De color amarillo dorado subido, reflejos también dorados y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecian aromas de fruta tanto blanca como amarilla muy madura, aportes florales, dulce de membrillo, algún toque cítrico y ciertas notas de sidrería.
En boca se nota un poco la fatiga, la acidez poco a poco ha ido dando paso al volumen perdiendo esa frescura de la que gozaba el año anterior que lo probamos.
Aún así me sigue pareciendo un vino de lo mas curioso que siempre merece la pena ser probado, eso si, a esta añada ya le llegó su hora.

Dorado cobrizo, limpio y brillante.

En nariz muestra potencia media, siendo protagonistas los aromas florales (flores blancas) y vegetales, ganado peso estos últimos paulatinamente. Notas de piel de cítricos, toques mentolados y puntitas ahumadas completan la fase olfativa, en la que de vez en cuando se aprecia un leve fondo de tiza.

En boca tiene cuerpo medio, bastante volumen, excelente acidez y tacto untuoso. Como en nariz, destacan las sensaciones vegetales, que se ven escoltadas por registros salinos y notas de fruta amarilla madura. Larga persistencia.

Sigue siendo un vino muy curioso, pero me gustó infinitamente más recién salido al mercado. Durante este tiempo ha perdido chispa y frescura sin ganar a cambio redondez ni elegancia.

Botella abierta con una hora de antelación.
De color amarillo dorado bastante subido y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecian aromas de fruta amarilla muy madura, cítricos, notas ahumadas, minerales y salinas, ciertos toques oxidativos y apuntes herbáceos y anisados.
En boca tiene una entrada glicérica y con cierto volumen, gran acidez que le aporta frescura y un postgusto bastante largo, muy cítrico y con recuerdos ahumados y salinos.
Un vino que no deja indiferente al que lo prueba, a mi me encanta.

Después de volver a leer el comentario de Joseangel creo que no hay mucho que añadir, está perfectamente descrito.

Se trata de un vino blanco elaborado como un tinto, con pastas, de ahí el color amarillo dorado, casi cobrizo.

En nariz es una amalgama de aromas, desde fruta amarilla, ciertos cítricos, notas mentolados, ciertos toques oxidativos, alguna finísima nota de la crianza, ...

En boca tiene frescura, es untuoso, tiene una acidez con la que evolucionará divinamente. A medida que se calienta aparece algún toque dulzón (orejones).

Estamos ante un vino muy especial. Me ha parecido muy distinto a la añada 2010 y no sabría decir si mejor o peor. Aconsejo tomarlo a partir de 10 grados, más frío no dice lo que lleva dentro. Habrá que ver cómo evoluciona.

Dorado cobrizo, limpio y brillante.

Algo reducido al principio, muestra después una intensa y complejísima nariz, con aromas dominantes a fruta amarilla madura, bollería y pomelo, que se ven acompañados con toques anisados, vegetales y de mieles, notas ahumadas, asomos de cáscara de cacahuetes y una leve mineralidad.

En boca es fresco, con volumen, elevada acidez, tacto graso, con ligera verdosidad que no llega a molestar y que recuerda al espárrago verde, y una marcada amargosidad al final, que se prolonga en un largo postgusto, donde se muestra con una grata acidez cítrica y con toquecillos de verdor.

Sorprendente albariño de principio a fin, aunando complejidad y frescura, madurez y juventud. Me ha gustado mucho, así que habrá que guardar alguna botella.