Blog de Álvaro Moreno

Revolution Champanoise

Una de las cosas que más nos gusta cada vez que viajamos a Champagne es hacer una la labor “scouting”, de búsqueda y descubrimiento de nuevos talentos. Hablamos del que como nos gusta decir abiertamente creemos que es sin duda el vino más famoso del mundo, conocido por entendidos y absolutos neófitos del vino; una región y un vino con siglos de historia, sobre el que se han escrito río de tinta y descorchado millones y millones de botellas.

Podríamos pensar hablando en términos de marketing que estamos ante un producto en fase de madurez, pero nuestros continuos viajes a la región nos llevan a creer en todo lo contrario, personalmente tengo la sensación que la Champaña está en plena ebullición, hasta ahora toda la producción y el negocio ha estado en manos de las Grandes Maisons y hay que reconocer el tremendo trabajo que estas han realizado, consolidando al Champagne como uno de los vinos del más alto nivel y haciéndolo reconocible para el común de los mortales. Pero con el "movimiento vigneron" que viene sucediéndose desde hace poco lustros atrás, no solo cada vez son más son los productores que elaboran sus propios champagnes, si no que sobre todo la riqueza y la calidad de estos está creciendo de forma exponencial. Me gusta reconocer que hay mucha “paja” en los champagnes de vigneron (muchos champagnes de calidad mediocre), pero sin embargo cada año surgen nuevos jóvenes productores que nos dejan boquiabiertos con su descaro, su capacidad de dar una nueva vuelta de tuerca, de mostrarnos una nueva interpretación del Champagne de la que hasta ahora no teníamos registros y dando muestras de un potencial de futuro tremendo.

Hay un salto de calidad a nivel mundial tanto en el trabajo en el viñedo, como en la formación y su aplicación enológica, y en particular en Champagne ese salto en pocos años puede ser un “doble mortal como tirabuzones”. La combinación de conocimiento, pasión y un Terroir de cinco estrellas me llevan a soñar con Champagnes terroríficamente emocionantes que estamos comenzado a rozar con los dedos.

La generación champanoise que está actualmente formándose en las escuelas enológicas, la que está recorriendo el mundo vinícola absorbiendo experiencias, la que hace sus primeros pinitos con las burbujas, al amparo y tomando como ejemplo el patrón marcado por esos primeros visionarios, hoy estrellas entre los vignerons como Anselme Selosse, David Leclapart, Vicent Laval, Jerome Prevost, Bertrand Gautherot,… estoy absolutamente seguro que va a hacer más grande lo que ya es muy grande.

Barrunto, percibo, palpo una Revolución Champanoise.

Y lo siento de una forma empírica, porque lo advierto cuando me cruzo con jóvenes vigneron con Aurelien LurquinThomas Perseval o más aún en fase embrionaria como nuestro último descubrimiento Clement Leclere.

Clement Leclere

Conocimos a Clement en un viñedo, en una fría y lluviosa tarde del mes de febrero, él estaba solo, mojándose bajo la lluvia, podando una de las viñas de David Leclapart, su maestro (ídolo y referente para muchos), la persona que le ayudo a sumergirse en el conocimiento y pasión por la Biodinámica. Mientras termina sus estudios en el Lycée Viticole d'Avize, el stage que ha realizado durante un año en Trepail con David, le ha abierto por completo los ojos, le ha ayudado a refrendar las creencias que ya llevaba tiempo mascullando y le ha llevado a tomar la decisión previo beneplácito de su padre de convertir la viticultura convencional que se venía aplicando a los viñedos familiares en Coulommes la Montagne (Montaña de Reims) con utilización habitual sistémicos, a una viticultura Bio, de la que se siente plenamente convencido y sobre la que pretende asentar su proyecto vital de futuro.

2018 si nada se tuerce será la primera añada que la familia Leclere elaborada bajo la dirección de Clement, evidentemente no hemos podido catarla aun ya que cuando escribo este artículo no ha concluido siquiera la floración en sus viñedos de la 2017, pero tal y como le he dicho a él, si nos concede el privilegio, “A la Volé” será la importadora de los champagnes de Clement Leclere en España cuando sus primeras botellas vean la luz en el mejor de los casos en 2021. Nunca antes ha elaborado sus propios champagnes, nunca antes ha aplicado una viticultura Biodinámica en sus viñedos, ni siquiera ha concluido sus estudios en la escuela vitícola y sin embargo estoy plenamente seguro que sus champanes serán Champanazos.

Tan seguro estoy, como de que se está fraguando esa Revolution Champanoise y afortunados nosotros, estamos disfrutando rabiosamente de sus primeros coletazos.


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