Restaurante El Celler de Can Roca en Girona
Restaurante El Celler de Can Roca
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
100,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos, lunes, primera quincena de julio y Navidades
Nota de cata PRECIO MEDIO:
210 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
9.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.4
Comida COMIDA
9.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.6
RCP CALIDAD-PRECIO
8.8
Tarta Tatin de Cochinillo
Xiaolongbao callos
Memorias de un bar en las afueras de Girona
Cordero con puré de berenjenas y garbanzos. Celler de Can Roca
Cromatismo Naranja. Celler de Can Roca
Salmonete marinado con Kombu. Celler de Can Roca
Los Vinos 2.016. Celler de Can Roca
Cromatismo naranja
Gamba con vinagre
Royal de foie y alcachofa
16.- Toda la gamba
J.Landeira & Joan Roca ( Chef )
Anarkia de Chocolate
Mandala Especiado de Flor de Alcachofa
Ensalada de Ortiguillas, Navajas, “Espardeñes” y Algas Escabechadas
Mandala de cordero
Alfombra de castañas, anguila y cítricos
Ensalada de anémonas, navajas y espardenyes
Adaptación perfume Shalimar de Guerlain
A comerse el mundo
Flower bomb
Any guesses what this is? It was apparently potato mash, lobster and sauce of black trumpets
Elder infusion (or was it just water?), cherries and ice cream
can roca menu
delicioso.
idem
magica presentacion y mucho sabor
Sotobosque.
Royal de oca.
Gamba en brasa.
GT’s
¿Tarta? de cumpleaños
Vainilla, regaliz, caramelo y aceituna negra.
Cochinillo
Lenguado
Los higos con foie
el menu festival y el maridaje
El Gol de Messi
La jugada
Presentación
Las señoras
algodón de azúcar
arroz de colomí
El puro y la copa de verdad
El Puro de “viaje a la habana”
Postre “viaje a la habana”
vinos
Albergínia
Gamba, tierra de gamba y esencia de gamba
La sopa de cerezas con aguila
La bodega
Opiniones de El Celler de Can Roca
OPINIONES
211

Teniamos muchas ganas de visitar este restaurante,despues de visitar muchos otros.la verdad es que la experiencia fue muy buena,cocina de alta calidad,ambiente selecto y acogedor y trato muy personalizado.
pedimos el menu festival y como su propio nombre dice fue todo un festival de sensaciones.la verdad,es que no se si para ir a este tipo de restaurante tienes que ser un gran entendido o simplemente dejarte llevar y degustar todos los platos.mi experiencia personal fue muy satisfactoria

La nostra visita al Celler de Can Roca és va convertir en una traca d’emocions. Res d’anar a sopar i prou: una experiència que recordarem durant molt temps. Per començar: la sala. Crec que és molt difícil superar la distribució de l’espai de la sala d’aquest restaurant. Els mobles separadors entre les taules i la col•locació de les cadires aconsegueixen que pràcticament no notis, ni visual, ni acústicament, la presència de la taula del costat. Gairebé màgic. Decoració superestètica, senzilla i elegant sense carregar ni exagerar. Com a casa, ens rep en Josep Roca. Després d’haver-nos empassat amb devoció tots els “En Clau de Vi” del canal 33, no ens atrevim a dir-ho; com era d’esperar. Potser no calia perquè ja se’ns va notar; no ho sabrem mai. Deixem que ens recomani el vi pel nostre menú degustació: Bonfill 2004 del Celler Arché Pagès. No cal ni comentar-ne el servei. Un vi de primera collita amb la suavitat de la bóta de roure francès, senzillament exquisit i perfecte per maridar amb la majoria de plats. Les tres pedres a taula: els tres germans Roca, un Bonfill: la meva dona embarassada… Començaré a pensar que aquesta gent no son d’aquest món. “El cabernet és com un decatleta” diu. Genial!. Els plats (si la memòria no ens falla gaire): pastanaga amb boles de foie, crema de cirera, gamba, garrinet, llenguado, sardina amb espuma d’albergínia, … tot espectacularment cuinat. I de postres una emulació de no sé quin perfum hongarès a base de gelat, pètals de flors, llima… una explosió d’olors/sabors que pots jugar a comparar amb una petita mostra del perfum autèntic. Quina meravella! El servei: correctíssim i, sense dubte, feina de bons professionals. En un lloc com aquest, els profans com jo, podem entendre l’autèntic sentit artístic de l’ofici de la restauració: creativitat, feina ben feta, i un tracte al client respectuós i amb tota mena de cura, sense incomoditats ni protocols exagerats. Si de tots aquests aspectes en cerquéssim la perfecció, sense cap mena de dubte, l’hauríem de trobar al Celler de Can Roca.

Instalado ya en la nueva ubicación. El nuevo restaurante se sitúan junto de una antigua casa de 2 alturas donde en la parte de abajo se encuentra la cocina. La entrada está de tal forma para que sea esta antigua casa quien de la bienvenida a los clientes, los cuales quedamos maravillados de la buena conjunción mezcla de lo antiguo y lo moderno al llegar al Celler. El comedor se localiza en la parte izquierda con un jardín interior plantado con 9 chopos blancos situándose las mesas alrededor de este triangulo, lo cual da bastante intimidad a los clientes.

Como llegamos 15 minutos antes, nos esperamos en el salón de fumadores que tiene junto a la casa desde donde se puede ver un poco en alto el comedor y la casa, que da sensación que es ella la que va estar vigilante para que todo salga bien. Mientras esperamos a que fueran las 9:00PM nos agasajaron con un cava de Albert i Noya, elaborado junto con Josep Roca, junto con unos snaps que posteriormente finalizamos en la mesa

La carta esta compuesta por 3 menús y varios platos. Los menús van desde el clásico (75€) que recoge una serie de recetas antiguas donde entre paréntesis se puede ver el año de inclusión en carta. Luego hay uno intermedio, el menú degustación (95€) algo más extenso y por último creo recordar el menú festival (115€) donde ya estamos hablando de unos 15 platos. Nosotros nos decantamos por el menú degustación. Igual que el tema de la elección del vinos que luego comentaré, eche de menos que un buen Jefe de Sala en la ausencia de Josep nos hubiese asesorado y explicado las diferencias entre los 3 menús.

En cuanto a la carta de vinos, que voy ha decir que no sepamos ya de la carta del Celler, !!!!ESPECTACULAR¡¡¡¡¡. Ese día echamos de menos los sabios consejos de Josep, que no se encontraba en el restaurante. La carta te la traen en un carrito con 3 libros uno para blanco y champagnes, otro para tintos y otros la licores y aguardientes. No pudimos disfrutar de la carta multimedia. Eche de menos uno poco de asesoramiento en cuanto a la elección del vino, al final nos decantamos por un Chateauneuf du Pape de Henri Bonneau del 2000. Al principio estaba algo cerrado y con notas de maderas viejas que luego con la aireación fue ganando en complejidad y aromas. Asimismo también eche de menos al haber podido ver en carta la posibilidad de acompañar el menú de degustación con vinos recomendados por El Celler. Creo que un restaurante de este nivel debe de tener previsto un buen sustituto en la ausencia de Josep Roca, ya que en el servicio del vino no todo es la carta.

Entre el primer plato y lo snaps nos sirvieron tres pequeños entrantes donde recuerdo un berberecho que era puro mar.

En cuanto a los platos empezamos por una sopa fría de cerezas con gambas y helados de huesos de cerezas, el plato exquisito y muy fresco para el verano, lo que me llamó la atención es que era un plato que yo recordaba haber leído en su libro de “Una Sinfonía Fantástica”, creía que en este menú no se iban a repetir platos de temporadas anteriores. Un plato que me encanto fue la crema tibia de foie con higo y PX, finísima y servido a una excelente temperatura que hacia que el foie desprendiese todo el aroma sin llegar a fundirse su grasa, el aceite de trufa le daba el toque final. Posteriormente pasamos a lenguado con hinojo y ajo puerro a la brasa, el lenguado con textura tersa y sabor a lenguado de los de antes, en cuanto al puerro estaba excesivamente fibroso que imposibilitaba el cortarlo. Como carne tomamos cochinillo a baja temperatura con cantalupo. Debido a un error nuestro confundimos el “garri” que es cochinillo en catalán con jarrete. A mi me maravillo mi error, no así a mi mujer que no le gusta el cochinillo, lo cual no fue problema ya que se lo cambiaron por una merluza exquisita. Finalizamos con los postres entre los cuales no podía falta una adaptación de un perfume en este caso de Bulgari y por último acabamos con un postre de cerezas en diferentes texturas que lo encontré muy logrado.

Antes que nada , creo que para nadie es discutible lo que han hecho (y lo que siguen haciendo) los hermanos Roca por la Gastronomia. Había ido en tres ocasiones al anterior local de este restaurante. Y en todas y cada una de ellas sali emocinado. Fueron tres experiencias unicas. Iba con mucha ilusión a probar la nueva ubicacion. Y el resultado (para mi) no fué el mismo. Y lo digo con tristeza y con algo de decepcion.
Es cierto que es un local amplio, con una muy buen separacion de las mesas, intimo y con una puesta en escena impecable. La comida....fué otra cosa. Tomamos foie y bogavante de primero y de segundos steak tartare y cabrito. De postre chocolate y el postre lacteo. No me emociono ni me sorprendio nada estaba malo por supuesto, pero nada era inolvidable.

La carta de vinos excepcional, tanto en cantidad como en calidad como en Rpc. Pero , y otra vez tuve mala suerte, el servicio fué otra cosa. Primero se confundieron con el segundo vino que habiamos pedido (Confuron de la Vosne Romanee) y me trajeron otro Vosne. Despues tuvimos que esperar a empezar a comer el segundo plato unos minutos , ya que el vino no se habia descorchado porque el sommelier estaba ocupado en otra mesa. Y por último hubo que pedir en varias ocasiones que nos sirvieran vino ya que la botella no estaba a nuestro alcance.
Al finalizar la comida nos enseñaron la cocina y Josep Roca tuvo la amabilidad de enseñarnos la bodega con unos comentarios maravillosos acerca del vino.
El servicio del vino lo puntuo correcto por su carta, sino seria un suspenso.
Volveré por que para mi era un templo gastronomico y no quiero quedarme con el regusto de esta ultima experiencia.
Volvere ya que no quiero quedarme con el recuerdo gastronomico

A pesar de ser de la zona, era ésta nuestra primera visita al Celler.
La llegada al mismo es un poco confusa, pero una vez dentro encontramos una cosa que parecía ser una recepción y al poco rato apareció una srta. que nos atendió.
Nos asignaron, creo, la peor mesa del local habiendo reservado con dos meses de antelación, la ubicación de la cual está pegada a lo que sirve de acceso a los camareros, con lo que se convierte en un ir y venir.
De los restaurantes valoro mucha la comodidad de los mismos y ahí entran muchos parámetros.
La amplitud, en este caso perfecta, la música, inexistente (a mí particularmente me gusta una buena música de fondo), la iluminación, muy bien resuelta, pero donde han hecho un trabajo fenomenal es en la sonorización. El local estaba bastante concurrido y te daba la sensación de que eras la única mesa. Un 10.
En cuanto a lo comido optamos por el menú degustación. Técnicamente perfecto, y, por decirlo de alguna manera, muy elegante, pero todos lo encontramos aburrido. Le falta un poco de chispa, combinaciones más arriesgadas.
Los postres fueron sublimes. La carta de vinos multimedia no estaba disponible porqué loa estan actualizando. Tomamos 2 botellas de "Tres Patas '05" D.O. Méntrida que desconocíamos y nos entusiasmó. Al final visita relámpago a la bodega que es sencillamente impresionante.
La posición en el ránking mundial de restaurantes, creo que no se corresponde con la realidad, aunque es uno de los mejores de España.

Decoración y local adecuados para el nivel del restaurante. Servicio excelente (para mi, mejor que en otros restaurantes con estrellas): atentos, recomendaciones, explicación de los platos, etc.
En cuanto a la cocina, optamos por el menú degustación y en la variedad de platos encontré opiniones diversas: algunos platos me parecieron sublimes individualmente, otros me parecieron totalmente una “vendida de moto” (Adaptación de perfume de bulgari, por ejemplo) y en general todo el menú, me dejó con la sensación de ser poco “equilibrado” debido al exceso de foie y texturas cremosas.
En resumen, creo que es un restaurante imprescindible por algunos platos puntuales, pero que el menú degustación esta un paso por debajo de las 3 estrellas. Aún así, cada menú tiene carácter propio por lo que cada temporada puede ser diferente.

La verdad es que nos ha encantado el restaurante, creo que con diferencia el mejor local que conozco de restauración. Comimos el menu clasico con Timbal de foiegras y manzana con aceite de vainilla, Parmentier de Bogavante con trompetas de la muerte,cochinillo iberico con peras al estragon y la adaptacion del perfume Eternity de kalvin kleim.sENCILLAMENTE MAGNIFICO, Los vinos de la mejor realcion calidad y precio que he visto. Joan Roca encantandor nos enseño la cocina y el sumelier la bodega que es una maravilla. Una de las mejores cartas de vino que he visto. Espero que pronto les de la tercera estrella que se merece.

Nueva visita, esta vez en su nueva ubicacion. El local es una pasada, uno de los restaurantes más bonitos que he visto, con un diseño moderno y con unos grandes ventanales que dan a unos jardines interiores.
Visita a la cocina (¿o tendría que decir laboratorio?) y luego a la bodega, perfectamente guiada por Josep, en la que se ha habilitado una zona interactiva en la que se puede disfrutar de los distintos estilos del vino en función de factores como el terreno, la pasión y los propios autores. Impresionante.
Pedimos el menú degustacion largo (100€), excelente de principio a fin, empezando con unos snacks espectaculares y acabando con los petits fours dentro de una caja de lujo .
El unico aspecto negativo, la lentitud del servicio, demasiada espera entre plato y plato, cosa que no aprecié en mi primera visita. Tuvimos que darle un pequeño toque a Josep, que puso un poco de orden e hizo que las cosas marchasen correctamente.
Nos invitaron a un postre y a los cafes, supongo que para compensar. Todo un detalle.
Al final, nos quedamos a hablar un rato con Joan, tan amable como siempre.

Excelente restaurante, cuidan todos los elementos al detalle. Servicio muy profesional y una gran calidad en los productos ofrecidos. La relación calidad precio creo que es merecida, creo que los hermanos roca estan haciendo un muy buen trabajo.

Hace unos 8 ó 9 años estuvimos comiendo un menu degustación, y como ya me imaginaba y no me defraudo,me parecio(y lo digo por experiencia)el mejor restaurante de españa.ahora hace un año estuvimos con unos amigos probando otro menu degustación y sali un poco decepcionado.el motivo fue que en su menu degustación no estaban sus platos "estrella" sino una sucesion de cremas y pures.el menu degustación tiene que ser el mejor escaparate de tu cocina,es la maxima expresión de un restaurante de cocina creativa o de autor

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