Casa de la Ermita 1999
Casa de la Ermita 1999
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,50%
Varietales:
Monastrell, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
7.93
/
90
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
-
ELABORACIÓN
10 meses en barricas de roble americano y frances
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
VER MÁS
Opiniones de Casa de la Ermita
OPINIONES
4

Sorpresa con la última botella que me quedaba de este vino y que había guardado, reconozco, con escepticismo por si, después de lo que anoté hace año y medio, acababa recuperándose de una improbable fase tonta. Bueno, pues lo ha hecho y con nota. La botella que abrí ahora estaba imponente, equilibrada, redonda, sedosa, con gran amplitud en boca, golosa, recordando lo que era hace 3 años, pero con mayor madurez y complejidad, sumando a su potente fruta madura y a su carácter especiado, francas notas terciarias bien integradas. En suma, mucho mejor, incluso que entonces. ¿qué ha pasado? Quizá esa fase tonta (lo comprobé con más de una botella, desde luego y ahora me arrepiento de haberlas “quemado” en ese esfuerzo) por la que pasan algunos vinos. Lástima no tener alguna botella más de este año para comprobarlo. Juraría que aún seguirá evolucionando bien durante un tiempo.

Probé este vino, después de haber sido uno de mis favoritos hace un par de años, alarmado por la nota de Juan Such. Color granate de capa alta con ribete en el que persisten vestigios del morado que exhibía hace dos años. Nariz de intensidad media, en la que se aprecian notas de fruta roja madura, compota, fruta en licor, muchos balsámicos, vainilla, buena madera y algo de verdor. Hasta aquí la cosa no parecía ser demasiado grave. Pero en boca encuentro que su estructura ha decaído. Está más ligero, con menor recorrido, mientras los taninos solo se han domado muy parcialmente y mantienen todavía cierto carácter secante. Acidez escasa y final desagradablemente amargo. Ciertamente este vino no es ni sombra de lo que fue. Conserva una nariz todavía atractiva, pero en boca se cae, ha perdido estructura, le falta acidez y entre tanto los taninos siguen estando duros. En una palabra: está desequilibrado. Me niego a poner la nota que merece ahora un vino que en sus buenos momentos se hubiera aproximado al 9.

He encontrado este vino como si ya hubiera llegado a su plenitud y hubiera que tomarlo pronto. Nariz y boca con sensaciones de buena fruta madura, casi rozando la sobremaduración, buena carnosidad pero falta de estructura y más nervio y acidez. Postgusto justo. Un vino frutal que seguramente da lo mejor de sí en sus dos primeros años tras salir al mercado y creo que hay que tomar antes de lo que me imaginaba. En el segundo y tercer día (guardado con vacuvin a 14 grados) ha evolucionado rápidamente y ya presenta claras notas de oxidación. En definitiva, un vino que con un poco de perspectiva temporal se revela para tomar más bien a corto plazo, disfrutando de su fruta. Mejorar su longevidad va a ser una de las grandes asignaturas de este y otros nuevos Jumillas.

Picota de capa media con ribete morado. En nariz notas de frutos negros del bosque maduros, toques de regaliz, suaves recuerdos balsámicos y una pizca de tostado de la barrica. Al abrirse saca alguna notas de especias (canela y clavo). En boca el vino tiene una adecuada acidez, cuerpo medio, cálido y sensual, envolvente, bastante largo y con una aceptable estructura. La potencia no reñida con la elegancia.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar