degustamos tan santo elixir, la casa de Dom Vinos, otorgándole la importancia que requiere su ritual.

A partir de aquí nos encontramos con un enorme producto, lleno de matices que se hacen grande en la copa, que van mutando hacia sensaciones cada vez más placenteras, aromas de garrapiñada, caramelo, frutos secos se apoyan en sensaciones de uva pasa y confituras. En boca presenta una excelente acidez con aromas de cacao y cafetales que nos abren nuevamente el apetito.

La Armonía: PX Ximénez-Spínola & Candy de Mousse de arroz con leche, chocolate blanco, bizcocho, aceite de oliva y matalauva & Candy de Mousse de Mascarpone, frutos rojos y krispis. Dulce con dulce normalmente empalaga, Spínola con los Candys de Mousse normalmente son un éxito. La clava radica en el juego con cítricos y notas ácidas de los dos mouse, lo cual nos facilita degustar de más de una copa del maravilloso PX de esta afamada casa.

Botella tomada en restaurante.
De color caba oscuro, ribete yodado y lagrima de gran densidad.
En nariz mandan los pasificados, tambien algo de azucar quemado, torrefactos, chocolate negro y frutos secos.
En boca es denso, sin excesivo dulzor, una acidez que le aporta algo de frescura, pero lo mejor sin duda es ese postgusto larguisimo a almendra amarga que te invita a dar otro trago para poder repetir esa sensación.
Muy, muy bueno.

VISUAL: Color caoba, lágrima densa.
OLFATIVA: Altísima intensidad, sensación fresca y difícil de definir, mucha fruta pasa, higos que dominan, integran y doman aromas secundarios con recuerdos a bombón en licor, chocolates negros, barnices, esmaltes, mueble viejo, frutos secos (nueces, avellanas), gran complejidad.
GUSTATIVA: Que sensación más agradable, sensacional, opulento, untuoso, gran peso, un dulzor que te reconforta, extremadamente elegante, tiene tanta acidez que equilibra los azucares a la perfección.
Extremadamente sabroso con el surtido de quesos con el que lo hemos maridado.

Un más bien fresco exponente del PX dulce, agradable, de paso amplio, sedoso y para nada empalagoso... que marida a las mil maravillas con hijos en almibar y helado de vainilla con canela. Porque están todas esas notas en este vino de categoría indudable. Bastante largo, con post de frutos secos.

Muy recomendable para un buen postre que combine esos ingredientes.

Se caracteriza por un equilibrio entre intensidad, sedoso, elegante y untuosidad. Posee una gran nariz fresca, con las caracteristicas notas pasificadas sin abrumar y en boca el paso es firme pero elegante, largo muy largo y tremedamente sabroso.

Botella 2464 de lo que ya es un mito dentro de esta D.O, un vino demandado, un vino de cupo, un culto que a día de hoy sigue colmando sobradamente las expectativas impuestas.

A pesar de su vejez, de su concentración, nos encontramos con un PX tremendamente fresco, un PX exquisito, magistral en su acidez, ausencia de sobremaduración, aunque se entremezcla la frescura, con puntas dulces de fruta escarchada y notas de frutos secos -almendra, pistacho-. En boca se presente sostenido en su longitud, se puede "masticar" las almendras dulces que forman una garrapiñada, su frescura invita al trago, pura seda de Jerez.

Botella catada numero 7050 de 8754 de la producción de 2005.

Color marrón muy oscuro casi ébano, intenso con lágrima abundante gruesa y lenta. Glicerico.

La nariz es intensa fresca y dulzona con notas de uvas pasas, higos y café torrefacto. Mezclandose con puromoro y chocolate negro.

En bota nos encontramos con un ataque tremendo, con peso y sedoso. La boca es fresca aportada por una buenísima acidez que equilibra cualquier exceso de dulzor. Nada empalagoso, todo lo contrario,te incita a otro trago. Y postgusto largo y un puntito amargo.

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