De color rubí rojizo de capa media, claro, muy estable. Limpio, brillante, con un fínísimo precipitado incrstado a la base de la botella. Parte de la botella parece opaca, esmerilada por la materia colorante. Reflejos vivos, anaranjados y cobrizos. Cuesta creer que haya llegado a los 80 años en estas condiciones. Borde estrecho, atejado, muy marcado respecto al exterior del menisco.

Se presenta con alguna dificultad de arranque, aunque para nada amodorrado por los años. No hay síntomas de tufos ni exceso de oxidación: abierto, limpio, claro... Inicialmente predominan las especias molidas y un apunte cárnico, casi ferruginoso, que va cediendo a maderas finísimas. Se crece al tomar aire. Gran presencia, elegante, clásico, profundo, abriéndose a notas térreas, fúngicas, ebanistería, toffee, hojas de té. Un tinto completo, entramado, repleto de capas, muy serio.

En boca es ágil y fresco, redondo, integrado en grado máximo, de un orden impecable. Mantiene un rastro de dulcedumbre que se funde con un tanino suave, acariciante, y notas de maderas lujosas. Bien armado, de estructura aún sólida, que promete unos años de guarda. Está en un gran momento de consumo.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2016/04/imperial-1936-gran-reserva.html